Dos discos de nueva trova cubana en México

Portada de uno de los discos de trova
 Foto: Azteca21

A Darío S. González M., trovador de veras

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 23 de febrero de 2006. Recientemente, Ediciones Pentagrama puso en circulación dos discos, dentro de la serie Nueva Trova Cubana, que son un par de verdaderos agasajos para el oído y el alma: "Son para ti", de Pepe Ordás, y "En pos del mar", de Lázaro García.

Pepe Ordás es un músico cubano que ha recorrido gran parte del mundo como director musical y goza de gran reconocimiento en Cuba y otros países por parte de los músicos y los amantes de la trova (Pablo Milanés, Sara González, Isaac Delgado, Liuba María Hevia; Sonia Silvestre, Juan Carlos Baglietto, Marcelo Bocanera…), pero fuera de ahí es casi desconocido por completo.

Y esto no es nada justo, sobre todo después de enterarnos -yo tampoco lo conocía, lo admito-  de su faceta de compositor y cantante, dueño de una voz melodiosa, equilibrada, que acaricia y emociona, que llega a la piel, a la mente y a los sentimientos de los escuchas.

"Son para ti" incluye doce temas: "Conceptos", "Mírame", "De flores y abril", "Alex", "Me gusta verte así", "Detrás del roble", "Lo que has cantado" (M.P.C.: Movimiento de la Pequeña Canción), "Danzoncito" "(M.P.C.), "Cuando amaneció febrero", "Monte adentro", "Cuando no estás" y la que da título al disco, que es, como señala el mismo Ordás, su mayor éxito, su “Yolanda”.

Ojalá que, como señala el poeta cubano Waldo Leyva en el texto de presentación de "Son para ti", pronto Ordás se sacuda el síndrome del anonimato que parece haberlo acompañado tantos años, ya que siendo "Autor de algunas de las mejores canciones de la trova cubana, pocos saben que le pertenecen". Y este disco seguro contribuirá a ello.

Lázaro García en su disco "En pos del mar" nos regala una selección de quince temas compuestos en su largo camino como trovador, muchos de los cuales han sido interpretados por voces tan reconocidas como las de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Maureen García (hija de Lázaro), Amaury Pérez y entre otras.

Además, vale la pena mencionar que "En pos del amor" se puede apreciar la simbiosis entre música y letra, en la que éstas refulgen su poesía y la música sirve espléndidamente a los propósitos románticos del músico-poeta cubano, tal como señala Marta Valdés al referirse al trovador: "Lázaro y su canción navegan a toda vela por los caminos que ha trazado la buena versificación de todos los tiempos, para ponerla en música con ingenio y sabiduría".

La sensibilidad de Lázaro desfila poderosa y con donaire por "Inclina el centro a la flor", "Adiós mujer que pasó", "En pos del mar", "14 de febrero", "Cuando te diga amor", "Diciembre", "En aras del beso", "Villancico cubano", "La fiesta del soldado", "Siempre que la lluvia", "Zamba oportuna", "Camino largo", "La mora de Trípoli" (única que tiene letra de otro poeta: José Martí), "A Marie" y "Una canción a ustedes compañeros".

Así, no queda más que recomendar este par de joyas de música cubana contemporánea recién editadas en México, para solaz de los que gustan de la trova, de la poesía vuelta a su condición original: música. Los puede conseguir en librerías de prestigio.

Comentarios a esta nota: Gregorio Martínez Moctezuma

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