Una economía inválida

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-Una economía inválida
-Los costos de no crecer
-SAGFE, factura electrónica

Esta semana el INEGI difunde dos datos importantes que permiten tomarle el pulso al país y dejar atrás las cifras preliminares del 2005 por las definitivas: el martes 14 de febrero fueron dados a conocer los indicadores de ocupación y empleo al cuarto trimestre, con su correspondiente balance anual; mientras que el día de hoy se anuncia el PIB a precios constantes para el cuarto trimestre, y para todo el año.
El crecimiento real del 3% de la economía mexicana el año pasado es para dar pesadumbre por la incapacidad de lograr una economía con crecimiento sostenido al largo plazo.  El dato difundido por la Secretaría de Hacienda, del crecimiento marginal del 1.6% en la actividad industrial en 2005,  es un síntoma de que las turbinas del crecimiento en el ámbito interno no funcionan de forma homogénea.
Si trasladamos el comportamiento del PIB a un mapa gráfico tendríamos el símil de un electrocardiograma de un paciente con arritmia.  El electrocardiograma de la economía mexicana en la presente administración que encabeza  el presidente Vicente Fox muestra lo siguiente: en 2001 una caída del PIB de -0.2%; 2002 una recuperación de 0.8%; 2003 de 1.4%;  2004 de 4.4%; y 2005 de 3 por ciento. Son bajas, recuperaciones marginales, subidas y retrocesos.
Con tal actitud cíclica, errática, es difícil darle certeza al mercado laboral porque para empezar tampoco la tiene el sector primario, ni el secundario, ni el terciario de la producción.  En tales circunstancias es difícil hablar de una adecuada  toma de decisiones cuando el escenario económico es incierto para los próximos seis o doce meses por la dependencia hacia un cúmulo de factores externos e internos.
En especial, considero que perdimos todavía más las riendas para encausar a la economía y darle un sentido de mediano y largo plazo porque simplemente  el programa de gobierno descansó sobre de una mano externa: Estados Unidos; y otra mano interna: la aprobación de las reformas estructurales por parte del Congreso.
Para la administración foxista es un pretexto perfecto, una forma de “lavarse las manos”. La población es la perdedora con un  PIB real promedio de 2001 a 2004 de 1.6%, lo que por habitante significa, cero crecimiento del PIB per cápita de 2001 a 2004 en promedio. Con el dato del 3% de PIB el año pasado, las estadísticas tampoco mejoran, la media del crecimiento de 2001 a 2005, es de 1.8 por ciento.
¿Qué hace la diferencia de la actual administración con las anteriores priístas de la etapa neoliberal? En materia de crecimiento no hay un punto y aparte, observemos los promedios: de 1981 a 1985 el PIB real fue de 2.1%; de 1986 a 1990 de 1.7%; de 1991 a 1995 de 1.6%; de 1996 a 2000 de 5.5%; y de 2001 a 2005 de 1.8 por ciento.
La serie habla en números de un fracaso del modelo de adelgazamiento del Estado, del neoliberalismo impuesto por los organismos internacionales con la “camisa de fuerza” de las cartas de intención y el privilegio a favor del capital de las multinacionales, otrora más poderosas en sus arcas que varios países del orbe.
A COLACIÓN
¿Quiénes son los culpables de la falta de cumplimiento en la meta del crecimiento en el presente sexenio? Si lo inferimos, para Fox y Francisco Gil Díaz, titular de la Secretaría de Hacienda, son por  un lado, Estados Unidos (PIB en 2001 de 0.8%; 2002 de 1.9%; 2003 de 3%; 2004 de 4.4%); y por el otro, el Congreso porque no aprobó las reformas estructurales planteadas en el Programa Nacional de Financiamiento para el Desarrollo (PRONAFIDE) 2002-2006.
En el documento del Pronafide existen dos escenarios para la economía mexicana: 1) El Congreso aprueba las reformas estructurales, y la apertura a la inversión extranjera del sector eléctrico y energético.  El resultado, según el Pronafide, sería el de una generación de más de un millón de empleos anuales en promedio a partir del 2003 con  tasas de crecimiento del PIB del 7 por ciento.  2) El Congreso no aprueba las reformas estructurales, ni la apertura a la inversión extranjera del sector eléctrico y energético. El resultado, según el Pronafide, “no sería nada promisorio porque sólo se podrían generar 650 mil empleos y el crecimiento por ende sería mucho menor”.
Ya es historia: no hubo reformas y Estados Unidos enfrentó vaivenes.  México no fue capaz de estructurar un  plan alterno para responder a las necesidades de más industrialización, más proyectos, expansión tecnológica, absorción de la mano de obra cualificada y no cualificada; apertura de plazas para los profesionistas y técnicos recién egresados de las aulas; y para responder favorablemente a la movilidad natural del mercado laboral.
Otros seis años de noche en crecimiento que implican tener una iniciativa privada con ritmo bajo de contratación y un  sector público incapacitado para absorber la demanda laboral.
¿Preocupante? Sí, por los años inmersos en el neoliberalismo, por todos los millones de trabajos formales que deberían estar generando valor agregado a la economía en el sector secundario de la producción; por lo estrecho del sector primario, con el campo abandonado.
La mayor parte de la gente que no encuentra oportunidades formales, en la iniciativa privada o en el sector público, se suma, todos los días, al mercado informal. Otros millones de personas que viven del oficio cruzan de ilegales a Estados Unidos, y un  porcentaje menor de mexicanos egresados de las universidades,  literalmente huyen del país en busca de mejores horizontes Es una fuga de cerebros que nos ha costado baja capacidad de investigación, aportación tecnológica y descubrimientos. Nuestros mejores mexicanos, hombres y mujeres, están haciendo investigación de calidad en el extranjero porque están bien remunerados. Un ejemplo es Silicon Valley, Estados Unidos,  muchos ingenieros mexicanos  lideran proyectos de vanguardia tecnológica.
P.D. El jueves 16 de febrero se llevará a cabo un evento muy interesante para el sector empresarial: Software AG presentará SAGFE factura electrónica, una propuesta de solución de gestión de facturas electrónicas para el mercado mexicano y clientes con necesidades de manejo de altos volúmenes de información.
SAGFE permite la automatización del  proceso de emisión, recepción y envío de facturas electrónicas cumpliendo primordialmente con todos los requisitos del SAT. Además contribuye a reducción de costos, entre otros beneficios. Para las personas que desean asistir al evento en la ciudad de México favor de contactar a luis.olmedo@edelman.com o bien llamar al 5 350 15 08.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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