“Miradas Cruzadas” del cine a la frontera norte

Una escena del film.
 Foto: Internet

Por Carlos Coronel Reportero

Azteca 21

Ciudad de México.- 7 de febrero de 2006.- Videos, cortometrajes, documentales y largometrajes fueron el marco ideal de “Miradas cruzadas: México-Estados Unidos”, un acercamiento desde el celuloide a la vida y los problemas de la frontera norte.

El evento, organizado por la Cineteca Nacional y la Embajada norteamericana, contó además con la presencia de destacados realizadores -de este lado y de aquél del Río Bravo-, como la mexicana radicada en Los Ángeles, California, Natalia Almada y el purépecha Dante Cerano.

De Almada se presentó “Al otro lado” (México-EU, 2005), un documental que aborda los mitos y realidades que cultiva el imaginario mexicano en torno al vecino país del norte.

 Magdiel compone corridos con una facilidad asombrosa, pero en su pueblo pesquero no tiene muchas opciones para cumplir sus sueños de triunfo, dinero y autos: o se dedica a la droga con el riesgo de acabar formando parte del equipo de fútbol que su comunidad tiene en la cárcel o se va de mojado a “juntar dólares”.

Natalia Almada sigue la línea de los corridos para mostrar qué tanto hay de cierto y falso en esa realidad porosa que une y divide a dos países diametralmente diferentes.

Entrevista a integrantes de la banda musical Los Tigres del Norte, y a amigos y admiradores del asesinado músico, intérprete y compositor Chalino Valdés, paradigmas del triunfo que algunos mexicanos alcanzan en la Unión Americana.

Sus letras, que registran la violencia que impera en esa zona de narcotraficantes y muertes, admiten que el problema “no es entre pueblos, sino entre los dos gobiernos”.

El purépecha Cerano centra su historia en “Cheranastico Town” (México, 2005), título que alude a la extraña relación entre su pueblo michoacano, lleno de fiestas y construcciones a medio terminar, y los que trabajan y viven en los suburbios de Carolina del Norte y Nueva York.

Para enseñarles el avance de la obra negra que será su futura casa, presentarles al nieto que ya camina o simplemente mandar felicitaciones a los parientes migrantes, la comunidad dividida se envía videos de ida y vuelta, y así logran mantener el contacto.

El documental de Cerano puede ser también una metáfora de las “Miradas cruzadas” que necesitan ambos países para convivir mejor a lo largo de los 3,500 kilómetros de frontera.

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