Ahorro para el retiro, ¿usted lo tiene?

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-Ahorro para el retiro, ¿usted lo tiene?
-Prepararse para la vejez, todo un reto
-Afores se enriquecen con la administración

La reconversión en la pirámide poblacional será más marcada en las próximas décadas, con un grado de complejidad muy particular para cada país, pero que en suma representa un reto enorme para las políticas públicas, y para todos los hombres y mujeres, que dentro de veinte o treinta años, pasarán a tener más de sesenta años de edad.
 A reserva de los resultados que difundirá el INEGI acerca del  II Conteo de Población y Vivienda 2005, con cifras importantes relacionadas con la demografía,  haré referencia a los números del CONAPO para señalar que en México existen 7.9 millones de adultos mayores (personas arriba de los sesenta años); para 2010 serán 9.9 millones y en el año 2030 se espera un universo de 22 millones de adultos mayores.
 Los datos son de alerta por las necesidades tan específicas de los adultos mayores, grupo que básicamente se triplicará en los próximos 24 años.
 Además, como la población es ahora más longeva,  en 2005 las personas con setenta años de edad pasarán de sumar 3.5 millones de personas; a 4.4 millones en 2010; 6.5 millones en 2020 y 10.2 millones en 2030.
 Desde hace quince años, la población de la “tercera edad” ha venido creciendo de manera más rápida en comparación con cualquier otro intervalo poblacional.   La tasa de crecimiento pasó de  2.5% anual en 1970, a 3.5% en 2000 y a 3.6% en 2004. A ello contribuye la esperanza de vida, en promedio de 75.2 años en 2004 a 76.6 en 2010; 78.5 años en 2020 y 79.8 en 2030.
 En las próximas tres décadas será más notorio el cambio poblacional, las expectativas, tanto del INEGI como del CONAPO, no son nada halagüeñas debido a que después del año 2034 la proporción entre la población adulta y joven se invertirá, es decir, tendremos un siglo en el que habrá más personas de la tercera edad que menores de quince años.
 Tendremos en México el contexto que experimentan muchos países europeos desde hace varias  décadas atrás, y lo haremos respondiendo a  nuestras propias características. Necesariamente habrá un redimensionamiento de las políticas públicas, de los programas laborales, de asistencia social, de hipotecas, del sector salud, tanto público, como privado; y  de la infraestructura de las ciudades, que deberán adaptarse para facilitar el desplazamiento de las personas.
Debemos anticiparnos. Obligadamente surgirán muchos servicios y áreas de acción orientadas a atender una creciente población longeva.  Los estudios y las profesiones comenzarán a resentir el cambio, lo que añadirá la apertura de carreras orientadas a la Geriatría y Gerontología. Así como el bebé necesita un cuidado especial, los adultos mayores también y lo requieren en salud, servicios, centros de rehabilitación,  casas de retiro, esparcimiento,  orientación, diversión,  actividades, viajes; etc.
En Europa, parte importante de los grupos de viajeros son personas de la tercera edad, jubilados, retirados o pensionados. Ellos encuentran paquetes y promociones muy interesantes que responden a sus necesidades sobre todo en países en donde los propios familiares abandonan a la gente de la tercera edad,  es lo  más común.
A COLACIÓN
 ¿Usted, ya planificó cómo desea llegar a la tercera edad? ¿Cómo se visualiza después de los sesenta años? ¿Qué acciones prioritarias está llevando a cabo hoy para asegurarse dentro de veinte o treinta años que no padecerá por vivienda,  alimentos, medicamentos y otra serie de servicios?.
 Las condiciones laborales, sociales, demográficas y económicas son tan distintas hoy en comparación con las de nuestros padres o abuelos. Actualmente es más difícil encontrar un patrón que quiera cumplir con los requerimientos del ahorro para el retiro, a la vez que también es complicado tener la certeza de que se conservará el empleo en la misma empresa dentro de diez o quince años.
 El panorama es más difícil para las personas que entran y salen del mercado laboral formal y empeora para aquellas que trabajan por su cuenta, sobre todo en la economía informal. El ahorro para la vejez es entonces una responsabilidad propia.
GALIMATÍAS
 En México, desde hace ocho años funciona el sistema de pensiones de cuentas individuales en las Afores. En la actualidad encontramos 16 Afores con las cuentas de 35 millones 276 mil 277 trabajadores.
 Los datos de la CONSAR, a diciembre de 2005, señalan que por el rubro de Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez (RCV) a cargo de las Afores, se han acumulado  577 mil 008.7 millones de pesos; unos 54 mil 434.78 millones de dólares. Si le sumamos las aportaciones voluntarias, y el rubro de Vivienda que aparece registrado en las Afores y que administra el Infonavit, tenemos que en total en las Afores se encuentran 863 mil 589.3 millones de pesos por concepto del ahorro para el retiro de los trabajadores. Una cantidad de 81 mil 470.68 millones de dólares.
 Tenemos un volumen de recursos impresionantes, propiedad de los propios trabajadores cuyas aportaciones (por obligación y aquéllas voluntarias) alimentan a este sistema del ahorro para el retiro.
Algunos datos para  comparar: al 27 de enero pasado, el Banco de México reportó un monto de reservas internacionales por 69 mil 609 millones de dólares; al mismo tiempo, la Secretaría de Hacienda, informó que al cuarto trimestre de 2005, el saldo de la deuda pública externa neta fue de 67 mil 365.4 millones de dólares.
 El mercado del ahorro para el retiro en México es potencial. Las Afores trabajan y por ello cobran comisiones; a la par que obtienen ganancias importantes de las inversiones de los recursos a través de las Siefores.
 Al 31 de diciembre de 2005, la utilidad neta de las Afores fue de 379.81 millones de dólares. Es un negocio redondo que seguirá creciendo y al que  cada vez entrarán nuevos intermediarios.
 Las Afores y las Siefores disfrutan de “un pastel” que para el 2015 tendrá un volumen de recursos por 154 mil millones de dólares equivalentes al 18% del Producto Interno Bruto (PIB).
 ¿Cuál es la mejor Afore? Tanto el trabajador en el mercado formal, como el empleado por su cuenta, pueden y deben elegir una Afore que combine un cobro de comisiones moderado por llevar la cuenta, con el ofrecimiento de atractivos rendimientos.
 Desde julio de 2003 comenzó un proceso de reducción en las comisiones que cobran las Afores (a enero de 2006 se han registrado 18 reducciones de comisiones).  Las tres administradoras que menores comisiones cobran en el sistema son: Afirme Bajío (1.52%); Inbursa (1.54%); y Actinver (2.02%). Usted tiene la elección.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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