2005, el año de la cuenta pública
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
2005, el año de la cuenta pública
Se redujo vulnerabilidad externa
Consolidar retos el próximo año
Este año destacó el manejo prudente de la macroeconomía en México y en la gran mayoría de los países de América Latina, muy en especial, de la parte relacionada con la cuenta pública.
En el recuento de la región prevalecieron las decisiones de los gobiernos por consolidar su posición fiscal; y a favor de reducir la relación deuda/PIB que según información proporcionada por la CEPAL, después de alcanzar un máximo en 2002 del 61.3% del PIB, en 2005 habría descendido a un 45.9% del PIB.
La cifra, lejos de ser una mala broma del día de los santos inocentes, a pesar de que no es definitiva porque falta terminar el año para realizar las revisiones correspondientes implica que en 2005 fructificaron los esfuerzos para la liberación y cancelación de pagos, primordialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), motivando una caída del endeudamiento de la región de más de quince puntos del PIB.
En el texto “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2005”, encontramos que entre los factores que explican esta reducción de la vulnerabilidad externa sobresalen la generación de un superávit fiscal primario (esto es, sin contar los intereses de la deuda), el crecimiento de las economías, los procesos de reestructuración de la deuda y la apreciación de las monedas nacionales respecto al dólar.
De la política fiscal, la CEPAL destaca que, mientras los ingresos fiscales aumentan impulsados por la mayor actividad económica y los altos precios de algunos de los productos básicos que la región exporta (además del petróleo subieron los precios de otros insumos agrícolas), la mayor disponibilidad de recursos no se ha traducido en mayores gastos. Por el contrario, los crecientes excedentes son utilizados para aminorar el endeudamiento público en forma más acelerada que en los países desarrollados (donde aumentó) y que en las demás economías emergentes.
La recaudación tributaria de 2004 y 2005 ha sido la mayor desde 1990. El crecimiento de la economía mejoró la recaudación pública junto al aumento de los precios de los hidrocarburos y minerales en que se especializan algunos países, lo que se tradujo en un importante crecimiento de los recursos fiscales.
Si se compara la recaudación proveniente de hidrocarburos y minerales estimada para el año 2005 con aquella generada en el año 2002, el aumento en la recaudación ha representado en Bolivia, Chile, Ecuador, México y Venezuela entre 2% y 3% del PIB.
Una buena parte del resultado fiscal en el periodo 2003-2005 se explica por la mejora registrada en las cuentas públicas de los gobiernos subnacionales (estatales o provinciales, según el país). A diferencia del pasado, en los países más descentralizados, como Argentina, Brasil, México y Colombia, los gobiernos subnacionales aportaron para bien a los resultados fiscales.
En Argentina, Brasil y Colombia, el resultado primario de los gobiernos subnacionales correspondiente al 2004 fue mayor al 1% del PIB, ubicándose en los tres casos en los valores más altos desde 1990. Para el 2005, en Brasil el superávit de los gobiernos subnacionales apunta a crecer. En cambio, en Argentina y Colombia, los gobiernos subnacionales alcanzarían nuevamente un resultado superavitario pero en un nivel inferior al del año pasado.
Otra novedad destacada en el informe se refiere a que este desempeño fiscal, sumado a la acumulación de reservas y a la necesidad de los gobiernos de demostrar un compromiso autónomo con la solvencia fiscal, está resultando en un menor incentivo por parte de las autoridades de los países para celebrar acuerdos de derechos de giro con el FMI.
De seis países grandes: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela, únicamente Colombia tiene un acuerdo de derechos de giro (stand by agreement). En esta línea debe entenderse el anuncio de principios de diciembre por las autoridades de Brasil y Argentina de anticipar, antes de que termine el año, el pago total de su deuda con el FMI por 15 mil 460 millones de dólares y 9 mil 800 millones de dólares, respectivamente.
SERPIENTES Y ESCALERAS
La región está dando pasos importantes para cuidar la salud de las finanzas y de la macroeconomía. Después de tantos sacrificios que la población ha debido realizar en los últimos treinta años, lo menos que podemos aguardar es que prosiga la vigilancia del gasto y se fomente una administración más prudente de los recursos, de tal suerte que el ciclo se alimente de más gasto de inversión, en relación con el gasto corriente.
Hay mucho trabajo por delante como para echar las campanas al vuelo, pero creo que estamos abriendo un frente de oportunidades cuyos frutos, quizá, servirán a las generaciones de latinoamericanos más pequeños de edad. Lo importante es cambiar la morfología de los claroscuros a favor de más claros que son, menos riesgos.
Entre los retos que organismos como la CEPAL advierten para el 2006 tenemos: 1) La región mantiene características estructurales que requieren atención dado que persiste una débil y desigual estructura tributaria y una importante dispersión del esfuerzo fiscal entre países. El fortalecimiento de los ingresos fiscales permitiría cumplir con tareas pendientes en los sectores públicos, como aumentar la inversión pública, mejorar la prestación de servicios sociales y superar significativas deficiencias de los sistemas de seguridad social en cuanto a cobertura y solvencia. 2) Entre las actividades pendientes resalta la conveniencia de que los exportadores de hidrocarburos y minerales aprovechen los altos precios actuales del petróleo para diversificar su estructura tributaria y fortalecer su situación fiscal. Varios de estos países tienen fondos de estabilización y ahorro en los últimos años, pero algunos de ellos no están acumulando recursos suficientes. 3) También debe tenerse en cuenta que muchos países mantienen una muy alta proporción de deuda respecto del PIB. En este sentido, la hipótesis de un contexto internacional caracterizado por tasas de crecimiento más bajas e intereses más altos va a requerir, de parte de los gobiernos, aplicar medidas de prudencia fiscal, que permitan seguir reduciendo la relación deuda/producto.
Para el caso especial de México, las reformas estructurales se vuelven imprescindibles e impostergables, ya se nos fueron doce años en blanco y estamos pagando el costo. Pero la buena noticia es que en el 2006 dominará en el Congreso el interés nacional sobre de los cotos de poder político y todos serán capaces de dialogar y dejar al lado el sectarismo. Todo buen final es posible porque hoy es 28 de diciembre.
Agradezco sus comentarios a: claulunpalencia