Multinacionales y energía en A.L.

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Multinacionales y energía en A.L.
-Reflexiones de la integración energética
-Las reservas de México. Su composición

América Latina arrastra una terrible dualidad en su relación con Estados Unidos, misma que predomina en los lazos energéticos en la región atrapada en el doble discurso anti-imperialista pero al mismo tiempo seducida por el capitalismo que pasa la charola con millones de dólares de por medio.
 Qué extraña forma tenemos los latinoamericanos de repeler el capitalismo yanqui, vistiendo Levy´s, comiendo Mac Donald´s y soñando con Nueva York. Todavía es más enfermiza en la falta de coherencia de algunos gobernantes como el caso de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, confrontado en el discurso con Washington, pero permitiendo condiciones de privilegio para las multinacionales energéticas estadounidenses, tales como ChevronTexaco y ExxonMobil, ambas participantes de varios proyectos de explotación energética en Venezuela.
 A esta circunstancia debe añadirse que Venezuela exporta a Estados Unidos el 60% de su petróleo,  con la lógica implicación de que las relaciones comerciales fomentan una categoría de socios.
 Este peculiar antagonismo  en el discurso, pero con ganancias constantes y sonantes, nos sirve de colofón para otros países de la región que por un lado quieren dar un grito de soberanía energética por medio de acuerdos de interconexión, hablando de garantizar el suministro para los latinoamericanos, pero al mismo tiempo, le abren las compuertas del negocio a las multinacionales estadounidenses.  Un ejemplo es el gasoducto Colombia-Venezuela-Panamá, un contrato entre la Empresa Colombiana de Petróleos y la ChevronTexaco.
Es una clase de dignidad muy a medias que provoca confusiones cuando hurgamos en los propósito de crear alianzas subregionales, regionales y entre países para construir gasoductos, oleoductos, plataformas continentales; para delinear zonas energéticas comunes que ya son tantas, y de manera tan desordenadas, que francamente no les encuentro sentido de beneficio para la población.
 ¿Qué hace la diferencia entre  Petrosur, PetroAmérica y Petrocaribe? No hay diferencias, más bien puntos de coincidencias en la voracidad de los países que tienen petróleo para venderlo más y más sin importar que es un recurso no renovable.
 Petrocaribe se le ocurrió al presidente Chávez con la finalidad de que Venezuela suministre crudo con precios preferenciales a los socios de Petrocaribe. Entre los objetivos encontramos: 1) Contribuir a la seguridad energética, al desarrollo socio-económico y a la integración de los países del Caribe, mediante el empleo soberano de los recursos energéticos, todo esto basado en los principios de integración “Alternativa Bolivariana para América, (ALBA). 2) Con el propósito de activar el Fondo ALBA- CARIBE, Venezuela aportará un capital inicial de 50 millones de dólares. 3) Todos los términos y condiciones de los convenios de financiamiento aplicable se establecerán mediante conversaciones bilaterales con dichos países. 4) Con el fin de dar inicio a las operaciones, la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha creado una filial de propósitos especiales bajo la denominación social PDV CARIBE. 5) Venezuela concederá a los países miembros un financiamiento de largo plazo sobre del precio del barril a financiar. 6) Cuando el precio exceda los 40 dólares, el periodo de pago se extenderá a 25 años, incluyendo los dos años de gracia referidos, reduciendo el interés al 1 por ciento. Para el pago diferido, Venezuela podrá aceptar que parte del mismo se realice con bienes y servicios, pactados con precios preferenciales. 7) Los productos que Venezuela podrá adquirir a precios preferenciales serán insumos como el azúcar, el banano u otros bienes o servicios.
GALIMATÍAS
Como no podíamos quedarnos atrás, el presidente Vicente Fox tuvo la genial idea de que dentro del Plan Puebla Panamá, surgiera la “Declaración de Cancún”, firmada el mes pasado por el presidente Fox y los respectivos  homólogos de Centroamérica. ¿Para qué nos sirve a los mexicanos la Integración Energética Mesoamericana?.
En declaraciones a la prensa, los presidentes de Guatemala, Honduras y Costa Rica, mostraron su beneplácito por acercarse a México y obtener facilidades energéticas para países ampliamente necesitados de los recursos como el carbón y el petróleo; entonces se habló de construir infraestructura para tales propósitos. Los estimados son de varios miles de millones de dólares. ¿De qué país van a salir los recursos?.
Bajo la lógica del futuro de los energéticos, la prioridad de México debe ser  el suministro de la planta productiva y de las necesidades de los mexicanos; despetrolizar las finanzas públicas, reducir el ritmo de exportaciones y hacer reservas. Las reservas energéticas que acumulemos hoy, harán la diferencia el día de mañana.
En contraparte tenemos un cuadro distinto con acuerdos de explotación  para supuestamente garantizar el abasto, guiados por una mano de las translatinas petroleras, principalmente Petrobras; y por la otra mano de las multinacionales estadounidenses ChevronTexaco y ExxonMobil y las europeas Repsol YPF, British Petroleum y TotalFinal Ef. Todas dispuestas a deshojar a la margarita y quedarse con una buena parte del petróleo del que tenemos que hacer reservas propias, de manera muy egoísta.
Así es que observo con gran preocupación la malicia oculta en los supuestos  planes anti yankees energéticos que no hacen otro cosa más que facilitarles el camino.
SERPIENTES Y ESCALERAS
De acuerdo con información de PEMEX, al primero de  enero de 2005, la agregación de las reservas remanentes probadas, probables y posibles, también conocidas como totales, ascendieron a 46 mil 914.1 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. En la integración de las reservas en sus diferentes categorías, encontramos que: el  37.6% son reservas probadas; 33.8% reservas probables; y 28.6% son reservas posibles.
La distribución regional de las reservas totales en petróleo crudo equivalente es la siguiente: 44.3% en la Región Norte; 31.5% en la Región Marina Noreste; 14.6% en la Región Sur; y 9.6% en la Región Marina Suroeste.
La distribución por fluidos de las reservas totales para 2005  evidenció que  el aceite crudo contribuye con 71% del total, el gas seco con 19.9%, los líquidos de planta agregan 7.3%, y el condensado 1.8 por ciento. Lo anterior indica que la mayor parte de los yacimientos del país son de aceite, y por tanto el gas natural en su mayoría es gas asociado.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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