Hacienda y los ajustes económicos

 
Al cuarto para las doce, en la recta final del año, Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, reajustó a la baja la meta del crecimiento para el país en 2005 con un PIB esperado de 3 por ciento.
 A lo largo del avance de los meses hemos visto que, poco a poco, se nos ha ido cayendo el pronóstico del crecimiento, se fue desinflando a pesar de la liquidez que tiene el país y el entorno internacional.
 Los expertos del Banco de México le ganaron otra vez al equipo de Gil Díaz en Hacienda, en cuanto al análisis del entorno y la valoración de señales que arrojan menores niveles de crecimiento.
 Desde los primeros días de noviembre, Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, declaró a la prensa que no podría lograrse la meta de un PIB de 3.5% este año y que la economía mostraba indicios de un crecimiento menor ubicado entre 3.25% y  2.75 por ciento.
 El comentario de Ortiz Martínez fue seguido de otros tantos más por parte de Gil Díaz quien refrendó el 3.5 por ciento.
 Finalmente, la meta se nos cae otra vez, tras el nuevo reconocimiento oficial por parte de Gil Díaz de que el PIB será mucho menor y cercano al 3 por ciento.
 Ha sido un año de muchas controversias en cuestión del crecimiento a todas luces insuficiente, errático, enclenque y en el que Hacienda ha querido meter las manos  en la revisión de las cifras elaboradas por el INEGI, porque Gil Díaz se llegó a sentir insatisfecho de las primeras señales negativas reveladas desde el segundo trimestre del año.
 Muy pronto quedarán para consulta, las gráficas de este sexenio que pasó de noche, con calificación de mediocre en materia de crecimiento,  y que debe darle las gracias a los bancos, las empresas de autoservicio y departamentales por la colocación de diversas líneas de créditos que son la base principal del consumo de los mexicanos y de la supervivencia de los proveedores.
 Un breve recuento de lo  planteado, y de lo cumplido, nos permite observar el panorama desde otro ángulo: en 2001, la meta del PIB fue de 4.5%, la realidad llevó a la economía a una caída de 0.1 por ciento. En 2002, se estimó un PIB de 1.7% pero el crecimiento fue de 0.7 por ciento. En 2003, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) descansó sobre un pronóstico del PIB de 3% y la economía únicamente creció 1.3 por ciento. Para 2004, la meta de crecimiento fue de 3.1% y sorpresivamente, incluso para Hacienda y Economía, México se recuperó y creció 4.4, siendo calificado de "llamarada de petate" porque nadie lo anticipaba. En las metas de 2005, el PIB esperado por Hacienda era de 3.5%, ahora es de 3 por ciento. Y falta ver si lo logramos.
 Existen claros indicios de una menor aceleración en la economía de Estados Unidos, que es hoy por hoy el principal componente del mercado externo de México, el factor de correlación del ciclo de la manufactura, la maquila y la industria automotriz.
Precisamente el comportamiento de la industria automotriz, su análisis y seguimiento, permite comprender cuánto ha sucedido con el mercado interno y externo.
A nivel nacional, en noviembre de 2005, la venta de autos al público sumó 100 mil 755 unidades un incremento mensual de 12% y anual de 1.3%, mientras que en la red de distribuidores fueron colocados 112 mil 047 unidades. De esta forma, los aumentos acumulados por las ventas internas minoristas y mayoristas en los primeros once meses del año fueron de 3.8% y 3.5%, en cada caso.
Para el mercado externo, la exportación de vehículos automotores fue de 129 mil 109 unidades, con  una ligera baja mensual de 0.5 por ciento.  Circunstancialmente la economía de Estados Unidos sigue con altas y bajas, con sectores que no acaban de recuperarse prueba de ello son las menores compras de automóviles, de bienes duraderos y las constantes peticiones del seguro de desempleo, a lo que hay que añadir el impacto del huracán Katrina en el tercer y cuarto trimestre del año.
SERPIENTES Y ESCALERAS
 En la información económica más relevante que surge en la recta final del año tenemos que la producción industrial en México aumentó en términos reales 2.6% en el décimo mes de 2005 con relación a igual mes de un año antes, resultado del crecimiento de tres de sus cuatro componentes.  La industria manufacturera subió  2.7% a tasa anual; la producción de las empresas de transformación fue superior en 2.7% y la maquila de exportación aumentó 3.3 por ciento.  La industria de la construcción avanzó 4.2% y la generación de electricidad, gas y agua 0.8% en el mes de referencia.
Por su parte, la minería registró una variación negativa de 0.8% debido a la baja de 5% en la producción petrolera derivada de la menor extracción de petróleo crudo; en cambio la no petrolera aumentó 4.5%, como consecuencia de los mayores volúmenes obtenidos de oro, plata, carbón mineral, yeso, dolomita, zinc, feldespato, cobre y plomo.
En los primeros diez meses de 2005, la actividad industrial del país tuvo un aumento de 1.3% con relación al mismo periodo de 2004. Por componentes, la construcción subió 2.8%; la industria manufacturera 1.1%; la minería 0.8%; y la generación de electricidad, gas y agua lo hizo en 0.4 por ciento.
En lo que respecta al desempeño de la producción manufacturera, el INEGI elabora un seguimiento puntual para diecisiete entidades federativas seleccionadas.
 Como sabemos, en el octavo mes del presente año, la industria manufacturera del país registró un crecimiento de 2.2% en comparación con el mismo mes de 2004. 
  En el ámbito regional dieciséis de las entidades federativas consideradas reportaron incrementos: Aguascalientes 18.6%; Puebla 11.7%; Jalisco 5.8%; Coahuila de Zaragoza 5.5%; Morelos 5.2%; Nuevo León 5.1%; Querétaro  4.7%; San Luis Potosí y Yucatán con 4.4% en cada una; Sinaloa 4.3%; Baja California 4.2%; Estado de México 4%; Veracruz 3%; Durango 2.7%; Sonora 1.8%; y en el Distrito Federal fue de 0.4 por ciento.
El comportamiento observado en la industria manufacturera de Aguascalientes y Puebla  derivó fundamentalmente de la mayor actividad que mostró la división de productos metálicos, maquinaria y equipo. En tanto que,  en Jalisco fue resultado principalmente del dinamismo en la  industria de alimentos, bebidas y tabaco.
En sentido opuesto, el  nivel de la producción manufacturera cayó a tasa anual en Tlaxcala, con una variación de 7.2% debido primordialmente al descenso registrado en las divisiones de alimentos, bebidas y tabaco; productos metálicos, maquinaria y equipo, y en la de textiles, vestido y cuero, durante el mes de referencia.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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