Trabas para López Obrador

A Andrés Manuel López Obrador, de la alianza “Por el bien de todos”,  el candidato con más posibilidades de ganar la Presidencia, lo quieren convertir en una moderna versión de Harry Houdini, ante la cantidad de trabas, obstáculos y candados que el Sistema desde adentro intenta ponerle con la finalidad de asegurar la continuidad del Estado Neoliberal y la protección al capital privado en especial, el extranjero, anidado primordialmente en el sistema financiero.
 López Obrador, representante en las urnas de la coalición entre el PRD,  Convergencia y PT, ha denunciado en las giras de campaña, que el Ejecutivo, junto con el PRI, PAN y el PVEM en la Cámara de Diputados pretenden llevar a cabo varias reformas constitucionales con la finalidad de acotar las funciones del presidente electo para el periodo de 2006 a 2012.
 En efecto, hay un paquete de reformas constitucionales que pretenden quitarle la exclusividad a la Cámara de Diputados para la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que se realiza cada año; al mismo tiempo  están las propuestas de darle una autonomía a diversas instituciones del sistema financiero mexicano, por medio de una reforma similar a la que aconteció con el Banco de México en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo.
  Las iniciativas se encuentran en dos dictámenes que han suscitado la controversia actual porque algunos analistas consideran que ambas llevan “nombre y dedicatoria”.  Los cambios planteados son  a los artículos 25 y 31 de la Constitución, así como a los artículos 73, 74 y 75 de la misma Carta Magna.

El primer dictamen busca que la Cámara de Diputados comparta junto con el Senado la facultad de la aprobación anual del PEF. Dejaría de ser  una acción exclusiva de los diputados.
En los últimos años, a nivel nacional se insistió mucho acerca de la necesidad de cambiar la fecha para que Hacienda entregara el PEF a la Cámara de Diputados para el análisis pertinente y el seguimiento del proceso para su correspondiente votación y aprobación.
Varias veces llegó a suceder que  al filo del 31 de diciembre inició la votación para  comenzar el año con presupuesto. Por esa razón, tenemos que, en la actualidad, Hacienda envía el proyecto de egresos, la ley de ingresos y la miscelánea fiscal en el mes de septiembre para que la Cámara de Diputados empiece el proceso que le corresponde mismo que deberá culminar a más tardar el 15 de noviembre con el presupuesto  aprobado, de acuerdo a lo señalado por el artículo 74 de la Constitución.
 Ahora, el dictamen mencionado, le añadirá al mecanismo de aprobación del presupuesto que éste pasé al Senado dotado con una mayor facultad que la Cámara de Diputados.
¿Qué implicaría? Como se trata de un proceso electoral en el que la moneda está echada al aire,  y nos hemos llevado varias sorpresas, como la candidatura de Felipe Calderón Hinojosa, por el PAN y el repunte de su popularidad, significa que si hoy consideramos que puede repetirse el escenario de los últimos dos sexenios de presidentes que llegan a gobernar sin la mayoría en el Congreso, también, por esta misma moneda al aire, se puede revertir.  López Obrador ha insistido en sus discursos de campaña en que “por favor ayúdenme a gobernar. Voten por el PRD para el Congreso”.
En la gente se percibe un hartazgo por una democracia que  en la Cámara de Diputados no ha funcionado porque el pluralismo que se buscó para dar contrapesos ante el Ejecutivo se utiliza como un  coto de poder en las curules.
Desde ahora el Sistema pretende con la aprobación del dictamen asegurar que si López Obrador gana y obtiene una posición importante de diputados en el Congreso, su margen de maniobra sea reducido para proponer un presupuesto con holgura para determinados programas sociales o populistas, dado que, después de pasar por la aprobación de la Cámara de Diputados, deberá pasar el filtro más importante: el Senado. La intención de forma y de fondo es que se siga asegurando un presupuesto que no lesione las finanzas públicas, ni que retorne a un déficit superior al uno por ciento.
Por el otro lado, el segundo dictamen de los artículos 25 y 31 de la Constitución pretende dar autonomía presupuestal y de gestión al Servicio de Administración Tributaria (SAT); Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV);  Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR); y Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Después del SAT que tiene una actividad muy delineada en materia de recaudación tributaria y fiscalización, las demás instituciones que menciono en el párrafo desempeñan una función toral y altamente sensible en el sistema financiero; por la labor de supervisión de la CNBV en un segmento altamente extranjerizado, el de las instituciones de crédito, casas de bolsa, arrendadoras, empresas de factoraje; etc.
El modelo que se propone es similar al esquema de gobierno del Banco de México, lo que de aprobarse, le daría al presidente Fox la capacidad de nombrar a los titulares de las dependencias destacadas  para desempeñar el cargo en los seis años del próximo gobierno.
Con los cambios,   se pretende asegurar un escaso margen de influencia y de acción del próximo presidente sobre de los intereses del capital privado nacional y extranjero en los que descansan los ahorros de los mexicanos; los créditos que otorgan; y el dinero del ahorro para el retiro de los trabajadores de este país.
GALIMATÍAS
 Si los dictámenes son aprobados, el próximo presidente de México tendrá una estrecha capacidad de maniobra, por los candados internos, y por las políticas y acuerdos supranacionales. Además de que recibirá una herencia de directivos desempeñando el papel de guardianes del capital extranjero.
SERPIENTES Y ESCALERAS
En el 2006 habrá elecciones para presidente en México y en otros países de América Latina, no es poco probable que la región se pinte de gobiernos de izquierda, aceptados por Estados Unidos.
El punto es que esos políticos que cimientan sus campañas electorales con discursos anti globalización y anti neoliberales, llegan al poder atados de las manos por que tienen que cumplir “a rajatabla” con programas económicos externos.
Igualmente, es tal la penetración del capitalismo multinacional que asume por igual, gobiernos blancos o rojos, siempre y cuando aseguren las ganancias y el mejor de los escenarios.  El dinero no tiene color político ni sentido de patria, quiere las mayores garantías y los menores riesgos.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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