Bajo el grito de “Viva Cristo Rey”, beatifican a mártires con gran lleno en el Estadio Jalisco

El ahora beato Luis
Magaña Servín, era
originario de
Arandas, Jalisco
Foto: Internet

Ciudad de México.- 20 de Noviembre del 2005.- Bajo el grito "Viva Cristo Rey", 10 laicos y tres sacerdotes asesinados durante la persecución religiosa fueron declarados beatos en una misa celebrada en el Estadio Jalisco.

Ante unas 60 mil personas, el Cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación de las causas de Los Santos, los proclamó Beatos de los Siervos de Dios en medio de una aclamación general.

De los hoy beatificados, siete son laicos: Anacleto González Flores, Luis Padilla Gómez, Jorge Vargas González, Ramón Vargas González, Ezequiel Huerta Gutiérrez, Salvador Huerta Gutiérrez, Luis Magaña Servín, Miguel Gómez Loza, Leonardo Pérez Larios y José Sánchez del Río.

Los sacerdotes son José Trinidad Rangel, Andrés Solá y Ángel Darío Acosta.

La ceremonia, presidida por Saraiva Martins y el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez se efectuó en una altar colocado en la parte norte de la cancha del estadio y del otro lado se colocaron las fotos de los beatos en medio círculo.

A las 17:55 horas, el Cardenal Saraiva Martins dio lectura a la carta apostólica firmada por su santidad Benedicto XVI en lo que los declara Beatos Siervos de Dios.

En la primera fila se encontraban el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza; su esposa y una de sus hijas; el presidente municipal de Guadalajara, Emilio González Márquez; y esposa; el ex gobernador de Guadalajara, Alberto Cárdenas Jiménez; y su esposa.

Así como el alcalde de Tepatitlán, Leonardo García Camarena; y esposa; el diputado federal Fernando Guzmán y su esposa, así como el abogado del Cardenal Sandoval Iñiguez, José Antonio Ortega.

A las 17:00 horas la ceremonia inició con la procesión de los oficiantes encabezados por los Cardenales Saraiva y Sandoval, por el nuncio apostólico Giuseppe Bertello, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Martín Rábago, seguidos de unos 40 obispos procedentes de todo el país.

A las ceremonia asistieron contingentes de las Diócesis de de Guadalajara, León, Veracruz, Zamora y San Juan de los Lagos, lugares de origen o donde fueron asesinados los hoy beatos.

"Los beatos descendieron pacíficamente el derecho a la libertad religiosa, aún con su propia sangre", dijo durante la homilía el Cardenal Saraiva Martins.

"Anacleto González Flores y sus compañeros buscaron ser agentes del perdón en una época en la que el pueblo estaba dividido", aseguró el enviado del Papa Benedicto XVI.

Propuso a los jóvenes tomar como modelo a José Sánchez del Río para dar su testimonio en el ambiente de indiferencia y de hedonismo que se vive en la actualidad.

Durante la misa se elevaron oraciones por los jefes de estado y los legisladores, para que "hagan de nuestra patria un lugar de paz, donde reine Cristo".

Se pidió para que el ejemplo de Anacleto González Flores y sus compañeros mártires alimente el valor y generosidad en la verdadera libertad de espíritu de los mexicanos. (Notimex)

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