Divertida velada con la periodista Elena Poniatowska en la Galería del Centro Cultural del Bosque

La periodista tiene un  excelente
 sentido del humor
Foto: Internet

Ciudad de México.- 16 de Noviembre del 2005.- "Si no fuera escritora hubiera sido una sensual cantante de cabellera roja y vestido negro ceñido al cuerpo, o me hubiera dedicado a algo más fácil que la escritura, que a veces es muy ingrata y requiere de grandes sacrificios", aseguró Elena Poniatowska, al participar en el ciclo "Conociendo a…".

Célebre por sus escritos sobre el movimiento estudiantil de 1968 y el terremoto de 1985 en México, la también periodista mostró anoche su poco conocida vena cómica y ocurrente, en la charla que protagonizó en la Galería del Centro Cultural del Bosque, de esta ciudad.

La autora de "La piel del cielo", "Hasta no verte, Jesús mío" y "El tren pasa primero", su última novela, arrancó las risas del público al narrar algunos pasajes de su vida, entre los que destaca su sueño frustrado de imitar a la diva Rita Hayworth, y cantar sobre un piano de cabaret.

Poniatowska se describió como una mujer de escritura "sexy", de letras que celebran la vida y se alejan del aburrimiento, pues en sus propias palabras, los suyos son textos sabrosos y vitales, que buscan darle algo más que erudición al lector.

La ganadora del Premio Coatlicue 1990, como la mujer del año, narró cómo en sus comienzos como periodista tuvo que entrevistar al novelista Francois Mauriac, quien la despidió a los pocos minutos de empezada la charla, pues la entonces naciente comunicadora no había leído ninguna obra suya.

"Le dije que había empezado una la noche anterior mientras estaba en la tina, y después de que me corrió, redacté la entrevista tal cual sucedió todo, y así le gustó mucho", relató Elena Poniatowska en medio de las carcajadas de quienes difícilmente imaginan a la escritora de hoy como una novel e inexperta periodista.

Sobre su quehacer en la literatura y el periodismo, la poseedora del Premio Alfaguara de Novela 2001 dijo que más allá de los géneros, lo que le interesa es realizar escritos de calidad, pues desea "morir habiendo escrito un gran libro".

Como quien ha se labrado un camino y un nombre en la literatura mexicana desde sus primeros años, Elena Poniatowska ha tenido algunos tropiezos que, señaló, se resumen bien en su novela "Paseo de la Reforma", dedicada a una de sus hijas, quien la calificara de "chafa".

La velada continuó salpicada de risas cuando la autora de "La noche de Tlatelolco" habló de su matrimonio con el astrólogo Guillermo Haro y la anécdota de su primer encuentro, en el que el científico la sorprendió con un beso que la enamoró perdidamente del que más tarde fue el padre de sus tres hijos.

Humana como todos, Poniatowska dejó ver un lado de su personalidad que encantó a los asistentes a la charla literaria, que también compartieron con la escritora las impresiones de sus libros, además de cuestionarla sobre algunos de sus personajes, la influencia del quehacer de su esposo y las novelas que más trabajo le ha costado escribir. (Notimex)

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