Los que nacieron al final de la 2a Guerra Mundial serán los ancianos más saludables de la historia

Ancianos que lucen jóvenes, tienen energía,
quieren sexo y buscan diversión
Foto: Internet

Ciudad de México.- 3 de noviembre del 2005.- Tómese un momento para viajar al 2046, cuando aquellos y aquellas que nacieron al término de la Segunda Guerra Mundial, tendrán entre 80 y 100 años de edad. Gracias a mejores hábitos en su estilo de vida, y gracias a los avances de la Medicina, ellos probablemente se convertirán en el grupo de ancianos más saludables de la historia. Y gracias a que para ese entonces tendrán la oportunidad de conservar un empleo (no como ahora que en todas partes rechazan a los viejitos), ellos serán los ancianos más pudientes de la historia (y gracias a que constituirán un enorme grupo de votación, podrían decidir quien sería el Presidente de un país).

¿Qué clase de naciones se verán beneficiadas por esa multitud de gigantes geriátricos? Si uno habla con personas cuyo trabajo consiste en pensar varias décadas adelante, surgen dos puntos de vista muy interesantes…

1. las personas que avanzan hacia la tercera edad tienen un gran futuro por delante.

2. Ese futuro lo comenzaremos a ver de inmediato.

“Ahora mismo nos estamos enfrentando a un futuro en el cual las personas de la tercera edad no necesariamente vivirán a expensas de los más jóvenes, sino que servirán a sus propios intereses y ayudarán a dirigir una nueva sociedad multigeneracional en la cual tendrán parte muy activa”, dice Ken Dychtwald, presidente de Age Wave, una empresa que orienta sobre lo que debe esperarse en los años venideros.

“Los ancianos pronto tendrán la posibilidad de convertirse en un grupo contribuyente, que podrá aportar más de lo que recibe”.

Comida, casas, relojes, zapatos, electrónicos, entretenimiento, usted continúe nombrando… Así como vayan los gustos de los ancianos, así irá el mercado. De hecho, los urbanistas, e incluso los comerciantes y diseñadores ya tienen en mente una provocativa imagen de lo que será la "calle del futuro”.

Por ejemplo, en el futuro los semáforos permanecerán más tiempo en rojo para permitir que un ejército de ancianos caminantes llegue sin peligro al otro lado de la calle.

En los restaurantes los menús se escribirán con letras más grandes para permitir que los ojos envejecidos de los ancianos pueden distinguir con toda comodidad los platillos que ofrecen (no como ocurre ahora que pocos alcanzan a ver lo que dice el menú).

Y el diseño de las viviendas será de tipo transgeneracional, de manera que todos, desde los que son jóvenes hasta los que envejecen, puedan vivir a gusto.

El cambio ya está aquí

No es tanto que los jóvenes serán olvidados por los prestadores de bienes y servicios, sino que la multitud anciana jamás volverá a ser ignorada.

“La demanda de este extenso grupo de personas envejecidas forzará a que productos de todas clases sean diseñados para todos los grupo de edad”, dice James Pirkl, experto en mercadotecnia. “En 2020 habrá el triple de personas de más de 85 años, en comparación con las que tenemos ahora. Por lo tanto, para ese entonces el enfoque de la sociedad habrá cambiado de manera espectacular”.

Algunos de los cambios referentes a la edad ya han empezado

Por ejemplo, en Estados Unidos la Asociación de Constructores de Vehículos de Recreación, dice que ya se están diseñando "vanes" pensadas para personas mayores, dirigidas hacia un estilo de vida definido por la comodidad, la libertad y la versatilidad.

Esos vehículos incorporan muebles de alta tecnología y conexiones a la televisión y a la Internet, para que sus ocupantes se mantengan en contacto con el mundo mientras se trasladan de un lugar a otro a todo lujo. “Incluso, muchos ancianos bien podría hacer de esos vehículos sus hogares permanentes”, dice James Pirkl.

En este mismo sentido, el fabricante de aviones Boeing ya ordenó a sus ingenieros trabajar en el “Avión de los Sueños”, el 787, que saldrá a la venta en 2008, todo diseñado para personas mayores de edad.

En esos aviones habrá más espacio para las piernas, asientos ergonómicos, alimentos naturales y sistemas de aire que mejorarán la respiración del viajero.

Y aunque habrá muchas personas de la tercera edad usando el 787, “no queremos que sus pasajeros se vean o se sientan como en un hospicio, ya que las personas mayores del mañana simplemente no querrán actuar como los ancianos que les precedieron”.

Con mente joven

Como arquitectos de una cultura obsesionada con la juventud, los nuevos ancianos; es decir aquellos que se mantengan activos y saludables, no se sentirán tan deteriorados cuando se miren al espejo. La razón proviene del sentido de bienestar que les proveerá la actividad física y la buena alimentacion; de hecho, nunca ha sido más fácil para las personas de la tercera edad desafiar a la Madre Naturaleza.

“Para muchas de esas personas, ahora mismo, 50 años son los nuevos 35, y ese tipo de pensamiento continuará a medida que las nuevas generaciones avancen hacia la tercera edad”, dice Marshal Cohen, analista de una firma que estudia el comportamiento de los consumidores. “Las personas se están haciendo más viejas, pero están pensando como si fuesen más jóvenes.

“Por eso, los expertos en mercadotecnia buscaremos cada vez más agradar a ese grupo", dice Cohen.

De hecho, ya se han lanzado al mercado empresas como Forth & Town, cuyo enfoque está dirigido a mujeres de más de 35 años. “Tiendas al menudeo, con un alto grado de especialización hacia las personas mayores, proliferarán e irán invadiendo cada vez más el comercio de toda índole.

“Por ahora, son pocas las tiendas que en los malls están orientadas a las personas mayores de 65 años, sin embargo ese grupo pronto representará un 20 por ciento de todas las ventas”, dice Cohen.

O sea que en lugar de ir solamente tras el mercado de la juventud, muchos fabricantes crecerán con los clientes de la tercera edad. “Alejarse de los jóvenes y acercarse a los viejos”, será uno de los grandes cambios del futuro inmediato”, asegura Cohen

La pregunta es ¿será posible que la edad tenga más fuerza que la belleza?

¿Acaso el hombre más sexy del año 2046 será un tipo de piel arrugada, elegantemente vestido? Para esa fecha, ¿las divas de Hollywood estarán representadas por Salma Hayek, que en ese entonces será abuela? ¿Y acaso el presidente de Estados Unidos de ese año podría ser el gurú de la tecnología Bill Gates, que para entonces tendría 91 años de edad?

Los expertos en mercadotecnia, los políticos, y los grandes empresarios, todos están muy excitados con los cambios que se avecinan.

“Regresemos por un momento el pensamiento al siglo XV, cuando aparecieron por primera vez los monóculos (lentes de un solo ojo). Ese invento agregó, de la noche a la mañana. 20 años a la vida de las personas de la mediana edad, en términos de que ahora la gente era más capaz de funcionar y de ser productiva”, dice dice Peter Sealey, experto en mercadotecnia. “Pues bien, en esta ocasión veremos una colección de instrumentos que hará que los 95 años de una persona se asemejen a los 65 de la actualidad. (Fuente: USAToday)

Sesenta y cinco…

A finales del siglo XIX, el holandés Otto von Bismarck propuso la edad de 65 años como aquella a la cual las personas deberían comenzar a recibir dinero del Seguro Social para su retiro. Pero en ese entonces muchas personas ya estaban muertas cuando llegaban a esa edad.

En el 2046 las cosas serán muy diferentes, de hecho, podría ser que la pensión del Seguro Social comenzara a recibirse a los 95 años de edad. “En otras palabras, las personas de menos de 90 años no se jubilarán sino que continuarán haciendo un trabajo productivo”, dice Peter Francese, un analista de tendencias demográficas.

“Estamos hablando de que en este momento, muchas de las personas de la tercera edad fueron a la universidad, y de que esas personas desearán seguir siendo productivas, mucho más allá de la edad del retiro”, asegura Francese.

En otras palabras, en el curso de este siglo la gente dejará de ver el envejecimiento como sinónimo de falta de salud e improductividad. Uno podrá ver personas de 70 años de edad en los campus universitarios, a la par de los jóvenes de 18 años.

Borrar la brecha

“Sería criminal descartar la experiencia de los viejos y hacer que su retiro se convierta en una gran pérdida para la sociedad”, dice la periodista Julie Winokur, quien escribió el libro “Los Años que Vienen”.

“Allá por la década de 1970, ciertamente hubo una verdadera brecha generacional entre los viejos y los jóvenes, dice Winokur. “Pero esa brecha dejará de existir para convertirse en una ‘transición fluida’ entre los que tienen menos y más años.

“Incluso, la gente comienza a darse cuenta de que una familia feliz es aquella en la que se vinculan los extremos de las generaciones (los niños y los ancianos). Una familila en la que los abuelos todavía contribuyan al apoyo de los hijos y de los nietos”, dice Peter Francese.

Los expertos en demografía creen que al igual que el mundo se benefició con la enorme cantidad de bebés nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, también se beneficiará cuando esos bebés comiencen a hacerse viejos.

En fin, los nuevos ancianos vendrán de una generación intrépida que no sólo fue a la universidad, sino que luchó por los derechos civiles, demandó el final de la corrupción y la injusticia y revolucionó la era de las comunicaciones.

La Tierra podría no ser suficiente para albergar las multitudes de la tercera edad que pronto invadirán el planeta. (Vanguardia.com)

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