México será foro mundial del agua

Del 16 al 22 de marzo de 2006, se llevará a cabo en la ciudad de México el IV Foro Mundial del Agua, al que asistirán diversos expertos en el tema del agotamiento de los mantos acuíferos, el rol de las políticas públicas y los enormes retos poblacionales que elevarán la tensión hídrica.
 La insuficiencia en la disponibilidad de agua de la que ha dado muestras con tendencia creciente la ciudad de México en áreas como Iztapalapa es un llamado de alerta, de atención, hacia un problema con indicios de presión social y civil.
 Hay que tomar decisiones pertinentes e incluso explorar proyectos de investigación con vías alternas para la obtención de agua dulce.
 De acuerdo con  Population Reports, entre  el aumento en la demanda  de agua dulce por una parte, y los suministros de agua limitados y cada vez más contaminados por otra, muchos países en desarrollo enfrentan decisiones difíciles.
El número de habitantes continúa creciendo, pero la tierra, según informa Population Reports, no tiene ahora más agua que dos mil años atrás cuando estaba habitada por menos de 3% de la población actual.
En la actualidad son 31 países habitados por menos del 8% de la población mundial, los que enfrentan un déficit crónico de agua dulce. Pero para el año 2025 se prevé que 48 países enfrentarán estos déficit, que afectarán a más de dos mil 800 millones de habitantes. Esto es 35% de la población mundial proyectada, según conclusiones a las que el propio Banco Mundial ha llegado con la asesoría de Population Reports.
Entre los países que probablemente se verán afectados por la escasez de agua en los próximos 25 años están Etiopía, India, Kenya, Nigeria y Perú.
Para algunos países con escasez de agua y rápido crecimiento de la población, -es el caso de China-, probablemente sea demasiado tarde para evitar una crisis. Muchos otros países pueden evitarla mediante la formulación de estrategias apropiadas.
Sea que el agua se use para la agricultura, la industria o los servicios municipales, existen amplias posibilidades de conservación y de un mejor aprovechamiento. En las estrategias debe considerarse no sólo la forma de regular mejor el abastecimiento de agua sino también cómo regular mejor la demanda.
Para evitar que a la larga se produzca una catástrofe, también es importante actuar ahora mismo y desacelerar el crecimiento de la población a fin de contener el aumento de la demanda de agua dulce.
El Population Reports hace dos propuestas: la primera, que todos difundamos de manera responsable la información que les he proporcionado a manera de crear conciencia en nuestros congéneres y por el bien de nuestro futuro inmediato. La segunda, que trabajemos en nombre de una “Revolución Azul” para conservar y ordenar los suministros de agua dulce en vista de un alza en la  demanda por el crecimiento demográfico.
A COLACIÓN
Uno de los principios básicos de la economía es la administración de recursos escasos a los cuales se debe hacer rendir al máximo a través de la búsqueda de técnicas para su optimización. El reto lo tenemos servido a la mesa.
Un mundo con problemas de agua es un mundo, vulnerable e inestable. En los albores del siglo XXI una crisis de agua puede obstaculizar el mejoramiento de los niveles de vida y la salud en un número cada vez mayor de países e incluso plantea el riesgo de francos conflictos por el acceso a suministros escasos de agua dulce. Basta recordar la actual controversia entre México y Estados Unidos.

El agua, indica el Population Reports, es literalmente la fuente de vida en la tierra. El 70% del cuerpo humano es agua. En varios lugares, los habitantes están extrayendo agua de ríos, lagos y fuentes subterráneas más rápidamente de lo que demora en renovarse.
Desde 1940 la extracción mundial de agua por año aumentó en promedio entre 2.5% y 3% por año, en comparación con un crecimiento anual de la población de 1.5% a 2 por ciento. En el decenio pasado la extracción de agua en los países en desarrollo aumentó a razón de 4% a 8% por año.
La insuficiencia de agua dulce probablemente sea uno de los principales factores que coarten el desarrollo económico en los decenios venideros, enfatiza el Banco Mundial.
Y es que el Almanaque Mundial nos recuerda que 70% de la superficie de la tierra es agua, pero la mayor parte de ésta es oceánica. En volumen, sólo 3% de toda el agua del mundo es agua dulce, y en su mayor parte no se halla generalmente disponible.
Unas tres cuartas partes de toda el agua dulce se halla inaccesible, en forma de hielo y glaciares situados en zonas polares muy alejadas de la mayor parte de los centros de población; sólo 1% es agua dulce superficial fácilmente accesible.  Ésta es primordialmente el agua que se encuentra en los lagos y ríos y a poca profundidad en el suelo, de donde puede extraerse sin mayor costo. Sólo esa cantidad de agua se renueva habitualmente con la lluvia y las nevadas y es, por tanto, un recurso sostenible.
En total, sólo un centésimo del 1% del suministro total de agua del mundo se considera fácilmente accesible para uso humano. Se considera que, mundialmente, se dispone de 12 mil 500 a 14 mil millones de metros cúbicos de agua por año para uso humano.
Population Reports proyecta que dentro de 23 años, la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5 mil 100 metros cúbicos por persona, al sumarse otros dos mil millones de habitantes a la población del mundo.

Aun entonces esta cantidad será insuficiente para satisfacer las necesidades humanas si el agua estuviera distribuida por igual entre todos los habitantes del mundo.
Pero las cifras per cápita sobre la disponibilidad de agua presentan un cuadro engañoso: el agua dulce mundialmente disponible no está equitativamente distribuida en el mundo, ni en todas las estaciones del año, ni de año en año. En algunos casos el agua no está donde la queremos, ni en cantidad suficiente. En otros casos tenemos demasiada agua en el lugar equivocado y cuando no hace falta.
Las cifras, que ya son indicio de un serio problema, están prontas a hacer explosión. En el año 2025 más de 2 mil 800 millones de personas vivirán en 48 países que encaran tensiones hídricas o escasez de agua, según datos revisados por la ONU.
 Hacia el 2050 el número de países con tensión hídrica o escasez de agua subirá a 54, y la población conjunta que no tendrá ni una gota de agua ascenderá a 4 mil millones de habitantes.
Sumemos esfuerzos para conservar el don más preciado de la vida: el agua.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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