Montiel y la supervisión bancaria

La  crisis de 1994-1995 combinada con operaciones dudosas, cuentas off shores, créditos relacionados y fraudes perpetrados en las instituciones de crédito fueron el comienzo de una cloaca que, por cierto, inició su destape previo a la crisis, con el escándalo de Carlos Cabal Peniche cuando el 5  de septiembre de 1994 la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anunció la intervención de Cremi-Unión propiedad del empresario tabasqueño.
A partir de entonces sucedió un efecto de contagio, y uno a uno, casi todos los bancos del sistema financiero mexicano que presumió de una privatización “exitosa” en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari pasaron a  planes de rescate, inyección de recursos (en bancos como Serfin se inyectaron recursos en más de seis ocasiones), intervenciones gerenciales, proceso de fusión; etc.
En la crisis del sistema financiero hubo muchos culpables empezando por una legislación laxa en el tema prudencial, por la ceguera de los supervisores de la CNBV y por la calidad moral de los neobanqueros introducidos en el sexenio salinista.
De manera sintomática, en el contexto internacional, en muchos otros países aconteció una crisis sistemática en los bancos con características similares. Los analistas internacionales lo explicaron como resultado de la liberalización del mercado, pero podríamos explorar otras hipótesis: una primera que deriva del derrumbe del régimen socialista donde la oligarquía sacó su dinero para protegerlo en otros países; la segunda, con la infiltración de la mafia y el narcopoder, que tras el derrumbe del socialismo, necesitaba blanquear su dinero llevándolo a diversos instrumentos y mercados.  No podemos dejar a la casualidad que varios países a finales de los ochenta y a lo largo de los noventa enfrentaron crisis tan peculiares.
A una década de distancia del quebranto bancario en México se llevaron a cabo diversas transformaciones en las leyes de supervisión financiera y bancaria; en los preceptos prudenciales; de reservas; seguro de depósitos; de morosidad; e índice de capitalización.
 En la parte contable cambiaron los principios para adoptar el famoso USGaap; en las transacciones, las autoridades supervisoras se comprometieron a vigilar el origen de toda operación superior a los 10 mil dólares y en cuanto a la protección de los ahorros, se instituyó un seguro que en caso de quiebra de un banco, cubre aquellos ahorros por un máximo de 400 mil UDIS, por persona y por institución, un monto que hoy en día equivale a un millón 300 mil pesos. Lo anterior significa que si una persona posee cuentas en diferentes bancos, todas ellas estarán garantizadas hasta por el monto señalado; en caso de que una persona tenga más de una cuenta a su nombre en un mismo banco, se le garantizará únicamente hasta 400 mil UDIS.
 ¿Qué me preocupa? Que a diez años de distancia, con el escándalo de Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México y precandidato del PRI para obtener la candidatura para la Presidencia, nuevamente nos enteremos de varios depósitos realizados en efectivo por cantidades millonarias en un banco. Entonces, ¿qué esta supervisando la CNBV? O es que otra vez habrá contubernio.
A COLACIÓN
En las últimas dos décadas han ocurrido cerca de 150 crisis bancarias en alrededor de 130 países. Dichas crisis han tenido lugar tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo.

La experiencia internacional indica que el costo de las crisis bancarias y la duración de las mismas varían de país a país. En algunos casos el costo total del rescate bancario, el cual normalmente se cubre en un periodo de 20 a 30 años, ha significado un monto equivalente a más de la mitad del tamaño de la economía de un país. Ciertamente, en otras naciones el costo incurrido ha sido menor, pero en la mayoría de los casos el costo equivale a una cifra que llega a representar dos dígitos del Producto Interno Bruto (PIB).
En México, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, el costo del rescate bancario fue del 14.4% como proporción del PIB. En otros países fue: Argentina 1980-82 (55.3%); Chile 1981-83 (41.2%); Uruguay 1981-84 (31.2%); Israel 1977-83 (30.0%); Indonesia 1997-98 (20-30%); Tailandia 1997-98 (20-30%); Corea del Sur 1997-98 (15-20%); Filipinas 1981-87 (19.8%); Venezuela 1994-95 (18%); España 1977-85 (16.8%); Malasia 1997-98 (10-16%);  Hungría 1991-95 (10%); Japón 1992-98 (8.8%); Finlandia 1991-92 (8%); Brasil 1994-95 (7.5%); Suecia 1991-93 (5%); Estados Unidos 1984-91 (3.2%)
 En cuanto a la duración de las crisis bancarias, éstas se han extendido en algunos casos hasta por ocho años, siendo el periodo mínimo de dos años. La experiencia internacional demuestra que una acción oportuna por parte de las autoridades permite reducir el costo a través de compras de cartera, fusiones bancarias y procesos de capitalización, entre otros.
Si bien el costo directo o implícito de un rescate bancario puede medirse a través de los recursos destinados a ese propósito como proporción del PIB, el impacto que representa una crisis bancaria para la dinámica de una economía es de mayor duración y muchas veces, de mayor envergadura. De acuerdo a estudios internacionales, el impacto negativo en el crecimiento económico puede extenderse mucho más allá del periodo en el que tuvo lugar la crisis en caso de que las autoridades no actúen a tiempo
Otro de los factores que inciden directamente en el costo del rescate bancario es el sistema de protección a los depósitos bancarios. Aun cuando la norma internacional vigente se concentra en sistemas de protección de los depósitos con cobertura limitada, es decir, no cubre la totalidad de los depósitos ni tampoco cualquier tipo de depósito, en 10 países existe una cobertura ilimitada para los depósitos.  En México, pasamos de una cobertura ilimitada a una limitada.
SERPIENTES Y ESCALERAS
 Banco Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, sigue  experimentando una expansión impresionante a la que la debe ponerse especial énfasis para evitar problemas futuros.
 Cada día hay más gente que está buscando los nuevos productos de Banco Azteca, desde la tarjeta de crédito, hasta abrir un guardadito en dólares por medio de inversión azteca en dólares a partir de 500 dólares y con la facilidad de efectuar retiros en pesos o en dólares. Las personas con remesas son las que están ahorrando en Azteca y  adquiriendo créditos express en Elektra sin tener la más mínima idea de los intereses.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

Redacción Azteca 21

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