Daños incalculables por Stan

 El cambio climático nos ha sumergido en una dura realidad confrontada ante una variable que el ser humano con toda su inteligencia y tecnología no puede dominar: la naturaleza.
 Es tiempo de que gobierno, sociedad civil y organismos internacionales  evaluemos el requerimiento de una mayor cruzada mundial para mitigar las alteraciones ambientales resultantes de la producción industrial impulsada por las energías fósiles.
 Los acontecimientos climáticos son asunto de todos los días con manifestaciones funestas mediante huracanes, tsunamis, terremotos, sismos, sequías severas, lluvias torrenciales; etc. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Worldwatch Institute deben reconocer que, en el presente y en el futuro, hay un asunto de primer nivel por la dimensión demográfica en riesgo.
 En consecuencia, el reto es prevenir, actuar proactivamente y sobre todo demostrar  capacidad de respuesta humana, técnica y económica en el acto del desastre. Dicho sea de paso, el cambio climático está dejando al descubierto que ni países ricos y poderosos, ni pobres y atrasados, tienen la preparación suficiente. Todos somos vulnerables.
 Después de las lecciones de Katrina en Estados Unidos, en México nos llovió sobre mojado como siempre en las poblaciones más pobres,  desprotegidas   y sensibles, porque los asentamientos humanos crecen en zonas que no deberían, pero ningún orden de Gobierno lo impide.
 Cuando nos convertimos en testigos mediáticos de la gravedad de Katrina, no imaginamos lo que aguardaba para el territorio mexicano, para diversas entidades del Sur-Sureste del país ubicadas en las últimas filas del vagón del crecimiento y del desarrollo.
 La tormenta tropical Stan ha dejado daños incalculables para Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Puebla y Tabasco; y como siguen cayendo las trombas,  algunos estados del Norte,  tal es el caso de Nuevo León y de Sinaloa, están pidiendo ayuda también por contingencias de las lluvias.
. A unos días del paso del fenómeno metereológico, el presidente Vicente Fox realizó una primera evaluación preeliminar por los daños de Stan:”Casi 20 mil millones de pesos”. Son  mil 850 millones de dólares, que gracias a los ingresos en dólares extraordinarios por el precio del petróleo, contamos con un gran margen para cubrir dicha cantidad.
 Por eso el mandatario ha ordenado con toda prisa  la liberación de los recursos y la instrumentación del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) que pertenece al Sistema Nacional de Protección Civil adscrito a la  Secretaría de Gobernación, a las órdenes de Carlos Abascal Carranza.
 Gracias a que tenemos ingresos extraordinarios hay una holgura para enfrentar la contingencia. Si no, ¿qué haríamos?
 La cuestión es que el Fonden, su operación, recursos,  capacidad de gestión, intervención y respuesta, están totalmente rebasados por una realidad latente que desafortunadamente apunta a más desastres.
 El Fonden es incapaz  de seguir con la estructura actual, la prioridad es dar cuerpo a una dependencia de Prevención de Desastres y Gestión de Reconstrucción que tenga un amplio margen de acción; detección técnica de asentamientos en riesgo; ejecución de programas de enlace con los gobiernos para la reubicación. En caso de desastres, coordinación entre las dependencias federales para  el peritaje; capacidad de respuesta en la evaluación de los daños y la aplicación de recursos y programas focalizados a la atención de las pérdidas. . Hay que considerar que el quebranto no es únicamente en las posesiones personales, de vivienda, lo es en los insumos, las cosechas y los bienes de producción.  Hay que ir pensando en generalizar un seguro de daños.
A COLACIÓN
 La gente en desgracia agradece siempre la valiente y decidida intervención del Ejército con el Plan DN-III. Las primeras tareas son las de salvamento,  reubicación,  atención médica, dotación de víveres, localización de familiares; etc.
 La reubicación de las personas no es una tarea fácil, mucho menos cuando pasa el tiempo y las necesidades son crecientes. Al respecto, algunas aportaciones  interesantes y creativas, las podemos encontrar en jóvenes  prospecto, netamente mexicanos. Recientemente, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se llevó a cabo la titulación, con mención honorífica, de la arquitecta Pilar Cruz Palencia con una brillante tesis titulada “Alojamientos emergentes”, resultado de la aplicación del conocimiento teórico y de la práctica de campo de introducirse  en las zonas de desastre en el país. Ojalá que el Gobierno Federal  valore el talento mexicano antes de que dejen al país por falta de estímulo, y se vayan más bien, a contribuir a Europa.
GALIMATÍAS
 Algunas acciones a favor de las comunidades  afectadas por Stan son: 1) El Senado acordó la aportación de un día de salario de todo el personal del Senado para apoyo a los damnificados. 2) El Senado aprobó la formación  de una comisión de coadyuvancia con el Ejecutivo presidida por Gilberto Borja Navarrete, la cual se encargará de planear la reconstrucción de la infraestructura básica. 3) El Senado exigió al Gobierno Federal declarar de inmediato zonas de desastre los municipios chiapanecos más afectados, así como condonar impuestos y prorrogar cuotas al Seguro Social. 4) La Sofol Hipotecaria Su Casita informó que aplicará un “Plan Respiro Emergente” en el estado de Chiapas, con el fin de apoyar a sus clientes en la reparación de sus viviendas o en el pago de sus créditos durante la etapa de recuperación económica.  La institución cuenta con este plan desde hace cinco años, el cual aplica en cada ocasión que alguna zona del país es afectada por algún desastre natural.  Los clientes de Su Casita que viven en Chiapas estarán en posibilidad de disponer de un crédito equivalente hasta por el 75% de las mensualidades de los siguientes seis meses, a una tasa de cero por ciento. Éste será destinado a la reparación y restauración de sus viviendas o para cumplir el compromiso financiero asumido ante la hipotecaria.  5) La Secretaría de Economía creó un fondo de garantía en Nacional Financiera para una derrama crediticia de 250 millones de pesos que pertenecen al Fondo PYME, que serán operados a través de la banca comercial e intermediarios financieros especializados, en condiciones preferenciales, para la reposición de capital de trabajo y activos fijos.  Además, se prevé la reestructuración de pasivos de las empresas que fueron afectadas por el fenómeno natural.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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