Eduardo Milán, voz singular de la poesía latinoamericana

El poeta uruguayo radicado en
 tierra azteca
Foto: Internet

Por Darío S. González M.
Reportero Azteca21

Ciudad de México.- 16 de octubre del 2005.- La Casa del poeta Ramón López Velarde, de San Luis Potosí, bajo los auspicios de la Secretaría de Cultura del estado, ha publicado un número más de “Papeles de la casa”, dedicado al poeta uruguayo radicado en México, Eduardo Milán (1952-). El número contiene una selección de 24 poemas del libro “Querencia, gracia y otros poemas” (2003).

Después de leer algunos poemas de Milán, uno no puede sino quedarse con un dejo de resistencia, rebeldía e irreverencia que el poeta ha conseguido transmitir por vía de la palabra que llega a expresar tanto con tan poco. En cierta ocasión, y haciendo alusión a “Pedro Páramo” (obra que, dicho sea de paso, fue decisiva para la vida del poeta), Milán afirmó que vino de Uruguay a México huyendo de la racionalidad implacable, estéril y, para tal efecto, nada mejor que la poesía: “Cuando ya no hay qué/ decir, decirlo. Dar/ una carencia, un hueco con la conversación,/ un vacío de verdad: la flor,/ no la idea, es la diosa de ahí.”

Conciso y contundente, Milán se inclina por lo intenso más que por lo extenso y, pese a ello, no deja de abrir abismos en las profundidades del alma, así sea en tres versos: “Cuando caí encontré a mi padre/ en el suelo, escuchando la tierra,/ buscando paz en el pasto, cerca de la vaca.”

En su obra muestra la preocupación por defender el oficio de escribir poesía por gusto: “Escribir por inmediatez,/ no por culpa, no por fuga/ del estar escribiendo, ese lugar/ en tránsito constante hacia otro/ lugar en tránsito.[…]”; y también por compromiso: “Escribo porque me dijeron/ que el dinero había acabado con la fábula./ Escribo quiere decir ‘vine aquí’,/ ¿qué otra cosa puede querer de mí el futuro?”.

Milán así concibe el escribir “[…] como un círculo,/ como la creación de una cabeza de viento./ Es como abejas alrededor de algo/ así como un panal, así como una dulzura/ saliendo de tus senos por una vez posible:/ ésta.[…]”.

La materia principal de todo poeta son las palabras, esas que utilizamos en el mercado, en la calle, en las situaciones solemnes; sin embargo, el poeta tiene la habilidad de hacer con su materia prima lo que el mago hace con un conejo. Milán no es la excepción, y es notoria la afición que tiene por construir juegos de palabras y de ideas (propuesta que, dicho sea de paso, viene arrastrando desde tres poemarios anteriores: “Errar”, publicado en 1991; “La vida mantis”, en 1993, y “Nivel medio verdadero de las aguas que se besan”, en 1994) teniendo como resultado no uno sino varios conejos: “[…]La esfinge se ofrece,/ el enigma se esconde. En ti es por donde. Por donde/ la esfinge es, finge. Por donde el enigma enigma,/ enigma.”

Como en cada acto de magia, el espectador siempre se queda sorprendido y confundido, mas no importa, en el fondo, ése es uno de los efectos de la buena poesía: “Palabras reales no son/ palabras verdaderas. Palabras reales/ son las palabras del poema cuando son materiales (antes eran encarnadas:/ se las llevaron los dioses)./ Pero no son verdaderas porque no dicen/ la verdad.[…]”

También canta a la alegría y al compromiso que tiene todo humano: “Tú debes ser feliz porque sí,/ porque así es. Y si no puedes/ igual debes ser feliz en homenaje/ a los caídos que mantienen el linaje/ tejedor.” En particular, estamos más obligados a ser felices quienes vivimos bajo los atropellos de gobiernos imperialistas, de quienes se pensaría no estamos destinados sino a sufrir: “En cuanto a esto, siempre hay/ un Imperio por caer; en cuanto a éste/ ya cayó: está escrito con minúscula en el suelo[…]”.

La selección que se presenta, si bien no es suficiente para el conocimiento de la obra del poeta, al menos es una atractiva invitación para conocer lo último de la producción de este escritor, de modo que se perfila como lectura obligada para quienes se interesan en la poesía hispanoamericana contemporánea y, en general, para quien suela deleitarse en el mundo de la poesía.

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