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Por la Espiral - September 27, 2005

BMV vive rally petrolero

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) vive uno de sus mejores momentos  de los últimos años situándose a nivel internacional en una posición destacada por sus márgenes de ganancia y rentabilidad entre los mercados emergentes pero también haciendo la competencia a bolsas tan importantes como la New York Stock Exchange (NYSE) en  Estados Unidos.
El pasado 18 de septiembre, la BMV se ubicó en el lugar número doce en una lista que incluyó a 46 plazas bursátiles del mundo. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPyC) del mercado accionario mexicano logró en la jornada del 15 de septiembre un nuevo máximo histórico al llegar a las 15 mil 367.85 unidades que tres días después rompió a la alza, en otro máximo histórico, al cerrar en 15 mil 656.84 puntos.
 Del  9 al 15 de septiembre, la bolsa registró una ganancia semanal de 1.02%, superando al desempeño del  Dow Jones (-1.18%) y el Nasdaq (-1-34%) pilares de Wall Street; igualmente del Dax-30 (-2%) indicador de la Bolsa de Valores de Francfort.
 Del  15 al 23 de septiembre, la BMV logró nuevos máximos históricos y un incremento de 1.4% en el balance semanal.
En los últimos doce meses, el rally de la bolsa acumula una ganancia de 52% y en lo que va del año, el IPC ha subido un 25 por ciento.
En América Latina la competencia más cercana para el mercado accionario mexicano lo representan la Bolsa de Valores de Argentina, donde el Merval acumula, en lo que va del año, una ganancia de 19.20 por ciento. En Perú, la bolsa tiene un rendimiento de 14.2%; y en Brasil, el Bovespa hace lo suyo con un 12.70 por ciento.
Es interesante observar que estos mercados bursátiles latinoamericanos tienen un mejor desempeño en comparación con las bolsas de Polonia (9.9%); Turquía (9.6%); Hungría (9.3%); República Checa (9.1%); Indonesia (9.1%); Egipto (8.2%); Corea (7.1%) o Sudáfrica (7.1%).
A COLACIÓN
 El martes 20 de septiembre la BMV estableció un nuevo récord histórico: el número 31 al finalizar la jornada en 15 mil 734.41 unidades.
 Esta efervescencia, que los operadores califican técnicamente de bullísh, (término utilizado para indicar que el mercado va hacia arriba y que la recomendación es la de comprar) tiene su origen en una serie de factores que combinados dan al mercado accionario mexicano este escenario de optimismo donde la Ley de la Gravedad no puede obviarse en el piso de remates.
 Para los inversionistas, entre los factores que maniobran como propulsores para participar en la bolsa, destacan los siguientes: 
1) Por las buenas perspectivas para las utilidades de las empresas emisoras que en los próximos días estarán presentando los reportes financieros correspondientes al tercer trimestre del año.
2)  La reducción en la inflación de México es un factor muy favorable que impacta a un descenso en las tasas de interés. El efecto negativo sobre el tipo de cambio ha sido leve. Los analistas anticipan mayores  ingresos de dólares por los altos precios del petróleo y por las remesas. El riesgo a mediano plazo podría ser el factor político y un crecimiento económico menor, quizás inclusive por debajo del 3 por ciento.  La inflación en la primera quincena de septiembre resultó mejor de lo esperado. Los niveles son nuevamente los menores en más de tres décadas.
3) Principalmente existe un grupo de acciones relacionadas con el sector de la  comunicación y el sector de la construcción  que tienen una notable influencia en el desempeño del IPyC. En este grupo destacan: AMX L, AMTEL A1,  CEMEX CPO. VITRO A,  ARA *, COMERCI UBC, CONTAL *,  DESC B, GEO B,  GMEXICO B,  GRUMA B, IMSA UBC,  KIMBER A, TELECOM A1, TELMEX L y URBI *, entre otras emisoras.
4)  Cada vez es más notoria la percepción de que la actividad bursátil en México reacciona en línea al entorno alcista  del mercado internacional del petróleo.  Carlos Ponce, analista del Departamento de Estrategia Bursátil de Ixe Grupo Financiero, explica esta correlación entre la BMV y el petróleo a partir de que “los inversionistas internacionales coinciden en identificar el beneficio que un precio alto del petróleo representa para México en su condición de exportador respecto a otras economías eminentemente consumidoras”. Por esa razón, en los últimos meses el IPyC ha dejado de reaccionar con tanta sensibilidad como lo hacía de manera acostumbrada a la actividad del Dow Jones y el Nasdaq en Estados Unidos, para correlacionarse con la cotización diaria del petróleo. Ponce señala que desde el 22 de junio con el IPyC en 13 mil 441.65 puntos, el precio de la mezcla mexicana del petróleo aumentó  16.6%, al pasar de 48.2 dólares por barril a 56.2 dólares por barril, mientras que el IPyC avanzó 16.5 por ciento. De esta manera se fortalece el dato de correlación entre el precio de la mezcla mexicana del petróleo y el IPyC.
SERPIENTES Y ESCALERAS
En las últimas semanas, el precio del petróleo ha vuelto a repuntar. En esta ocasión el alza es consecuencia de una menor producción, refinación y mayor demanda de uso por parte de Estados Unidos (uno de los principales consumidores a nivel mundial),  país afectado por los daños causados por los huracanes Katrina y Rita.
El 92% de la producción petrolera del Golfo de México se encuentra parada. Rita obligó el cierre del 73% de la producción marina de petróleo y el 47% de la de gas natural.
La importancia de dichos fenómenos naturales ha sobrepasado cualquier otra variable. La decisión de la OPEP de ofrecer toda su capacidad de extracción para bajar los precios del petróleo por tres meses (octubre-diciembre) tuvo un impacto nulo en las cotizaciones internacionales del energético.
 Entre las perspectivas inmediatas persiste en los organismos internacionales la preocupación de que en los próximos meses continúe la escalada de los petroprecios. Algunas estimaciones ubican a los niveles de referencia por encima de los 77 dólares e incluso se llega a exageraciones cercanas a los 100 dólares por barril.
 En un escenario incierto en lo económico, por la capacidad de dependencia hacia los energéticos fósiles, no hay economía ni bolsa de valores que a la larga salga ganando con petroprecios cotizando por las nubes, por el traslado negativo al transporte,  a la industria,  por ende a la inflación y a la desaceleración del crecimiento global.
 Además como en todo, en el mercado energético se reacciona a la especulación, a la volatilidad y a las expectativas, muy similar al comportamiento de reacción o sobre reacción que priva en las operaciones bursátiles. Por ende no debemos porfiarnos.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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