“Déco. De valses y otras danzas”, de Alberto Cruzprieto, un ejercicio de estilo refinadísimo
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Portada de un disco de gran valor artístico
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 9 de septiembre de 2005. En días pasados, se presentó en la Sala “Manuel M. Ponce” del Palacio de Bellas Artes, el disco compacto “Déco. De valses y otras danzas” (Quindecim Recordings, México, 2005), del pianista mexicano Albert Cruzprieto, integrado por temas de compositores europeos y latinoamericanos.
Durante la presentación, el musicólogo Ricardo Miranda comentó que “Si el art déco definiera a una persona, probablemente ésta sería Alberto Cruzprieto, cuyas extrapolaciones estilísticas y espíritu musical son la clave de ‘Déco. De valses y otras danzas’”.
Miranda agregó que una de las cualidades de Cruzprieto es su terca necedad, “pero es una necedad absolutamente lúcida, enfrascada en su modo particular de tocar el piano, pues no veo, detrás de muchos de sus discos o recitales, diferencia mayor en todos ellos; un día toca a Fauré y el siguiente acompaña a Debussy y la semana anterior había grabado a Ricardo Castro, y todo ello se define como estilo.
“Entre el afortunado discurso musical de su selección y ejecución, las obras de este disco alcanzan a tocar un punto interno y extremo de nuestras sensaciones, que es la estética sonora que nos embriaga, a caer dichosos en la tentación del embeleso de un piano que este disco nos ofrece”, afirmó Ricardo Miranda al concluir su intervención.
Por su parte, el crítico musical Juan Arturo Brennan comentó que en la grabación se encuentran ciertas discrepancias, pues se dice que el art déco —estilo al que hace alusión el disco— es anguloso, sin embargo, la música que integra éste es bastante sinuosa, curvácea; música decorada, pero no decorativa. “Además, no encontramos nada de mecánico ni de línea de ensamblaje ni de producción en serie y recordemos que en el art déco se encuentran muchos conceptos industriales; en ese sentido, nada de lo que en el disco se puede escuchar corresponde a compositores destajistas o de talacha. Lo cierto es que el aspecto de modernismo de este arte, que surgió de 1900 a 1930, está perfectamente representado en la selección de obras de Cruzprieto”.
Añadió que más allá de la coincidencia cronológica o estilística de los compositores, el estilo interpretativo de Cruzprieto es su columna vertebral, lo que hace que pertenezcan a un mismo mundo, el cual trasciende las fronteras geográficas y filiaciones estéticas. “Para mí, el art déco define un estilo de vida, una actitud; y las obras que en ‘Déco’ se guardan son un ejercicio de estilo refinadísimo (que conoce bastante bien el intérprete), desde la concepción del proyecto hasta la elección de su repertorio y su realización”, aseguró Juan Arturo Brennan.
Después, el maestro Alberto Cruzprieto interpretó una muestra representativa de las 19 piezas que integran “Déco. De valses y otras danzas”, como “Vals sentimental”, de Ricardo Castro; “Bailecito”, de Carlos Guastavino; “2a Valsa de esquina”, de Francisco Mignone, y “La plus que lente”, de Claude Debussy.
Las otras 15 piezas que integran este nuevo disco de Cruzprieto son: “Valsa da dor”, de Heitor Villa-Lobos; “Valse romantique”, de Claude Debussy; “Vals poético” y “Causerie (vals lento)”, de Felipe Villanueva; “Les Chemins de l’amour”, de Francis Poulenc; “Je te veux”, de Eric Satie; “10a Valsa de esquina”, de Francisco Mignone; “Poudre d’or”, de Eric Satie; “A la manière d’ Emmanuel Chabrier”, de Maurice Ravel; “Liebesleid”, de Fritz Kreisler/Sergei Rachmaninoff; “A la manière de Borodine”, de Ravel; “Menuett g-moll aus der ‘Suite de pièces’”, de Georg F. Andel/Wilhelm Kempff; “7a Valsa de esquina”, de Mignone; “XV ème. Improvisation (Hommage à Edith Piaf)”, de Poulenc, y “Feuillet d’album”, de Emmanuel Chabrier.
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