Juan Gabriel desafia tempestades y se gana al público con impactante profesionalismo y popularidad
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Casi cuatro horas de concierto
bajo la lluvia y la multitud nunca se dispersó
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Chetumal, Quintana Roo.- 6 de septiembre del 2005.- Desafiando a Chaac, deidad maya de la lluvia, el divo de Juárez, Juan Gabriel, sostuvo un mágico, singular encuentro con más de 20 mil personas a quienes no les importó soportar un aguacero con tal de verlo, escucharlo, disfrutarlo y bailar a su ritmo.
Por más de tres horas y 20 minutos, el compositor de origen michoacano se fundió con un auténtico caleidoscopio social integrado por personas de todo el sureste, de diversos orígenes, edades y actividades, incluyendo a políticos que fueron "parejos" y aguantaron dos horas y media de lluvia.
Aunque la cita era a las nueve de la noche en el parque de béisbol "Nachan Kaan", desde las cinco de la tarde, miles de personas de los estados de Campeche, Tabasco, Yucatán, de todo Quintana Roo y del vecino país de Belice, llenaron al tope el inmueble.
"No tengo Dinero", "Esta Rosa Roja", "Que Divino el Amor", "Hasta que te Conocí", entre otras canciones, fueron la recompensa a la espera y al diluvio que luego se dejó sentir y que no ahuyentó al venerado cantante.
La permanencia en sus asientos de los fans obligó a Juan Gabriel a seguir cantando sin parar, pese al diluvio que se dejó sentir a los 40 minutos de iniciado el evento.
Juan Gabriel, visiblemente apenado, le dijo al público que él se comprometía a regresar lo más pronto posible para ofrecerle un nuevo concierto, pues no deseaba que se siguieran mojando, a lo que sus fans respondieron que aguantaban la lluvia y lo que veniera.
Así las cosas, además de la lluvia, Juan Gabriel enfrentó otras limitaciones como la falta del equipo necesario, pues buena parte de su instrumental, que requería de electricidad, debió ser resguardado.
Por su parte, las miles de mujeres, todas ellas maquilladas, algunas con peinados caros, vestidos y alhajas, "pagaron" su parte, y terminaron bañadas, con rastros de rímel en sus caras que, sin embargo, lucieron sonrientes.
Pareciera que la lluvia fue un incentivo extra para el cantante, que más animado alargó su presentación una hora más de lo pactado.
Haciendo una pausa, el cantante reunió a todo su equipo de trabajo y pidió, ante todo su público, un aplauso para el gobernador Félix González Canto quien fue correspondido.
Ahí mismo, en medio de la torrencial lluvia, sus elementos de seguridad llevaron a González Canto y a la presidenta municipal, Cora Amalia Castilla Madrid, protección con paraguas, los cuales rechazaron para mojarse, al igual que todos los asistentes, hasta terminar el espectáculo promovido por el ayuntamiento de Chetumal.
Ante esta circunstancia, Juan Gabriel afirmó que dentro de su carrera artística, ésta era la primera vez en la que miles de personas, de manera conjunta con sus gobernantes y bajo un auténtico diluvio, decidían que el espectáculo continuara.
Así, miles y miles de mexicanos y hasta beliceños, procedieron a disfrutar y bailar con la música del singular cantante, de nombre Alberto Aguilera Valadez, pero a quien la historia y sus memorias recordarán por siempre como Juan Gabriel.
Todos, absolutamente todos lo gozaron, incluyendo los habitantes del asilo de ancianos de esta ciudad quienes fueron invitados al evento por el mandatario quintanarroense quien, con los demas fans "tarareó" hasta esta madrugada las canciones de Juanga. (Notimex)