En Colombia la música ranchera y el mariachi tienen más arraigo que en México

El mariachi y las serenatas son
muy importantes para los colombianos

Bogotá, Colombia.- 2 de septiembre del 2005.- El desempleo en Colombia, uno de
los más altos del hemisferio con un nivel de 11.8 por ciento, ha llevado a la
proliferación de "toda una industria" alrededor de la música mexicana y los
grupos de mariachi como una forma de subsistencia.

Los desempleados en Colombia han recurrido a un negocio familiar alrededor del
mariachi y sólo en Bogotá han surgido unos 200 grupos que interpretan música
mexicana, la cual tiene gran arraigo en la sociedad colombiana.

El representante del grupo Amanecer de América, John Bejarano, señaló en
entrevista con Notimex que la gente convirtió a la música ranchera en una
opción para subsistir en el país "creando toda clase de empleos a su
alrededor".

Bejarano aseguró que "son cerca de 200 grupos de mariachi los que se han
conformado tan sólo en Bogotá. Cada día sale más gente nueva en este
oficio, lo que ha generado una reñida competencia en el mercado".

Según el músico colombiano, la necesidad de empleo de los colombianos los ha
llevado a crear "toda una industria" alrededor del mariachi con la oferta a muy
bajos precios de fotografías, videos y flores a los clientes.

Una serenata con música mexicana tiene un costo promedio de 50 dólares en
Colombia, con un repertorio de ocho canciones, cifra que algunos grupos de
mariachi han bajado a 30 dólares como "gancho" para acceder al negocio.

"A los colombianos les encantan los corridos mexicanos porque sus temas se
asemejan mucho a la vida cotidiana y eso ha contribuido a que exista una gran
demanda en el mercado", sostuvo Bejarano.

Los grupos de mariachi tienen unas 250 serenatas al mes, lo cual representa un
atractivo económico para los miles de desempleados en el país que gustan de
la música mexicana y tienen alguna cualidad artística que les permita
interpretar las rancheras.

Patricia Pérez, empresaria del mariachi "Arriba Juárez", señaló por su parte
que la proliferación de músicos ha llevado a una competencia desleal en el
negocio con efectos negativos sobre el asiduo cliente.

"Antes se quería proyectar la música ranchera, pero ahora la gente le ha
añadido otras cosas como video, rosas, discos compactos y fotografías,
descuidando el verdadero objetivo que es la música", subrayó Pérez.

Aseveró que se quiere acaparar el mercado con cantidad y no calidad y "es así
como de ocho a nueve músicos se están creando grupos hasta con 15
integrantes, aunque algunos sólo hagan presencia en el sitio de la serenata".

En algunos casos, una misma familia cumple con todos las labores como conducir
el vehículo en el que viaja el mariachi, cerrar el contrato, tomar las
fotografías y vender las flores para garantizarse ingresos, sostuvo Pérez.

La tasa de desempleo en Colombia se situó en julio pasado en 11.8 por ciento,
pero se estima que alrededor de siete millones de personas, es decir el 33.9
por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), vive del rebusque o
en el subempleo.

Los llamados empleos precarios, ejercidos por personas sin seguridad social y
bajos ingresos, aumentaron en las grandes ciudades, en especial en Bogotá,
donde llegan a diario decenas de desplazados por la violencia.

Colombia arrastra un conflicto armado de 41 años en el que intervienen
rebeldes, paramilitares de ultraderecha, narcotraficantes y agentes estatales,
cuya confrontación ha dejado más de 100 mil muertos y alrededor de tres
millones de desplazados.

El fenómeno de la proliferación de los mariachi no se ve sólo en Bogotá,
sino también en la ciudad noroccidental de Medellín, donde se calcula que
existen unos 50 grupos que buscan en la música mayores ingresos.

Al igual que en la capital colombiana, todos los grupos llevan por nombre
lugares mexicanos como Guadalajara, Ciudad Juárez, Chapala, Chihuahua y
Jalisco para atraer a los clientes y hacer más rentable el negocio. (Notimex)

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