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Espectáculos - September 2, 2005

La polifacética artista mexicana Astrid Hadad presentará ¡Oh, diosas! en Tijuana

La originalidad de Astrad,
da mucho de que hablar.
Foto: Mercedes Romero

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 2 de septiembre de 2005. La polifacética artista mexicana Astrid Hadad se presentará mañana en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (Cecut) con el espectáculo “¡Oh, diosas!”, a partir de las 20 horas.

Hadad, conocida como la “Janis Joplin de la música vernácula mexicana”, “Reina del Heavy Nopal”, “Mamá de Los Tarzanes” y “Bruja posmoderna”, vuelve con su nuevo espectáculo —en el cual hará gala de su peculiar estilo que le ha ganado fama internacional— a la ciudad fronteriza, donde participó en los festejos de aniversario del Cecut en octubre del año pasado.

En “¡Oh, diosas!”, Astrid Hadad combina la música mexicana, el canto, el teatro y el cabaret con estrafalarios vestuarios semejantes a escenografías portátiles, los cuales realzan la voz, los versos y el buen humor de la cantante-actriz.

Entrevistada recientemente en esa ciudad norteña, Hadad se definió a sí misma: “Yo soy una simple cabaretera. Ilustrada, por supuesto”, tal como deja entrever en sus espectáculos: “La mujer ladrina”, “Apocalipsis ranchero” y “La mujer del golfo”, entre otros.

Según Hadad, las pasiones, el amor, el miedo y todo lo que ocurre en el interior del ser humano tiene mayor relevancia que los temas relacionados con la política. “Llega un momento en que no es conveniente saturarse de la imagen del político, a quien incluyo en mis montajes, pero prefiero hablar de emociones que dejen algo al público”, afirmó.

La artista, originaria de Chetumal, Quintana Roo, añadió: “Cada una de mis canciones refleja a una mujer, de pronto ves a la sumisa, la guerrillera, la mala, la maltratada. Se trata de la mujer universal, como todo ser humano, llevamos dentro a un dictador, un tirano o un santo. Tú decides”.

Respecto de los temas tratados en sus montajes, comentó: “Yo tengo una formación del Centro Universitario de Teatro de la UNAM. Para mí, la investigación es parte medular en cada espectáculo, además soy una devoradora de noticias y antes de emprender un proyecto o de escribir alguna palabra indago para saber qué decir y cómo decirlo”.

Astrid Hadad se hace acompañar en sus presentaciones de Los Tarzanes, cinco músicos dirigidos por Omar Ortiz, piano, acordeón y clarinete; Leonel López, bajo guitarrón, guitarra y maracas; Ernesto Anaya, violín, guitarra y coros; Sibila de Villa, sax soprano y flauta; Marco Manrique, percusiones y coros, y Miguel Arcos, clave y coros.

Cabe mencionar que la confección de todos los vestuarios utilizados por Astrid Hadad en sus espectáculos son obra de Rosina Conde, escritora, cantante, performancera y artista visual nacida precisamente en Tijuana, quien desde hace años radica en el Distrito Federal.

El Centro Cultural Tijuana y el semanario “Bitácora Cultural” han unido esfuerzos para presentar en Tijuana “¡Oh, diosas!”, siguiendo con el compromiso del Cecut de presentar proyectos de artes escénicas de calidad. Para más información, puede llamar a los teléfonos (664) 687 96 36 y 37 del CECUT, y al 607 51 63, del semanario “Bitácora Cultural”. El Cecut está ubicado en Paseo de los héroes y Mina, Zona Río, en Tijuana.

Astrid Hadad

Nació en Chetumal, Quintana Roo. Posee una voz enigmática, un intelecto de alto vuelo y es la creadora de un estilo denominado “Heavy Nopal”, una forma particular de mezclar la canción vernácula y el rock de heavy metal, pero con el sello mexicano. Es reconocida como la diva show-woman por la peculiaridad de sus espectáculos, en los que, con estilo sincrético y gusto ecléctico, conjunta los géneros de la canción ranchera, el bolero, la rumba, el rock y el jazz, entre otros, para dejar en evidencia la realidad sociopolítica del mundo actual con base en elementos y costumbres de la cultura popular mexicana y latina. Cada una de sus presentaciones es una genuina fusión de canto, teatro y cabaret con mucha música y estrafalarios vestuarios, semejantes a escenografías portátiles que adornan y realzan el buen humor, los versos y la voz de la cantante. En sus presentaciones, Astrid Hadad, también conocida como “Monja azteca o Coatlicue posmoderna”, muestra su calidad de artista no sólo al dejar al descubierto su inigualable creatividad, sino también al encarnar cada una de las letras de sus canciones, invitando al público a disfrutar un placentero viaje por la música y la magia escénica del teatro y el cabaret.

Comentarios a esta nota: Gregorio Martínez Moctezuma

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