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Una escena de la obra
que nadie se debe perder
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 15 de agosto de 2005. El reconocido artista mexicano Mario Iván Martínez presentó ayer en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes el espectáculo “Un rato para imaginar”, como parte del IV Festival de verano para niños “A divertirse con la música”, dirigido al público infantil.
Mario Iván, cuyo trabajo artístico se ha desarrollado brillantemente tanto en el terreno actoral (en cine, teatro y televisión) como en el musical, estuvo acompañado por la primera actriz Margarita Isabel y el grupo musical Cántaro, y juntos hicieron las delicias de los pequeños y de los padres asistentes al Palacio de Bellas Artes.
La magia de los cuentos infantiles inició con “El cabrito de los buñuelos”, que habla de por qué nunca es bueno subestimar la astucia de los más débiles y de cómo un honrado y trabajador cabrito logra vencer el abuso de un malvado lobo.
Cabe decir que Mario Iván Martínez no sólo relata las historias, también se preocupa porque cada palabra suya esté acompañada de una nota musical que resulte interesante y agradable para los niños. Así sucedió con las canciones del grupo músico-vocal Cántaro que, bajo la dirección de José Luis González, desde 1979 compone, arregla e interpreta canciones para niños.
Después tocó el turno a “La charamusca del sultán”, cuento donde la ambición y la vanidad hacen perder a Sultán, un gran perro despeinado, su más precioso tesoro: una deliciosa charamusca que robó a sus amos en un día de campo.
Margarita Isabel interpretó a doña Dulcita en “El niño de mazapán”, que trata de cómo esta confitera, que vive sola y sin hijos en el pueblo de San Turroncito, logra dar vida, con ayuda de un ser mágico, a un niño de mazapán que ella misma crea. No obstante, este niño tiene malos sentimientos debido a que un duende deslizó una almendra amarga en la masa que formó su corazón, por ello desprecia los cariños de su madre y hace maldades. Pero, finalmente, las lágrimas de Dulcita logran alcanzar su corazón amargo para convertirlo en un niño dulce y sensible.
El espectáculo incluyó el uso de muñecos, utilería de papel, disfraces y diversos artefactos que, con humor, desenfado, fantasía e imaginación, Mario Iván utilizó para crear atmósferas y captar la atención de los niños durante más de una hora, por lo que éstos se mantuvieron atentos y expectantes con lo que ocurría en escena. De esta manera, el público infantil y adulto disfrutó de un espectáculo de calidad creado especialmente ellos, a fin de despertar su gusto e interés por el ejercicio de la imaginación, la música, la literatura y la fantasía.
Mario Iván Martínez
Actor y cantante mexicano, inició su carrera artística a los nueve años. Realizó estudios en Inglaterra auspiciado por el Consejo Británico, especializándose en la obra de William Shakespeare. Ha sido narrador de los conciertos didácticos de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes. Como tenor, ha participado en el grupo de música antigua Ars Nova. Ha sido merecedor de varios reconocimientos por parte de la crítica especializada en cine y teatro, como el Ariel por su actuación en la película “Como agua para chocolate”. En los últimos años, su trabajo como cuentacuentos, una de sus múltiples facetas artísticas, ha estado dedicado al servicio de niños y jóvenes como forma de acercarlos al arte. En 2001, representó a México en Inglaterra con el espectáculo “Mestizo, leyendas del México antiguo”. Mario Iván Martínez está considerado como uno de los artistas más activos dentro del panorama cultural de nuestro país.
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