Descubren 50 osamentas de fase azteca I (1100-1200 D.C)
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La tumba fue descubierta por arqueólogos
del INAH en un montículo del cerro
de El Marqués, en el Valle de Xico, Estado
de México, al sur de la Cuenca de México
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Notimex
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron cerca de 50 osamentas humanas y una tumba pertenecientes a la fase Azteca I (1100-1200 d.C.) en el Estado de México, se informó la víspera.
Las osamentas estaban en el Frente 4 de excavación del proyecto "San Martín Xico", en el Estado de México.
La tumba fue descubierta por arqueólogos del INAH en un montículo del cerro de El Marqués, en el Valle de Xico, Estado de México, al sur de la Cuenca de México.
En la unidad habitacional excavada en el Frente 4 se identificaron dos momentos constructivos, los cuales se pueden diferenciar por los materiales arqueológicos.
El primero de ellos corresponde a la fase Coyotlatelco (650-750 d.C) y el segundo a la fase Azteca l, con cerca de cuatro siglos de diferencia entre uno y otro, de ahí que las modificaciones arquitectónicas pueden observarse de manera clara.
Localizado en las inmediaciones de Valle de Chalco y la delegación Tláhuac, en ese mismo perímetro de exploración se reportó hace un par de semanas el hallazgo de pinturas murales que datan de la fase Coyotlatelco, en lo que fue un templo de uso doméstico.
De esa manera, la superficie de depósito funerario, que comprende 20 metros de ancho por otros 20 metros de largo, se localizó frente a dicha estructura.
La arqueóloga Nadia Vélez Saldaña, coordinadora de los trabajos de excavación, precisó que el material dispuesto en torno a varias de las osamentas, ha contribuido a definir la cronología y la utilidad exclusiva del sitio para el rito mortuorio, debido a que los antiguos mexicas realizaban fosas por debajo de los pisos de sus viviendas para llevar a cabo las inhumaciones.
Por esa razón -dijo- las fosas poseen una forma circular, que de acuerdo a la cosmovisión mexica, era un símbolo del retorno del ser humano al seno materno, por ello los cuerpos eran colocados en forma fetal.
El medio centenar de entierros abarcan tanto de tipo primario (donde el individuo se encuentra en posición anatómica, sin perturbar) como secundario (fosas reocupadas posteriormente ante la falta de espacio).
Incluso, en algunos casos se realizaron de manera simultánea, es decir, cuando morían tres o cuatro individuos en un mismo lapso, sus cuerpos eran dispuestos uno sobre otro.