Leen un libro al año seis de cada 10 mexicanos

Notimex
Al menos seis de cada diez mexicanos de más de 15 años leen por lo menos un libro en el año, de acuerdo a datos dados a conocer por la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales.

El estudio, que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) encargó a la Universidad Nacional Autónoma de México, también señaló que se realizó en 27 estados del país, para conocer los hábitos de lectura de la población.

De acuerdo con ese trabajo, 39.9% de las personas mayores de quince años no leyó ningún libro; 13.6%, uno; 13.7%, dos; 18.1%, de tres a cinco; 8.1%, de seis a diez, y 6.6%, más de diez.

En cuanto a la cantidad de volúmenes comprados durante el período analizado, 55.4% dijo no haber comprado ningún libro, 13.9% adquirió dos, 10.6%, de tres a cuatro, 10.9%, de cinco a ocho y 8.1%, más de ocho.

El 88% por ciento del total de los encuestados -cuatro mil 50 personas- dijo tener libros en casa; pero solamente el 9.2% posee más de cien, el 12.3%, entre cien y cincuenta, el 23.8%, entre cincuenta y veintiuno, el 30.6% entre seis y veinte y el 12, entre uno y cinco libros.

El trabajo, que incluyó preguntas sobre el acceso y las preferencias de lectura de libros, revistas y periódicos, muestra también que Monterrey es la ciudad que registra los niveles más altos de lectura, seguida por el Distrito Federal.

En ambas ciudades, el patrón de libros comprados es similar al de volúmenes leídos.

En Monterrey, alrededor de una cuarta parte de los habitantes (la población total asciende a uno y medio millones) ha comprado nueve o más libros en el último año, mientras que en esta metrópoli, este nivel desciende a 15.6%.

La situación de Guadalajara contrasta con las anteriores, pues solamente el 6.1% (de un millón 700 mil habitantes) compró nueve o más libros y el nueve por ciento no cuenta con volúmenes en casa.

Por perfil territorial, tanto en número de libros leídos en el año, como en volúmenes comprados y número de libros en casa, los niveles más altos se registran en los municipios de más de 100 mil habitantes, mientras que los más bajos se dan en los municipios de entre 50 mil y 100 mil habitantes.

Las diferencias regionales no son muy claras en el número de libros leídos por región; sin embargo, el centro es la zoma que consistentemente aparece en los primeros lugares, mientras que en el noreste es donde se tiene el menor porcentaje de lectores.

En cuanto al género de los entrevistados, no se registran diferencias significativas entre hombres y mujeres. De esta forma, el 40.8% de los hombres y el 39.9% de las mujeres no leyó ningún libro en el año.

Según el documento, el número de libros leídos disminuye conforme aumenta la edad de la población y crece conforme se elevan los niveles de escolaridad y de ingresos.

Así, la proporción de jóvenes entre 15 y 17 años que no leyó ningún libro es de 11.7%; crece a 30 para el grupo de entre 18 y 22 y a 36.6% para la población de 23 a 30 años.

Estos tres grupos de edad tienen niveles de lectura superiores al promedio nacional, en tanto que a partir de los 31 años, las cifras son inferiores a la media.

La cantidad de libros leídos crece conforme aumenta el nivel escolar. Los lectores de más de cinco libros al año alcanzan una de cada tres personas con estudios universitarios, uno de cada cinco con estudios de preparatoria y uno de cada diez con estudios de secundaria.

El número de libros en casa y comprados por el encuestado también crece conforme la escolaridad.

En cuanto a la ocupación, los estudiantes son los que manifiestan el mayor número de libros leídos y las amas de casa las que menos. Entre estos dos sectores se encuentran quienes trabajan y no lo hacen, sin diferencias sustanciales entre sí.

La compra es la forma más frecuente para acceder a los libros, con casi las tres cuartas partes del total; préstamos (14.5%) y regalos (6.8%) ocupan el tercero y cuarto lugares, seguidos de las bibliotecas y salas de lectura (5.5%).

Las novelas (36.2%) y los temas relacionados con la historia (33.6%) aparecen como los tópicos favoritos de lectura, mientras que los libros de cocina (5.5%), enciclopedias (7.4%) y de política (8.4%) fueron los menos mencionados.

Entre los motivos para leer un libro, el 68.8% de los entrevistados destacó el atractivo del tema; dejando muy lejos los anuncios publicitarios (2.4%), comentarios en prensa, radio y televisión (2.8%) y motivos de trabajo (6.2%) que no tuvieron gran peso en la lista de respuestas.

Para Conaculta, la publicación de estos resultados constituye una herramienta de gran utilidad para formular y evaluar las políticas culturales de la Nación.

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