Con “La pirámide”, Henning Mankell cierra la serie sobre Kurt Wallander
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La última novela del
famoso autor sueco
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 8 de julio de 2005. “Hasta que no terminé de redactar la octava y última parte de la serie sobre Kurt Wallander, no caí en la cuenta de cuál era el subtítulo que, en vano, había estado buscando para ella sin cesar. Una vez que todo lo relativo a Wallander o, al menos, la mayor parte, pertenecía al pasado, comprendí que ese subtítulo debía ser, lógicamente, ‘Novelas sobre el desosiego sueco’”, señala Henning Mankell en el prefacio que abre “La pirámide” (Tusquets Editores, 2005), el último de sus libros sobre su célebre personaje policiaco.
Mankell además señala el verdadero trasfondo de sus novelas sobre Wallander: “Pero lo cierto es que se me ocurrió, como digo, demasiado tarde. Pese a que los libros no eran sino una variación sobre este único tema: ‘¿Qué estaba sucediendo con el Estado de derecho sueco durante la década de los noventa? ¿Cómo sobreviviría la democracia si los fundamentos de dicho Estado no se mantenían ya intactos? ¿No tendrá la democracia sueca un precio que pueda llegar a parecernos demasiado alto y deje de merecer la pena pagar?’”.
El escritor sueco, poseedor de una prosa exacta, aguda y afilada como un bisturí, afirma más adelante respecto de “La pirámide”: “Hace algunos años, justo cuando acababa de terminar el quinto libro, ‘La pista falsa’, tomé conciencia de que, mentalmente, había empezado a elaborar historias que se remontaban a una época anterior a la del comienzo de la serie, o sea, anterior a la mágica fecha del 8 de enero de 1990. Y aquí he reunido ahora estos relatos, algunos de los cuales se publicaron con anterioridad en diarios y revistas. He de admitir que los he revisado con bastante ligereza. Algunas inconsistencias cronológicas y palabras ya inoperantes en el sistema de la lengua sueca han sido eliminadas y dos de los relatos son inéditos. Sin embargo, no quisiera que el lector pensara que he dado a imprimir estas narraciones por el simple hecho de haber estado haciendo limpieza en mis cajones. Lo hice porque constituyen el signo de admiración que precisaba el punto final que puse el año pasado. Hay ocasiones en que, a la manera del cangrejo, resulta útil retroceder… hasta un punto de partida. Hasta el espacio de tiempo que se sitúa con anterioridad al 8 de enero de 1990”.
Así, Mankell en “La pirámide” revela dos datos interesantes: el trasfondo político que enmarca sus novelas de corte policiaco y un Kurt Wallander casi desconocido para sus miles de lectores: joven y novato, lleno de ambiciones profesionales. No obstante, la calidad literaria de Mankell ya estaba definida, como puede corroborar el lector en los cinco relatos que incluye “La pirámide”, que se suma a los ocho libros sobre Wallander: “Asesinos sin rostro”, “Los perros de Riga”, “La leona blanca”, “El hombre sonriente”, “La falsa pista”, “La quinta mujer”, “Pisando los talones” y “Cortafuegos”. La serie está cerrada, pero Mankell escribirá aún novelas policiacas. Las esperamos.
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