Empatía con el público en el Primer Festival Internacional “Letras en San Luis”

Los escritores participantes en el evento de las letras

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

San Luis Potosí, 23 junio de 2005. La segunda jornada de lecturas del festival de las “Letras en San Luis” se distinguió por una atmósfera de cercanía del público con los autores, en esta ocasión el foro del Palacio Municipal dio paso a los escritores Claude Beausoleil,  Rosa Beltrán, Rafael Pérez Gay, Jorge Fernández Granados y Ángeles Mastretta.

Nuevamente la actriz Angélica Aragón fungió como maestra de ceremonias y abrió la sesión presentando al poeta y novelista canadiense Claude Beausolei (Montreal 1948). Es un prolífico autor con más de sesenta libros publicados, identificado con la escritura experimental de su país durante los años setenta. Es uno de los principales promotores de la poesía mexicana en su país, publicó una antología de poetas mexicanos “La poésie mexicaine” y tradujo al francés el célebre poema de Xavier Villaurrutia “Nostalgia de la muerte”, en nuestro país publicó regularmente en la revista “Plural”.

La poesía de Claude Beausoleil está marcada por el paisaje de la ciudad, los objetos cotidianos, hombres y mujeres de la urbe, de la arquitectura transformada en ladrillo y cemento. Al escuchar su poesía se puede percibir una influencia existencialista, tal vez dada por la soledad que impera en las grandes ciudades; sus poemas parecen ser escritos para un extraño o un desconocido, para cualquier transeúnte que deambula por las calles de la ciudad, una ciudad disolvente de rostros y formas de ser.

“Lo que deseo comprender es el dolor de la vida / el rechazo, el desprecio, / y por tanto la existencia.

Y frente al lenguaje me siento extranjero / no distingo en el otro, esparcido al pie de la letra / oscilan cuerpo y llama en el umbral de la palabra “hotel”.
(…)
Soy un viajero llegado al camino / el amor y sus cúpulas ruedan hacia el futuro / briznas de poemas que la memoria dispersa.

Para terminar el maestro Beausoleil hizo un lúdico homenaje al emblemático Jack Keruoac, uno de los forjadores de la cultura subterránea “Beat Generation”, declamando y acompañando su lectura con un ritmo acompasado al dar unos breves golpecitos en el micrófono, aunque fue una lectura en francés y no se contó con traducción, puesto que no estaba programada, el público de alguna manera percibió la intención del autor y de ahí en adelante se creó una comunión que distinguió a esta velada, sin duda la más regocijante entre escritores y asistentes.

La escritora Rosa Beltrán traía preparado un texto que literalmente arrebató risas en el público, una historia candente, un encuentro fugaz, un “ligue” con una pequeña dosis de amor, pero sin compromiso, entre una chica “Generación X” y su amante, Rex, un hombre un poco mayor que ella, tan sólo 24 años; y así fuimos testigos de esta historia, de las peripecias de este encuentro de dos mundos.

“Freud dice que en toda relación sexual hay cuando menos dos, la pregunta es ¿quiénes son esos otros dos? o esas otras dos contra los que competimos. Las mujeres en particular estamos sometidas a una competencia brutal que se remonta a todos los modelos de belleza femeninos anteriores, de algún modo u otro sabemos que hay que tener el cuello más largo que la Venus de Nilo, los senos más firmes que los de la Botticelli, la sonrisa más enigmática que la de la Monalisa, de eso trata este cuento.”

Un vaivén de choques sentimentales y sexuales, la autora nos va narrando el avance de la relación con cada encuentro nocturno, desde el primer contacto íntimo, hasta llegar a las mil y una noches, y al final está claro que todo era una grata aventura con más deseo que amor, entre ese ir y venir se enfrentan dos generaciones separadas por el tiempo y su idea del mundo.

Rosa Beltrán (ciudad de México 1960) es egresada de la FFyL de la UNAM y la Universidad de California, colabora en diversos diarios y revistas, como “La Jornada”, “Proceso”, “Revista Mexicana de Cultura”, “Revista de la Universidad”, “Tierra Adentro”, “Vuelta”, entre otras publicaciones. Es autora de los libros “La espera”, “Amores que matan” y “La corte de los ilusos”.

El tercer lugar lo ocupó Rafael Pérez Gay, editor y escritor, fundó la editorial Cal y Arena, y ha sido director de las revista “Nexos” y de los suplementos culturales “La Cultura en México” y “Crónica Cultural”. Entre sus libros publicados están “Me perderé contigo”, “Esta vez es para siempre”, “Llamadas nocturnas”, “Cargos de conciencia”, “Diatriba de la vida cotidiana”.

Su lectura fue un cuento titulado “Regreso a la burbuja”, una parábola de la vida de una pareja de esposos que rebasan los cuarenta años y en un viaje de tres meses se reencuentran en un viejo hotel a ellos mismos, sólo que más jóvenes, tal y como eran hace 24 años. Inicia entonces un interesante diálogo de una pareja con sus recuerdos y su pasado, un pasado vivo que está frente y dialoga con ellos, viene la cuanta de los años, lo que se ha hecho, lo perdido, los “si yo hubiera…” , uno que otro reproche y la expectativa del futuro. En esta narración los lugares también son protagonistas porque son parte de la historia de las personas, todos podemos ver el mismo edificio o lugar pero cada uno guarda sus propias vivencias y recuerdos.

Jorge Fernández Granados poeta de una profunda sensibilidad humana, sus temas más comunes son la mujer, la añoranza, el amor a la vida. Es autor de los libros de poesía “La música de las esferas”, “El ángel ebrio”, “Resurrección” y “Xihualpa”. A continuación presentamos un fragmento de “Tus ojos”.

“Creo que cada hendida en la esférica tristeza de tus ojos / que parecen de siempre estar mirando tras la lluvia en el cristal de la ventana /otra lluvia ya agotada / otra lluvia, que silenciosamente cabe un mundo en esos ojos / y me pregunto dónde terminan, /cuál es la orilla oscura del relámpago que guardan, que antiguamente caen estrellas al fondo de esos ojos, / qué justicia / o qué barbarie o qué secreto / les dio tal vez la ingobernable luz del cielo.

La participación final correspondió a la escritora Ángeles Mastretta, quien leyó algunos pasajes de su libro “Mujeres de ojos grandes”. La historia una mujer de apariencia frívola que al hacer una llamada telefónica errada para localizar un gimnasio conoce a un hombre que la comienza a interrogar y esto pretexto suficiente para entablar una gentil conversación  con un interlocutor desconocido, pero de plática interesante, entonces se prolonga una amistad siempre a través del teléfono. El  texto de la escritora es un breve homenaje a los conversadores, a conversar por conversar, sin otro motivo más que el de contar, la necesidad comunicarnos con nuestro prójimo, que, de alguna manera, es estar en contacto con el mundo.

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