La Biblioteca Palafoxiana de Puebla, patrimonio documental universal

Vista panorámica de un lugar lleno de tesoros
Foto: Cortesía de Raúl Gil 

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 26 de junio de 2005. La Biblioteca Palafoxiana, localizada en la ciudad de Puebla, ya es parte del Patrimonio Documental Universal, al así considerarlo la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El 17 de junio, después de año y medio de ser evaluada junto con acervos documentales de otras latitudes para formar parte del Programa Memoria del Mundo, la Biblioteca Palafoxiana se integró a éste junto con veintinueve archivos procedentes de Albania, Cuba, Líbano, Namibia, Portugal, Austria, China, Egipto, Colombia, Alemania, Inglaterra, Hungría, India y Suecia.

La relevancia de la Palafoxiana a nivel universal radica no sólo en la posesión de ejemplares que pueden considerarse raros o valiosos —42 mil 566 libros editados entre 1743 y 1821—, sino en el conjunto de su acervo y en su unidad, pues se trata de la única biblioteca novohispana que conserva la estructura física y conceptual de la época.

Esta institución conserva el estatuto de biblioteca pública desde su fundación, en 1646, y en ella aún pueden admirarse el repositorio y estantería originales. Un punto de especial relevancia es la permanencia del sistema de clasificación conforme a la estructura del árbol del conocimiento, propia del periodo virreinal y del pensamiento universal de finales del siglo XVIII.

Así, este reconocimiento facilitará la preservación de la Biblioteca Palafoxiana con las técnicas más adecuadas y se posibilitará su acceso desde otros puntos del planeta, a fin de crear una mayor conciencia sobre su existencia e importancia para la humanidad.

La inclusión de este recinto en el listado mundial convierte a México en la nación americana —seguida por Trinidad y Tobago, Brasil y Venezuela— con más acervos y documentos históricos admitidos por la UNESCO.

A la Palafoxiana precedieron la Colección de Códices Mexicanos que conserva la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, así como los códices del Valle de Oaxaca y Techaloyan de Cuajimalpaz, albergados en el Archivo General de la Nación. Asimismo, en 2003 ingresó el original de la cinta “Los olvidados”, dirigida por Luis Buñuel, que resguarda la Filmoteca de la UNAM.

Éste es el segundo reconocimiento que obtiene la Biblioteca Palafoxiana, ya que en 1981 el Gobierno mexicano la declaró Monumento Histórico de México, siendo así el único en obtener tal honor en el estado de Puebla. Además, se trata de un inmueble histórico catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

A partir de enero de 2004 se empezó la elaboración del expediente de la Biblioteca Palafoxiana con el propósito de incluirla en dicho Programa de la UNESCO, documento que pasó por el escrutinio del organismo internacional y el cual fue solventado bajo estrictas normas de investigación por parte del equipo del Proyecto Biblioteca Palafoxiana Tercer Milenio.

En junio del mismo año, el Comité Mexicano de Memoria del Mundo de la UNESCO, presidido por la maestra Rosa María Fernández de Zamora, presidenta del Comité Mexicano de Memoria del Mundo, notificó a la Secretaría de Cultura poblana que la Biblioteca Palafoxiana era ya reconocida a nivel nacional en el registro de este Programa.

En septiembre, la propuesta fue presentada en Santiago de Chile ante el Comité Regional de Memoria del Mundo para América Latina y el Caribe, el cual acordó enviar la propuesta a China en 2005, para que la Biblioteca Palafoxiana fuera inscrita en el registro mundial.

Entre los nuevos integrantes de Memoria del Mundo de la UNESCO se encuentran la Biblioteca Palafoxiana (Puebla, México); el Brahms Collection de Austria; el Fondo “José Martí Pérez”, de Cuba; Lumière Films, de Francia; Kinder und Hausmärchen (Children’s and Household Tales of the Grimm Brothers), de Alemania; la Bibliotheca Corviniana, de Hungría; The Malatesta Novello Library, de Italia; Evolution of the Phoenician Alphabet, de Líbano; Emmanuel Swedenborg Collection, de Suiza, y la Collection of Jewish Musical Folklore (1912-1947).

El Programa Memoria del Mundo fue creado en 1992 por la UNESCO con el fin de garantizar la conservación y el acceso universal a los bienes documentales de importancia regional, nacional e internacional.

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