Estreno de la película “El Mago”, ópera prima de Jaime Aparicio, en el Festival de Cine Acapulco

Jaime Aparicio es oriundo del
norte de la ciudad de México

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Acapulco, 18 junio de 2005. Dentro del marco del Festival Internacional de Cine Acapulco 2005, se estrenó la cinta de “El Mago”, una película que aborda uno de los más profundos sentires del ser humano: la terrible noticia de una muerte inminente y el viaje interior hacia la reconciliación de uno mismo y el pasado.

La ópera prima es una historia bien sustentada por sus actuaciones, bajo la dirección de su  joven director Jaime Aparicio -egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos CUEC- sobresale en particular el trabajo de Erando González en el papel del protagonista principal Tadeo, un ex fotógrafo de la farándula de bajos fondos cuyos buenos años han quedado atrás y sobrevive gracias a sus números de magia que realiza en los parques de la capital, en compañía de su “brother” y fiel asistente Félix, un ciego indigente con quien comparte las crudezas de la calle, así como las escasas alegrías que de vez en cuando llegan.

Un día,  la vida de Tadeo da un giro terrible e inesperado cuando se entera que tiene un tumor cerebral y sus días están contados, al principio entra en un estado de consternación que lo lleva a dar duros tropiezos, pelear con sus amigos y quemar sus recuerdos, sus viejas fotografías de toda la vida; sin embargo, luego de la desesperación llega la serenidad, entonces decide reencontrarse con su pasado, el protagonista arrastra un gran sentimiento de culpa, pues se considera culpable de la muerte de su mejor amigo ocurrida en un accidente automovilístico, y quiere saldar esa cuenta pendiente, amén de otra reconciliación no menos importante, el amor de su vida, una mujer que simplemente un día abandonó y a quien desea volver a amar.

En ese camino de vuelta al pasado, la vida le enseña a Tadeo una última lección: somos lo que somos por nuestros actos y no por nuestras posesiones, la vida puede ser un infierno, pero aun así se descubren cosas y personas maravillosas que la hacen más llevadera. La película. El Mago, más que una historia es una parábola de la vida, no sólo es una enseñanza moral, sino hay una verdad universal, la muerte tarde o temprano nos alcanza a todos, pero ¿nos alcanza a todos igual?

Jaime Aparicio es un director oriundo del norte de la ciudad de México, sus temas son netamente urbanos, El  Mago también es una crónica de la ciudad, de sus lugares y habitantes, el parque, las vecindades, los callejones donde deambulan los pránganas y las prostitutas, el cabaret, el traficante, personajes sórdidos de una ciudad dentro de una ciudad. De un mundo que puede permanecer ajeno a muchos citadinos, pero al fin un mundo oscuro que existe y se vuelve protagonista de esta película.

El Mago puede verse como una película más, una historia de principio a fin, pero si se es un espectador sensible descubrirá que las pequeñas ficciones que conforman el largometraje son una pequeña muestra de la vida, cada cabeza es un mundo y todos tenemos una historia tras de nos.

“El Mago”, México 2004, 98 min., dirección Jaime Aparicio (Ciudad de México, 1964), producción: CUEC, UNAM, Froprocine, Imcine; guión: Jaime Aparicio y Jaime Rentería; fotografía: Diego Arizmendi; música: Rosino Serrano; edición: Jaime Andrade y Humberto Delgado; sonido: Aurora Ojeda y Galileo Galaz; dirección de arte: Erica Ávila; reparto: Erando González, Gustavo Muñoz, Maya Zapata, Julissa, Juan Ángel Esparza. (Notimex)

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