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El rock de ‘Moenia’ hace
vibrar a sus fans
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Ciudad de México.- 20 de junio del 2005.- El grupo Moenia triunfa de manera espectacular en su primer concierto en el Auditorio Nacional, con un show calificado por el grueso de los asistentes como de primer nivel, además de la grabación de un DVD en vivo.
A pesar de que el recinto más importante del país sólo se llenó sin rebasar las tres cuartas partes, Moenia se entregó de manera total como si el Auditorio hubiera tenido 10 mil espectadores y no los casi siete mil que disfrutaron el evento.
Alfredo Pichardo, Jorge Soto y Alejandro Midi Ortega, con el público que les sigue, sobre todo los amantes de la música tecno pop o pop virtual, se presentaron con una gran producción con lo más avanzado en tecnología de iluminación video y sonido.
El coloso de Reforma se convirtió en una gran discoteca y más tarde en un foro rave, luego de que los tres fantásticos, como se les conoce, aparecieron detrás de un gran manto blanco y sólo la sombra, la música y su voz fueron el sustento del tema Ya no es así, una versión especial para abrir su primer concierto en la ciudad de México.
Con más de seis horas de ensayo, con el fin de que todo saliera perfecto para la grabación de su DVD, Moenia presumió a propios y extraños una serie de pantallas de gran formato que flanquearon el escenario sobre el cual derrocharon energía.
Ataviados de negro en tres estilos diferentes (elegancia vanguardista, moderno y clásico) dieron rienda suelta a lo que saben hacer para interpretar Tu sabes lo que quiero, Manto estelar, El juego, En algún lugar y Juegos de amor, de esta última mostraron un nuevo video.
El público respondió a los esfuerzos de sus ídolos al escuchar y gozar el concierto de pie, tal y como se disfruta un evento de estos en cualquier parte del mundo.
Las sorpresas no se hicieron esperar y Jorge en un bloque musical calificado como darketo, invitó al guitarrista Sabo Romo para interpretar el tema Mátenme porque me muero, no sin antes darle vida a la canción Lado animal.
Así como Tren al sur, melodía que cantó a dueto con su creador Jorge González, líder del grupo de rock Los prisioneros, y cerrar con el tema Sildavia.
En un primer cambio de vestuario, los espectadores disfrutaron de un fragmento musical electrónico, reforzado por un video que mostraba intensos colores superando la sicodelia de los años 70.
Enseguida, Moenia dio paso al bloque denominado DM, el cual el baterista que los acompañó de nombre Iván, ocupó con otra batería la parte baja del escenario para apoyar a Alfredo en su interpretación de Tranquilidad y Terminales.
El ambiente que trajo a la memoria de los cerca de siete mil espectadores fue el de un antro rave, donde la entrada de DJ y tornamesa fue lo primero que fundamentó de manera musical al tema Como ves tú.
Como en todo concierto siempre existe un cambio de ritmo extremo, luego de que el vocalista cantara de manera acústica acompañado por una guitarra las letras No importa el sol y En ti, cobijados por la oscuridad del Auditorio Nacional.
La noche se tornó corta, ante el vertiginoso espectáculo musical y el bloque del cierre empezaba con los temas Molde perfecto, Llegaste a mí, En que momento, No puedo estar sin ti, Regreso a casa y Estabas ahí, de esta última de la cual presentaron nuevo video en sus pantallas de gran formato.
La agonía del primer concierto de Moenia en el Auditorio Nacional se hacía cada vez más fuerte, al cantar No dices más y Ni tú ni nadie, esta última que superó a todo el coro monumental que desde la primera canción acompañó al grupo, ya que la energía se desbordó.
Moenia agradeció en reiteradas ocasiones el apoyo del público y cerró su presentación con el tema Déjame entrar, canción con la que lo hicieron regresar al escenario, no sin antes recordarle al público que en 1992 empezó un sueño cuando el público aún todavía no aceptaba la música electrónica, señaló Alfredo. (Notimex)
