RBD enciende al público del Centro de Convenciones de Acapulco

Muy poco tiempo ha bastado para que RBD sea popular entre la tropa juvenil

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 20 de mayo de 2005. Anoche, el Salón Teotihuacan del Centro de Convenciones de Acapulco se iluminó con la presencia de tres grandes figuras del pop: Diego Torres, Fey y RBD, que lograron encender a los más de tres mil asistentes en uno de los conciertos más prendidos de la decimoquinta edición del Acapulco Fest 2005.

RBD demostró nuevamente el impacto de su música no sólo entre jóvenes y niños, sector que conformaba mayoritariamente al público reunido en este recinto, ya que los adultos igual vibraron al ritmo de sus canciones, manifestando su admiración con golpes en el piso, porras y gritos desenfrenados en honor de los también protagonistas de la telenovela “Rebelde”.

Dulce María, Anahí, Maite Perroni, Alfonso Herrera, Christopher Uckermann y Christian Chávez fueron aclamados por un auditorio eufórico que de inmediato se subió a las butacas para ver más de cerca a sus ídolos y acompañarlos con improvisadas coreografías.

Cuando sonaron los acordes de “Rebelde”, la ensordecedora ovación impidió que las palabras de felicitación de Patricia Manterola y Ernesto Laguardia pudieran escucharse con claridad al momento de la entrega de su respectivo reconocimiento. La gente pedía más, así que de inmediato RBD continuó con el show al interpretar “Sólo quédate en silencio”, “Un poco de tu amor”, “Sálvame” y “Futuro exnovio”.

Momentos antes, a pesar de encontrarse enfermo de la garganta, Diego Torres dio lo mejor de sí a un público que con sus ovaciones logró curar momentáneamente el mal del cantante, ya que ante los aplausos y piropos el artista no tuvo empacho en regalar trece canciones representativas de las distintas etapas de su carrera, apoyadas con bellas imágenes en las pantallas gigantes.

“Deja de pedir perdón”, “Sé que ya no volverás” y “Cantar hasta morir” fueron los temas con los que el argentino inició el festín musical acompañado de una dotación musical a la que se añadió un cuarteto de cuerdas que le apoyó en su versión de “Penélope”, “Qué será”, “Alba”, “Déjame estar” y la polémica “Color esperanza”, himno cantado al unísono por sus fans.

En una especie de carnaval improvisado, con pelucas y gran bullicio, los músicos de Torres interpretaron “El momento Miguelius”, pequeño intermedio en el que, además de lucir el talento de los artistas que lo acompañan, se da tiempo para que Diego regrese a escena con un cambio de vestuario e interprete “La última noche”, “Que no me pierda”, “Sueños”, “Usted” y “Tratar de estar mejor”.

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Redacción Azteca 21

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