“La hispanidad, fiesta y rito”, de Leonardo da Jandra

La Hispanidad, Fiesta y Rito

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México 25 de abril de 2005. “El tema de este libro es el itinerario pasional de mi esencia más íntima y más duradera, desde la negación desilusionada de la primera juventud al encuentro agradecido de la madurez crítica. Un periplo de casi treinta años en que mi vida y mi obra se fundieron y confundieron en el intento de encontrar su plenitud”, afirma Leonardo da Jandra en las primeras páginas de su último libro: “La hispanidad, fiesta y rito. Una defensa de nuestra identidad en el contexto global”, publicado recientemente por la editorial Plaza y Janés.

El escritor se refiere a su inicial fascinación por la cultura europea, sobre todo por la filosofía alemana, y a su reencuentro —o amoroso encuentro— con sus raíces hispánicas, a partir de su lectura de José Ortega y Gasset y Américo Castro. Sin abjurar de su juvenil pasión por lo europeo, da Jandra manifiesta su admiración y aprecio por la tradición hispánica, en la que sobresale México, que también representa su toma de conciencia y su postura ideológica.

Poseedor de una vasta cultura muy próxima a la erudición, da Jandra se sumerge en las profundas aguas de la tradición hispánica para encontrarle sentido a nuestra identidad, a nuestra existencia, en último término; pero no en un sentido estrictamente filosófico, sino más bien desde el punto de vista antropológico, cultural.

Sentencioso, a veces profético, el autor basa la tesis del libro en tres afirmaciones: España es el pasado imperativo de la hispanidad, México el presente continuo y las comunidades hispanas —no sólo mexicanas— de Estados Unidos el futuro promisorio. Para ello, hace una revisión histórica y cultural de los tres factores y llega a proponer un nombre para la Hispanidad en constante crecimiento más allá de nuestra frontera, Mexámerica, y a sus individuos nombrarlos mexamericanos.

Incluso, llega a señalar que “Hoy el remanente de barbarie y sacralidad que necesita la cultura hispana para renovarse está en México y en toda Hispanoamérica, y lo que suceda en esta tierra prodigiosa, que da sustento a la más excesiva de las culturas latinas, determinará el curso no sólo de la Hispanidad sino de la Cristiandad toda”.

Pensador original y con conocimientos de muchos sistemas filosóficos, da Jandra toma como base el rito y la sacralidad para justificar sus afirmaciones. De hecho, al ocuparse de México comenta tres libros fundamentales acerca del ser mexicano: “La raza cósmica”, “El laberinto de la soledad” y “México profundo”, de José Vasconcelos, Octavio Paz y Guillermo Bonfil Batalla, respectivamente.

En realidad estamos ante un autor que conmueve al lector, que lo pone alerta, que pone a prueba su inteligencia y cultura, su identidad y sentido de pertenencia; estamos ante un libro polémico y audaz, con un fundamento filosófico y cultural irreprochable, amén del literario, que todos los interesados en los temas de la hispanidad y lo mexicano no deben dejar de leer.

Leonardo da Jandra

Nació en Chiapas en 1951. Con la publicación de la trilogía “Entrecruzamientos”, a mediados de la década de los ochenta, se convirtió en uno de los exponentes más sólidos y versátiles de la narrativa mexicana contemporánea. Otros de sus libros son: “Totalidad, seudototalidad y partes” (1990), “Huatulqueños” (1991), “Samahua” (1997), “Los caprichos de la piel” (1997), “En el corazón de un sol herido” (2000). Con “Samahua” obtuvo el Premio Nacional de Literatura Impar (1997).

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Redacción Azteca 21

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