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El grupo lleva grabados cuatro discos compactos,
el más reciente editado en México por ‘Discos Corasón’
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 23 de abril de 2005. Considerada como “La mejor banda gitana del mundo”, Taraf de Haïdouks se presenta nuevamente en México, después de haberlo hecho a finales de 2002, cuando se dieron a conocer y se revelaron como un excelente grupo de músicos ante el público mexicano.
Aunque la historia de su primera visita a México pareciera ser de fábula, pues se agotaron los boletos incluso antes de que pisaran suelo azteca, es una experiencia común que Taraf de Haïdouks repite en todos los países que visita. En el último año, por ejemplo, el público entero se puso de pie en el Sydney Opera House, al igual que en el Carnegie Hall de Nueva York.
Sin embargo, cabe señalar que la intensidad de la energía gitana de Taraf de Haïdouks, su virtuosismo musical y la irreverencia de su alegría, hablan directamente a distintos públicos, que raras veces comparten gustos musicales: europeos, latinos, asiáticos; al público de la música clásica, del punk, del jazz, de la música tradicional…
La afortunada historia de Tarak de Haïdouks empezó hace unos diez años en el pequeño pueblo de Clejani, Rumania, a donde llegaron dos belgas en la búsqueda de músicos tradicionales. Los encontraron en el barrio de los gitanos, la parte más marginada del pueblo. Una modesta grabación tuvo una respuesta nunca esperada y resultó en la primera de las múltiples giras que han llevado a los músicos a los escenarios más diversos del mundo, en los que han dado más de mil conciertos, haciéndose acreedores a varios premios, entre ellos el de “El mejor grupo de Europa”, en 2002, otorgado por la BBC.
Actualmente, el grupo gitano lleva grabados cuatro discos compactos —el más reciente editado en México por Discos Corasón, “Tarak de Haïdouks. Banda de gitanos”—, la historia de su vida producida en largometraje, múltiples participaciones en películas y un DVD en proceso de producción.
Taraf de Haïdouks –—cuyo nombre quiere decir algo así como “banda de malvados honorables”— está formado por 12 músicos, todos integrantes originales, menos el clarinetista Filip Simeonov, gitano de Bulgaria, el único que no nació en Clejani. Así, el público mexicano podrá conocer, o reconocer, a Anghel Gheorghe, “Caliu”, el virtuoso violinista; al cantante Paul Giuclea, “Posalan”; al joven acordeonista Ionitsa Manole y su tío Marius Manole, también acordeonista; al viejo cantante y bailarín, Dumitru Baicu “Cacurica”, así como al flautista Gheorghe Falcaru, quien hace magia con una sencilla flauta de carrizo.
Esta vez, con más música y más intérpretes que la vez anterior, regresa Taraf de Haïdouks a México, pero, sobre todo, con un interés muy especial en este viaje, ya que, de acuerdo con un comunicado de Discos Corasón, productores de esta gira, tienen recuerdos muy gratos de su primera visita cuando, entre otras aventuras, fueron a Guelatao, Oaxaca, para conocer y convivir con músicos de diferentes bandas mixes.
Cuando no están de gira, los músicos regresan a Clejani para participar activamente en las fiestas de su gente: bodas, velorios y otras celebraciones, en las cuales no puede faltar la música. Con integrantes de distintas generaciones, el grupo combina diferentes estilos e influencias del gusto gitano. Su repertorio incluye algunas baladas épicas, que son las favoritas de los cantantes viejos, y las entretejen con la música que los jóvenes prefieren para bailar en las fiestas de boda, llena de ritmos frenéticos que retan a las leyes de la gravedad.
Esta ocasión, los gitanos tienen una apretada agenda de trabajo, pues se han presentado en el Teatro del Pueblo, de Aguascalientes, dentro de la Feria de San Marcos, el 20 de abril, y en el Teatro Diana, de Guadalajara, el 21. Ahora, sólo les resta presentarse en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, en esta ciudad, el domingo 24 y el martes 26, así como el lunes 25 en la Plaza Fundadores, de la capital potosina, como parte del V Festival de San Luis.
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