Boxeador, taxista, cómico y bailarín, “Cantinflas” personificó al “pelado” mexicano de los años 30
![]() |
Cartel de una de las cintas
del mimo mexicano
|
Ciudad de México.- 19 de abril del 2005.- Pícaro y de expresiva dulzura, el cómico mexicano Mario Moreno "Cantiflas", quien se ganó a pulso un lugar en la historia de los espectáculos como maestro de las evasivas, por hablar sin concretar ideas, murió hace 12 años.
Admirado por su sencillez y generosidad, cualidades que cultivó desde su niñez en medio de la pobreza, el actor realizó películas en las que buscó dejar ejemplos sanos de vida, a partir de la crítica a los poderosos mezquinos y la defensa de la clase proletaria.
Mario Moreno Reyes, conocido como "Cantinflas" por el personaje que lo consagró en las pantallas, nació el 12 de agosto de 1911 en Santa María la Redonda, un barrio humilde de la capital mexicana, donde murió el 20 de abril de 1993.
De origen humilde, Mario Moreno fue el sexto de una familia de 15 hermanos; inició estudios de Medicina para complacer a su padre pero debido a la mala situación económica que vivía tuvo que abandonarlos para ganarse un sueldo mediante pequeños papeles en espectáculos de variedades.
Trabajó en el circo y pronto sus grandes dotes para la interpretación, su ternura y visión optimista del mundo le llevaron a recrear al tipo de hombre vulgar y pobre de México.
El legendario personaje de "Cantinflas" fue inspirado por un barrendero "borrachito", que conoció cuando trabajaba en el teatro Follies.
Boxeador, taxista, lustrador de calzado, cómico de carpa y bailarín, "Cantinflas" personificó al "pelado" mexicano de los años 30, quien se caracterizó por sus pantalones a la cadera, sombrero y paliacate; que se enreda en un laberinto de palabras y expresiones.
Su carrera en cine comenzó como publicista, en tanto que su primera aparición como actor fue en la cinta "No te engañes corazón" (1936), a la cual le siguió el éxito "Ahí está el detalle" (1940), de Juan Bustillo Oro, gracias al cual fijó su personaje en definitiva.
Asimismo, sus primeras películas como "El gendarme desconocido" (1941) y "Los tres mosqueteros" (1943), fueron éxitos que rompieron récords de taquilla en toda Latinoamérica.
Realizó alrededor de 50 películas, entre las que se incluyen dos incursiones en el mercado de habla inglesa realizadas en Hollywood: "La vuelta al mundo en 80 días" (1956), la cual obtuvo el Oscar como Mejor Película; "Pepe" (1960), así como la cinta dirigida en España "Don Quijote cabalga de nuevo" (1972).
Entre sus títulos más destacados también están "El bombero atómico" (1950), "El señor fotógrafo" (1952) y "El bolero de Raquel" (1956), su primera película en color.
Además de "Sube y baja" (1958), "El analfabeto" (1960), "El extra" (1962), "Entrega inmediata" (1963), "El padrecito" (1965), "El señor doctor" (1965), "Su excelencia" (1966), "Por Mis Pistolas" (1968), "Un Quijote sin mancha" (1969) y "El profe" (1971), entre otras.
Sin embargo, lejos de las luces del escenario, Mario Moreno era un hombre solitario, introvertido, que no soportaba las mentiras y que se llevó muchas decepciones, sobre todo en el ámbito familiar, según recuerdan amigos y familiares del actor.
También destaca su labor altruista, que se ha mantenido incluso después de su muerte, por medio de dos fundaciones que desarrollan su tarea solidaria en México.
Miembro del Sindicato de Actores, "Cantinflas" fundó de forma benéfica la Casa del Actor y en 1952, haciendo gala de la generosidad que lo caracterizaba, emprendió una campaña a favor de los pobres para construir un hábitat social.
Su nombre y todos sus derivados (cantinflada, cantinflear y cantinflesco) ya integran el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, como un verbalismo vaco, incongruente, disparatado y que mezcla muletillas.
La Organización de Estados Americanos (OEA) le rindió un homenaje en su sede en Washington y lo nombró "Embajador de la Paz", en reconocimiento a su "brillante labor de acercamiento entre los pueblos del mundo".
Mario Moreno "Cantinflas" murió de cáncer pulmonar el 20 de abril de 1993, en la Ciudad de México, pero su personaje sigue arrancando carcajadas entre el público.
Luego de recibir un sentido homenaje por parte del pueblo, en la sede de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), la cual dirigió un tiempo, y en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), su cuerpo fue incinerado y sus cenizas depositadas en la cripta familiar del Panteón Español de esta capital. (Notimex)