Miles de católicos lloran y rinden tributo a Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro
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Juan Pablo II, el papa inolvidable
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Roma, Italia.- 4 de abril del 2005.- El multitudinario adiós a Juan Pablo II comenzó hoy, lunes, con el emotivo desfile de miles de personas por la capilla ardiente del Papa polaco, colocada en la nave central de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Las puertas del templo se abrieron al público poco antes de las 18:00 GMT (12:00 hora de México), con una hora de adelanto sobre el último horario previsto para garantizar la integridad de los miles de fieles aglomerados desde horas antes ante la escalinata vaticana para despedirse del Pontífice.
"Hemos estado en la cola durante más de seis horas, pero ha merecido la pena", aseguró una joven pareja italiana al salir de la basílica, sin ocultar su emoción por un momento que "perdurará toda la vida".
"Es indescriptible la sensación que se tiene viéndolo a pocos metros; me gustaría quedarme aquí (en la Plaza de San Pedro) esta noche porque quiero entrar otra vez ", señalaba a su vez un ciudadano austríaco que viajó a Roma para la ocasión.
La multitud que formaba la larga fila, en la que había muchos jóvenes e incluso varios niños, guardaba un solemne silencio al acercarse a las puertas del templo, sólo roto en algunas ocasiones por cánticos que secundaban algunos grupos de religiosos.
En una mesa colocada a las puertas de la basílica, muchos fieles depositaban flores o mensajes de despedida al Papa Wojtyla, como el de una joven que le pedía perdón por no haberle conocido en vida, o el de un grupo de estudiantes romanos que dejó un abultado sobre con la inscripción "para nuestro amado Papa".
Dos horas después de la apertura de la basílica la larga cola se extendía aún a lo largo de la explanada vaticana, en un lento avance que suscitó algunas muestras de impaciencia entre los que la integraban.
Está previsto que la capilla ardiente permanezca abierta durante la noche, con una interrupción de tres horas (entre las 00:00 y las 03:00 GMT) para poder proceder a su limpieza.
Tras su cierre, el viernes se celebrará el funeral por el Papa Wojtyla, al que asistirán gobernantes de todo el mundo, y su posterior entierro en las Grutas vaticanas. (Agencias)