Amor y pasión por México, ejes de la obra de “El Vate” Ricardo López Méndez

Ricardo López Méndez,
es el autor del ‘Credo’
a la nación mexicana

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 31 de marzo de 2005.- “Ricardo López Méndez se distinguió por la finura y reciedumbre de sus poemas, como puede verse en las bellas letras que acompañan las canciones de Guty Cárdenas, y en temas nacionales, por el dedicado a Morelos, y su inspirado ‘Credo’ a la nación mexicana”, aseveró el historiador Silvio Zavala tras la muerte del poeta yucateco, acaecida en Cuernavaca en 1989.

Lo anterior se consigna en la nota introductoria que María Teresa Ponce preparó para “Poesía y pensamiento”, coedición del Fondo de Cultura Económica y el Instituto de Cultura de Yucatán, que reúne una selección de escritos en verso y prosa de “el vate” López Méndez.

Considero que es de aplaudir la publicación de este libro, puesto que López Méndez es una de las personalidades cuya obra y trabajo llenaron toda una época de la sociedad mexicana, especialmente en los campos de la locución, la música y la poesía. Además, su presencia e influencia en la trova yucateca es definitiva.

Su trabajo como locutor lo inició en 1930 en la XEW, “La voz de la América Latina”, actividad a la que consagró más de cincuenta años de su vida; en su faceta de letrista destacan los 150 poemas que se volvieron canciones, sobresaliendo cinco, consideradas “joyas” de la canción: “Nunca”, “Amor, amor”, “Desesperadamente”, “Mar” y “Déjame”; en poesía su “Credo” es ampliamente conocido y representa una verdadera declaración de amor por México.

Así, entre los compositores que musicalizaron poemas de López Méndez se encuentran Manuel Álvarez Rentería “Maciste”, Guty Cárdenas, Alberto M. Alvarado López, Gonzalo Curiel, Alfonso Esparza Oteo, Tata Nacho, Manuel Esperón, Juan García Esquivel, Agustín Lara, Eduardo Magallanes, Jorge Negrete, Ricardo Palmerín, Wello Rivas, Gabriel Ruiz, José Sabre Marroquín, Mario Talavera y Pedro Vargas, entre otros. Casi nada, ¡eh!

Cabe señalar que gracias a la aparición de “Poesía y pensamiento” es posible apreciar cabalmente el porqué del sobrenombre de López Méndez: la poesía fue una auténtica pasión en el yucateco, pues la cultivó desde muy joven y hasta edad avanzada. Además, entre su producción poética fácilmente pueden encontrarse varias “joyas”, especialmente de tema amoroso y erótico, como se puede notar, respectivamente, en los botones de muestra siguientes:

No te arrepientas

No te arrepientas nunca de haber sido
un instante nomás en el amor;
si es que olvido te dan, paga en olvido
y no muestres a nadie tu dolor.

Después de todo, amar es cosa triste,
es un placer con ganas de llorar.
Vete y no vuelvas más, tú lo quisiste,
que yo tendré valor para olvidar.

 Deseo

Tu perfume solemniza
mi deseo…

Tu perfume que es íntimo, indudable
penetra en el bostezo
de los leones de mi instinto…

Y los leones se despiertan
erizando la melena
al sentir el temblor de tu perfume
íntimo, indudable…

Tu perfume solemniza
mi deseo…

Pero si López Méndez se revela como un cantor del amor y el erotismo, también sobresale su pasión por México, pues al “Credo”, —emotivo testimonio de su amor por nuestro país— se agregan sus poemas “Caminos de México”, “Canciones de México”, “Morelos”, “Voz en la piedra” —dedicado a su tierra natal, Yucatán—, “Huapango veracruzano”, “Marimba”, entre otros.

Asimismo, el ejercicio periodístico no fue ajeno a “el vate” López Méndez, en el que dejó constancia de su vasta cultura y sus intereses a través de artículos que dedicó a José Ortega y Gasset, Pío Baroja, Dostoievski, Byron, Lope de Vega, a la poesía, a la cultura y a “El apóstol de los ojos de jade”: Felipe Carrillo Puerto, testimonial y aureolado de generosa admiración.

La historia patria fue una más de sus ocupaciones, tan es así que publicó en 1977 sus “Estampas de la historia de México”, donde trató asuntos como “El primer matrimonio hispanoamericano”, “La primera enfermera”, El primer hombre que ascendió al Popocatépetl”, “El primer colegio de América”, “Primera sesión de la Academia Mexicana de la Lengua (1875)”, “La primera biblioteca nacional”, entre otros de la misma índole.

“Poesía y pensamiento”, de Ricardo López Méndez, también contiene un glosario y una útil bibliografía donde se da cuenta de las obras que escribió “el vate”, de los análisis críticos que mereció su poesía, de los juicios sobre su “Credo” y la hemerografía de sus artículos.

Para completar el cuadro, el libro en comento incluye fotografías de López Méndez en distintas etapas de su vida y en compañía de personalidades como Agustín Lara, Álvaro Obregón, Miroslava, Lina Boytler, Bing Crosby, Gutierre Tibón, Cecil B. de Mille, Arturo de Córdova, Manuel Bernal, Emilio Azcárraga Vidaurreta, entre otras.

Sin lugar a dudas, “Poesía y pensamiento” de Ricardo López Méndez es un libro que viene a ser, a poco más de cien años de su nacimiento, un merecido homenaje a uno de esos grandes hombres que contribuyeron, con su talento y esfuerzo, a construir el México moderno.

Ricardo López Méndez

De acuerdo con María Teresa Ponce, “el vate” nace en Izamal, Yucatán, el 7 de febrero de 1903. Durante el gobierno de Carrillo Puerto en Yucatán (1922-1924) fue director de la biblioteca pública. Amigo de Ricardo Palmerín y Guty Cárdenas, quienes musicalizaron varios de sus poemas y se convirtieron en baluartes de la trova yucateca. Por la misma época comenzó a publicar sus poemas en revistas literarias. En 1928 se traslada a la ciudad de México y poco después inicia sus colaboraciones en el periódico “Excélsior”. En 1930 ingresa a la XEW, en la que comienza su carrera de locutor y de la que es fundador. Ahí mismo desarrolla su labor como publicista, entonces incipiente en nuestro país. Durante 25 años produce y conduce “La hora azul”, de “El flaco de oro” Agustín Lara. En 1932, su poema “Amor, amor”, musicalizado por Gabriel Ruiz, alcanza el éxito internacional y vende ¡más de un millón de copias! En 1939 funda la XECM en Ciudad Mante, Tamaulipas, la primera radioemisora rural del país, y la Escuela Nacional de Publicidad. Asimismo, publica su ensayo histórico “La imprenta en Yucatán” y concibe “Credo”, que da a conocer en 1941 y por el que obtiene numerosos reconocimientos. En 1947, la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM) le da un reconocimiento como socio fundador. En 1972, Izamal lo nombra “Hijo predilecto” y la SACM le otorga una medalla de oro por 50 años como compositor. La SEP, en 1973, lo reconoce por su producción y conducción de programas radiofónicos. El Ayuntamiento de Mérida le otorga en 1976 la Medalla “Guty Cárdenas”. En 1981, la Asociación Nacional de Locutores lo distingue como “Representativo de la locución en la cultura”. En 1985, el Gobierno y la Universidad de Yucatán le confieren la Medalla “Eligio Ancona”, reconociéndolo como yucateco distinguido. Ese mismo año, la SACM lo nombra “Poeta de la Canción Mexicana” y le otorga la Medalla “Agustín Lara”. Dos años más tarde, el Instituto de Cultura de Yucatán le otorga un Diploma de Honor por sus 60 años de poeta. “El vate” Ricardo López Méndez, tras una fructífera labor en pro de la cultura mexicana, fallece en Cuernavaca el 29 de diciembre de 1989.

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