Juan Pablo II, el papa viajero, que pidió perdón por las culpas de la iglesia católica

Juan Pablo II, tuvo la humildad necesaria para
ofrecer disculpas por los errores de su iglesia

Ciudad del Vaticano.- 2 de abril del 2005.- El 16 de octubre de 1978 hubo fumata blanca en el Vaticano. El nuevo Papa no era italiano y venía del Este. Se llamaba Karol Wojtyla y todo el mundo pensó que era africano, hasta que Luigi Accatoli reveló la identidad de quien sería conocido como Juan Pablo II: era polaco, proclive a los principios del II Concilio Vaticano siempre y cuando se respetaran los valores tradicionales de la Iglesia, de ideología conservadora —muy amigo del Opus Dei— y claro, enemigo jurado de los regímenes comunistas de Europa.

El Pontificado de Juan Pablo II coincidió con acontecimientos de gran significación mundial: la revolución conservadora de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, la caída del muro de Berlín y el avance del neoliberalismo, la vitalidad del cristianismo latinoamericano de signo liberador y el avance del neoconservadurismo en sus distintas modalidades, el avance de la involución en toda la cristiandad y el protagonismo de los movimientos neoconfesionales, el proceso de globalización de la economía mundial y el avance de los movimientos de resistencia global, el despertar de los fundamentalismos en no pocas religiones y los primeros pasos en el diálogo interreligioso. Juan Pablo II no fue ajeno a ninguno de estos hechos históricos y, en gran medida, fue actor importante en cada uno de ellos.

Fue protagonista destacado en la caída del muro de Berlín como aliado de Reagan, a quien le unía una amistad y con el que se alió para luchar pacíficamente contra la ocupación soviética en Europa del este. Tras la caída del socialismo real, abogó por que los múltiples países se integren en la Comunidad Europea, pero no levantó su voz crítica con la misma energía contra las desigualdades sociales que está generando la globalización neoliberal en la mayoría de esos países.

Su preocupación fundamental parece haber sido recuperar el este de Europa para el catolicismo y los valores de la Iglesia.

Viajes políticos. Mientras que sus predecesores solían quedarse confinados en Roma, Juan Pablo II hizo de sus viajes el sello de su Pontificado y sobre todo siempre tuvieron un concepto de cabildeo y diálogo político.

La visita a Grecia ocurrió entre las protestas de algunos líderes de la Iglesia Ortodoxa que no olvidan el papel de las Cruzadas en la caída del Imperio Bizantino.

En Damaso se convirtió en el primer líder de la Iglesia Católica en entrar a una mezquita, mientras que en Ucrania, donde enfrenta una gran oposición de la Iglesia Ortodoxa, selló el encuentro de las dos Iglesias.

En 1982, el Papa viajó a Gran Bretaña y, por primera vez desde la Reforma, el Papa se encontró con el Arzobispo de Canterbury y participó en varias celebraciones ecuménicas.

Otra de las visitas controversiales fue en Nicaragua durante la revolución sandinista, donde condenó a uno de los sacerdotes que colaboraban con los sandinistas y denunció la “iglesia popular” llamándola una “desviación”. En el mismo año se reunió con una delegación luterana y evangélica.

En 1998, a pesar de ser un fuerte opositor del comunismo, el Papa aceptó una invitación de Fidel Castro a Cuba. El Papa criticó fuertemente “los estados marxistas ateos” pero también atacó el embargo de Estados Unidos sobre la isla y las “fuerzas ciegas del mercado”.

Un año después, se convirtió en el primer Papa en visitar un país ortodoxo desde el Cisma del año 1054.

Justicia. En sus viajes a los diferentes países de América Latina, el Papa reconoció los derechos de las poblaciones indígenas y negras, sus identidades culturales y religiosas; responsabilizó a los países del norte del subdesarrollo de los del sur; denunció la situación inhumana de los niños de la calle; apoyó las reivindicaciones del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra en Brasil.

Pero estas declaraciones de solidaridad con los excluidos del sistema no se compaginaron fácilmente con las frecuentes condenas al cristianismo latinoamericano liberador, la Iglesia popular, y los teólogos y teólogas de la liberación, que vivieron bajo sospecha durante todo el Pontificado.

Junio de 1979. Regresa a Polonia, donde apoya a las organizaciones sindicales anti comunistas como Solidaridad de Lech Walesa. Ante una multitud que le aclamaba el Papa les dijo: “Son hombres, poseen dignidad, no se rindan”. Fue el principio del fin de la Unión Soviética.

13 de mayo de 1981. Mehmet Ali Agca, un pistolero de nacionalidad turca, dispara contra el Papa en la Plaza San Pedro. Una intervención quirúrgica de urgencia salva la vida de Juan Pablo II.

Abril de 1986. Se realiza la primera visita de un Papa a una sinagoga. Juan Pablo II reza junto al Gran Rabino de Roma en lo que se considera el avance más importante en las relaciones entre católicos y judíos.

Octubre de 1986. Funge como anfitrión del encuentro entre líderes religiosos de todo el mundo para hacer una exhortación por la paz. Grupos guerrilleros y gobernantes hacen eco de su petición de un día de tregua.

Diciembre de 1989. Encuentro entre el Papa y el presidente soviético Mijail Gorbachov, tras 70 años de ateísmo oficial en la Unión Soviética. Gorbachov invita al Pontífice a visitar ese país. Juan Pablo II pide el restablecimiento de la jerarquía católica dentro de Europa del Este.

Julio de 1992. Un tumor intestinal hace que deba someterse a una intervención quirúrgica. El tumor tenía el tamaño de una naranja y se estaba convirtiendo en maligno.

Octubre de 1992. Después de transcurridos 359 años, el Papa oficialmente acepta las teorías de Galileo, quien fuera condenado por la Iglesia católica luego de aseverar que la Tierra gira alrededor del Sol.

Diciembre de 1993. Israel y el Vaticano entablan relaciones diplomáticas en lo que se califica como el fin de dos mil años de desconfianza entre cristianos y judíos. El Papa acepta la invitación de Israel para visitar el estado judío.

Abril de 1994. Un resbalón en su baño del Vaticano hace que se fracture el fémur derecho, por lo que es sometido a una cirugía de implantación ósea.

Septiembre de 1996. Se hace público que el Papa sufre de trastornos neurológicos o una forma del mal de Parkinson.

Enero de 1998: Visita Cuba.

Fines de 1999, principios del 2000: Abre las puertas de San Pedro e inaugura el jubileo.

Febrero 2000. Juan Pablo II pide perdón por las culpas de 2000 años de la Iglesia. (Agencias)

Leave a Reply