Es México segundo receptor de IED en A.L

América Latina comienza a sacudirse los efectos recesivos y la volatilidad que ocasionaron la baja de la economía estadounidense, por primera vez en cuatro años, la región obtuvo un importante flujo de Inversión Extranjera Directa (IED)
 De acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2004 los ingresos en la región crecieron 44% con una IED que sumó 56 mil 400 millones de dólares.
 Por subregiones, en América del Sur el aumento fue del 48% con un total de 34 mil 103 millones de dólares, en tanto que, en México y la Cuenca del Caribe, el incremento de la IED fue del 43% con 22 mil 273 millones de dólares.
 Por países, Brasil se ubicó como el principal receptor con 18 mil 165.6  millones de dólares, en segundo lugar,  México con 16 mil 601.9 millones de dólares; y en tercer lugar destacó Chile con 7 mil 602.8 millones de dólares.
 Bajo el criterio de la Cepal hay una evolución positiva que puede significar el traslado hacia un nuevo periodo de auge sostenido de las inversiones.
 En el panorama inmediato, los países de América Latina y el Caribe, deben  definir su relación con el capital extranjero y los dólares que entran en forma de multinacionales, dado que en los últimos seis años se han reportado escasos beneficios derivados de la operación de las empresas multinacionales.
A nivel de análisis  y asesoría pública se sigue discutiendo el papel de las empresas multinacionales-transnacionales; el grado de influencia; la penetración masiva y ante todo, el aporte de beneficios reales como aplicar políticas de desarrollo sostenible o sustentable, crear empleos, aplicar innovaciones, apoyar las políticas públicas y económicas con precios y tarifas competitivas; etc.
Las pugnas entre las transnacionales petroleras que controlan el insumo de Argentina y el  gobierno argentino son la prueba más fehaciente del peligro de abrir la puerta a las empresas transnacionales y al capital foráneo sin contar con una directriz de políticas públicas.
Los estudios de la Cepal revelan que la IED no reporta automáticamente beneficios para los países receptores y que éstos varían dependiendo de las estrategias aplicadas por las empresas transnacionales (búsqueda de recursos naturales, de mercados locales, de eficiencia para la conquista de terceros mercados y de activos tecnológicos).
A COLACIÓN
El punto de mayor atracción para el capital extranjero en la región se encuentra en: 1) En el sector servicios. 2) En el sector manufacturero. 3) En la explotación de los recursos naturales.
En México y el Caribe existe una  tendencia a recibir flujos de IED provenientes de  transnacionales estadounidenses interesadas en establecer sistemas internacionales de producción integrada en el sector manufacturero.
 De esta forma Estados Unidos sigue siendo el principal inversionista con una participación del 32% dentro del total de América Latina.
 La Cepal indica que el aumento de la IED en México en 2004 obedeció en importante medida a la compra accionaria del 40.6% que efectuó el grupo español Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) sobre de Bancomer; se trató de una operación valuada en  4 mil 200 millones de dólares.
Sin esta compra, la IED del país hubiera sido  similar a la de la segunda mitad de los años noventa. Con respecto al origen de la IED, la operación del BBVA implicó que a partir del año pasado, España se convirtió en el  principal inversionista en México, desplazando a Estados Unidos de la primera posición.
Con este nuevo control accionario el BBVA se consolida como el más importante en muchos rubros de captación y cuentas en comparación con el estadounidense Citigroup-Banamex.
GALIMATÍAS
Los tratados, negociaciones y los acuerdos liberalizadores están resultando mucho más proteccionistas de lo que se esperaba. Se trata de una tendencia que se observa no sólo en América Latina sino que es extensiva a todo el orbe.
En el mundo en general, las controversias de este tipo (relacionadas con tratados de inversión bilaterales, regionales como el TLCAN o plurilaterales como la Carta Europea de la Energía) aumentaron de cinco a 171 entre 1994 y el 2004 y más de la mitad de estas se plantearon en los últimos tres años.
En el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el principal foro para estos conflictos, el número pasó de 3 a 106.
Al menos cincuenta gobiernos han formado parte en arbitrajes relacionados con tratados de inversión, pero los más asiduos están en el continente americano: Argentina (37 casos); México (14); y Estados Unidos (10).
Aunque puede aducirse que Argentina es un caso especial, el hecho es que las transnacionales están cada vez más decididas a hacer uso de los mecanismos de solución de controversias entre los inversionistas y el Estado, lo que facilita el arbitraje internacional. Esto podría tener costos financieros considerables para los países receptores y limitaría aún más la libertad de acción de las autoridades nacionales en materia de políticas.
Por tanto la IED sigue encontrando una serie de candados, limitaciones y  trabas a pesar de que el capitalismo creó el picaporte del neoliberalismo  para dar paso al  poder de las multinacionales.
De las trabas principales destacan las controversias que surgen de los contratos de inversión, de las cláusulas marco de los acuerdos y tratados; también la reticencia de diversos países en vías de desarrollo -poseedores de importantes mantos acuíferos y energéticos- para impulsar la privatización. Y por último se encuentra la “nata de la burocracia”, el tiempo y el dinero, que pierde una empresa en instalarse en el  país o en participar en coinversiones o acuerdos de compra.
 México tiene las tres características arriba señaladas, no obstante la IED sigue fluyendo a pesar de la parálisis en la privatización del sector energético y esto es importante porque implica que el país tiene mucho más que ofrecer en materia de negocios. La misma American Chamber se encarga de promocionarlo. Afortunadamente  no somos únicamente gas y petróleo.
¿Qué debemos esperar del gobierno y su relación con la IED? Una política de mayor entendimiento. Los políticos a favor de los flujos foráneos deben asignarle al capital extranjero, muchas veces dominante,  un papel de complementariedad en el marco de sus estrategias nacionales, de desarrollo productivo, de alza de la productividad y de fomento de empleo.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

Redacción Azteca 21

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