Es trabajo infantil problema acuciante

El trabajo infantil es uno de los grandes lastres que arrastra la Humanidad y para pena de muchas generaciones continúa siendo una herencia perniciosa en este nuevo siglo.
 Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lleva a cabo una serie de programas a nivel mundial que pretenden evitar que un niño o una niña en edad de estudiar deban dejar la escuela por necesidad de buscar un empleo  para tener una alternativa de vida.
 Las cifras de cuántos infantes trabajan a nivel mundial revelan datos preocupantes: son  más de 240 millones de niños que abandonaron la escuela o nunca acudieron a ella, de acuerdo con datos del Programa Internacional de Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC).
La OIT estima que aproximadamente un millón de niños y adolescentes trabajan en minas artesanales y canteras alrededor del mundo. Los estudios de la organización demuestran que estos niños trabajan en algunas de las peores condiciones imaginables, haciendo frente al riesgo de morir en el trabajo o de sufrir lesiones y problemas de salud que los afectarán a lo largo de sus vidas.
“Tanto en minas subterráneas, como de superficie, los niños trabajan largas horas, llevan cargas pesadas, manejan explosivos, ciernen arena y piedras, se arrastran en túneles estrechos, respiran polvo dañino y trabajan dentro del agua -a menudo contaminada con peligrosos tóxicos como plomo y mercurio”, afirma la organización.
En la actualidad las estrategias que se desarrollan para reducir este tipo de trabajo riesgoso, el IPEC tiene diversos proyectos piloto en Bolivia, Colombia, Ecuador, Mongolia, Níger, Perú y Tanzania, encaminados a destinar recursos para favorecer las cooperativas de trabajo entre adultos; proveer los servicios esenciales tales como educación, salud, agua potable y saneamiento a estas comunidades y a sus familias situadas a menudo en zonas muy alejadas.
Desde junio de 2002, la  OIT lanzó el “Día Mundial para dar visibilidad al problema de la explotación infantil”. Para la celebración del próximo 12 de junio el tema principal enfocará, precisamente, en sensibilizar a la población mundial acerca de las penurias que pasan los niños que trabajan en las minas y canteras. La lucha principal es por erradicar de una vez por todas, la explotación infantil en esta área de la producción. Por eso el llamado es global.
A COLACIÓN
México brilla por su ausencia en las estadísticas de la OIT en materia de trabajo infantil, como si este fenómeno no fuera una realidad en nuestro país.
En las estadísticas internas las cifras son contradictorias y confusas. El INEGI y el DIF indican que son 3.5 millones de niños los que trabajan en México en el sector comercio, las manufacturas, la construcción, la agricultura, la ganadería, las artesanías, manualidades y los servicios.
Asimismo persiste una laguna de información por la  participación infantil en actividades no formales como el ambulantaje,  la economía informal y subterránea.
Por su parte la UNICEF señala que en el país hay 5 millones de trabajadores menores  a los 15 años.
 Recientemente el INEGI modificó sus criterios para medir la ocupación y el empleo en México mediante un nuevo indicador que deriva de  la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) En este nuevo indicador solamente se contemplan a todas aquellas personas mayores de catorce años en adelante como económicamente activas, es decir, ahora quedaron fuera de la medición del INEGI los menores de 14 años. La encuesta que se sustituyó consideraba a los niños de 12 años que trabajan como parte del mercado laboral.
 La justificación para cambiar la metodología es la de alinear la medición oficial a lo que estipula jurídicamente la Constitución y  Ley Federal de Trabajo.
 La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverá la creación de empleos y la organización social para el trabajo conforme a la ley. Pero prohíbe la utilización del trabajo de los menores de catorce años. A los mayores de esta edad y menores de dieciséis, se les permite una jornada máxima de seis horas, quedando prohibidas las labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo tipo de trabajo después de las diez de la noche para los menores de dieciséis años.
La Ley Federal del Trabajo en sus artículos 5, 22,23, del 173 al 180, 362, 372 y 541, establece una serie de disposiciones en torno de condiciones que pretenden proteger a los trabajadores de entre 14 y l6 años: jornada no mayor de seis horas, prohibidos los trabajos peligrosos, insalubres o que afecten su desarrollo físico normal, derecho a vacaciones pagadas, protección de las autoridades del trabajo, derecho a formar parte de los sindicatos y castigo a los patrones que no cumplan lo establecido por la ley
 Muy bien, esto es a la sazón, lo que nos dice la Constitución y la LFT pero aunque el INEGI haya elevado la categoría a partir de los 14 años esto no significa que no existen niños y niñas menores de esa edad que están desempeñando un trabajo.
 Al dejar fuera de la medición a los menores de 14 años tenemos una doble dificultad para  manejar  una problemática que debería estar totalmente identificada  para efectuar  un  programa que reincorpore a esos niños hacia las aulas, los proteja de las calles y de la explotación.
  No se avanza negando ni mucho menos ocultando la realidad. Esos niños que hoy carecen de oportunidades serán los jóvenes y adultos que el día de mañana contribuirán de manera negativa o positiva –dependiendo de su formación-, para el avance o retroceso del país.
P.D. Para los amables lectores que escribieron preguntando para saber más información acerca de “Ixe café”, les comento que la idea de IXE Grupo Financiero es tener algunas sucursales de café-Internet-banco. Hace dos días fueron inauguradas las primeras dos sucursales en la Ciudad de México, el plan es abrir otras más en la República Mexicana.
 Le mecánica es que la gente se identifique con las operaciones en línea sin necesidad de tener directamente a un gerente o personal de caja.
 Los directivos de IXE están muy motivados por que consideran que esta dinámica permitirá que la gente encuentre placentero el acudir a realizar sus transacciones.
 Cada quién decide a su criterio si le gusta o no este nuevo esquema. Yo creo que la mayoría de los usuarios bancarios tenemos un punto en común: “queremos pasar el menor tiempo posible en una sucursal”.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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