LAS BRUJAS DE SALEM

LAS BRUJAS DE SALEM.- Por esos inescrutables designios de nuestra genialidad, así rebautizaron la obra «El Crisol», del recién fallecido Arthur Miller, dramaturgo Norteamericano que en su época primero fue considerado obstinado y después heroico al resistir el acoso del «McCartismo», porque el puntilloso Senador McCarthy, intuyó verse representado y atacado en sus ideas anticomunistas en la obra del consagrado ganador del Pultizer, que además en otra de sus obras «La muerte de un viajante», hace una amargosa descripción en espléndida critica del «Sueño Americano». Situado en esta época nuestra, lo veo acusado de populista y en mi fantasía lo comparo con la tozudez del jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, que no se frunce ante el desafuero y como el escritor los echa por delante, emocionando al pueblo, e irritando a la pareja gobernante. Ojalá que nadie le platique de la obra y fama de Miller a Martha, porque se va a querer vestir como Marylin Monroe, porque piensa que su esposo es un intelectual de la talla del dramaturgo fallecido, considerado de los más grandes literatos de su país, porque desde la estrella en la que lo situó se la pasa leyendo a Borgues, a Kafka y a Sari Bermúdez. Mejor que siga el relajo entre los Diputados, que se quejan de los corridos de los narcos en los libros de texto, pero se carcajean de las declaraciones de el diputado Wintilo Vega Murillo, operador de Emilio Chuayffet en la bancada priísta en San Lázaro, que generó una cátedra de elocuencia en voz alta, como el jefe Diego, que sigue tan azul a pesar de tener el rabo verde y señalando con el dedo flamígero de Pablo Gómez, que tanto asusto al charro de Covian, que solo a los de la CIA le contesta muy hombrecito, de lejecitos. Vega Murillo, del que dicen es como Gabino Barrera que no entiende razones andando en la borrachera, abrió todo el pecho pa echar este grito: «Hijos de su pinche madre los que filtraron lo que dije» y, ya no les platico lo que dijo, porque no creo que lo publiquen mis editores. SIN NOVEDAD.- En posición de firmes, listos a presentar armas en cualquier momento, sigue siendo el único pilar firme, los avatares políticos no lo han socavado y es el pedestal de la soberanía de la patria. El ejército le dio la forma al Estado Mexicano en su tránsito de la revolución con la férrea disciplina a la institución en medio del desorden político de asonadas y rebeliones desgarradoras por la desesperación de los oprimidos. Cercados los revolucionarios ladrones, con el rigorismo que la necesidad implicaba, se sufrieron épocas de barbarismo, que sin la severidad del ejercito no se hubieran superado. Su lealtad e institucionalidad son el sostén de la democracia que se inicia, la confianza a su valor y entrega le confía la seguridad personal de los gobernantes de la nación y son la institución admirada y respetada. El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela Güitrón, en su discurso de clausura de los eventos conmemorativos al 10 Aniversario de la Reestructuración de la SCJN, enfatizó: «es muy fácil atacar y destruir instituciones, y es muy fácil cuando solamente se tiene en cuenta lo que en un tiempo se realice, y eso oculta lo que ha sido obra de todo un pueblo, en donde por muchos años se van creando instituciones». Mantener vigentes las conmemoraciones históricas, fortalece la identidad de una nación y las fechas significativas en nuestra vida nacional son esperadas con ilusión por el pueblo, por eso Fox y su segunda esposa llamaron de larga distancia, desde España, para felicitar al Ejercito en su solitaria marcha de lealtad, como las llamadas e invitaciones que les hacen a los que destacan en deportes o cualquier actividad, como los del grupo bronco, más para compartir su fama que para homenajearlos. Y además «el poder del narcotráfico llegó a Los Pinos», declaró Fox poniendo en duda la capacidad del Estado Mayor del Ejercito Mexicano que resguarda la residencia presidencial. Un general con permiso del ejercito para otros menesteres, se aboca a las funciones de seguridad que no son las suyas, declaró: «la seguridad del presidente está debidamente garantizada, qué bueno que se actuó con oportunidad, qué bueno que actuamos como lo venimos haciendo y qué bueno que hoy precisamente, esto nos permite que el señor presidente de la República, su familia, todo su entorno, su seguridad esté debidamente garantizada», dijo jactancioso el Procurador General de la República, Macedo de la Concha y añadió: «tenemos un Estado mexicano vigoroso, sólido y no vamos a permitir que el crimen organizado pretenda, como viene haciendo, retando y desafiando a las instituciones, y vamos a llevar a la cárcel a quien tengamos que llevarlo, esta es una declaración, como la hizo el presidente en su oportunidad, de guerra contra los criminales». Mi General Secretario, deja que la rama cruja, como que sabe lo que son sus alas, no declaró nada al respecto, pese a que se habló de guerras y combates. Todavía en Madrid, España; Fox, muy a su estilo, sin un ápice de vergüenza, se retracto de sus declaraciones y acusó como siempre a los medios de quienes dijo: «especulan con todo» y «han llegado a decir que ya el narcotráfico tomó lugar en Los Pinos». Y en voz alta aclaró: «son exageraciones totales». El ejercito sigue firme, en guardia, sencillamente cumpliendo con su deber, apoyando a la población en casos de desastres, destruyendo plantíos, deteniendo diariamente sembradores y transportistas de droga, sin escándalos, ni indiciados, ni arraigados y sin declaraciones estridentes de madres, de murallas y de batallas.