Narcotráfico: la mano que mece la cuna

En los últimos días hemos escuchado de forma constante noticias en torno al narcotráfico, el lavado de dinero y el poder de infiltración de la mafia en diversos órdenes ligados al poder.
 Con la globalización, el narcotráfico globalizó también su órbita de influencia,  afianzó el mando económico y penetró en la política como brazo de maniobra para lograr, a favor, más prebendas, mayores concesiones y espacios hegemónicos.
 La potestad del narcotráfico y la telaraña entretejida en derredor, es en suma, angustiante.
 Anualmente el narcotráfico obtiene ganancias incalculables. Algunas especulaciones como la del Subcomité del Senado estadounidense afirman que el comercio mundial de drogas es en promedio de  500 mil millones de dólares, al año.
El  Grupo de Estudio de Acción Financiera de la OCDE apunta que el  narcotráfico es el segundo mayor comercio en el mundo, sólo abajo del de armamento.
La CIA señala que esta actividad ilícita promueve el lavado de dinero, que   representa entre el 2% y el 5% del PIB mundial, es decir, más de 2 billones de dólares en promedio anual. Los demás flujos monetarios se presume son invertidos en armamento, bienes raíces, empresas,  aviones, joyas y vehículos.
 La lucha contra el narcotráfico es exigua a pesar de la aprobación de modernas legislaciones en diversos países del mundo, por que  es cada vez   más frecuente corroborar la penetración del narcotráfico como ente financiador de  campañas políticas, lo mismo en Italia, que en Colombia, o en México. José Martínez, columnista del periódico “La Crisis”, escribió que: “Hasta  en México también se habla de lo mismo: los narcotraficantes han metido su mano en la política, invirtiendo especialmente, en las campañas como lo reveló Peter Luspha, catedrático de la Universidad de Nuevo México quien documentó que durante el gobierno de Salinas los cárteles de la droga financiaron campañas políticas, incluida la de Ernesto Zedillo”.
 Para nuestra mala fortuna, en México se vive un proceso similar al que Colombia empezó a experimentar a partir de la década de los setenta. En ambos casos, los efectos económicos, políticos y sociales del narcotráfico en la marcha de los dos países, han sido tan enormes, como difíciles de evaluar con certeza.

A COLACIÓN
 Dos diferencias sustanciales entre México y Colombia derivan del  tipo de narcotráfico qué promueven y del papel qué juegan en éste. El primero, destaca por la producción de heroína,  por fungir como el principal productor y oferente de marihuana y productor y oferente de metanfetaminas al mercado de Estados Unidos; el segundo, Colombia, es el líder mundial en el cultivo de coca, primer productor de  cocaína y oferente del 90% de la cocaína al mercado de Estados Unidos.
 En el aspecto del papel qué juegan, México es la vía de destino de toda la droga de América del Sur y Centroamérica hacia Estados Unidos. La cocaína de América del Sur; la heroína y el éxtasis pasa por México para llegar a la Unión Americana, a esto se agrega lo que producen las mafias mexicanas como señalamos: la heroína, la marihuana, las metanfetaminas y una parte de opio cultivado. Asimismo, México, como señala la CIA en el Fact Book 2004, es un centro importante para el lavado de dinero.
 Por su parte Colombia sostiene su papel de productor líder y es utilizado para  blanquear dinero a través del mercado negro cambiario. Para algunos especialistas la economía colombiana misma depende de los ingresos del narcotráfico

GALIMATÍAS
 El mapa mundial de la droga se encuentra perfectamente segmentado con países que se han especializado en  la producción de determinados estupefacientes con el consecuente control de determinados mercados.
 En el caso del opio, Afganistán es el principal productor mundial. La economía de este país depende de las exportaciones de opio hacia Inglaterra, China y otros países de Asia. Cabe mencionar que fue una actividad reestablecida en su totalidad con la caída del régimen Talibán fomentada como acto de venganza por Estados Unidos tras el  11 de septiembre de 2001.
 Burma es el segundo productor ilícito de opio con un potencial de 484 toneladas métricas disponibles. El tercer lugar lo ocupa  Laos con 220 toneladas métricas. Además hay enormes lazos de conexión entre los cárteles de la droga de  Laos y Burma para el traslado de heroína y metanfetaminas.
 La India es otro país que no puede faltar en la lista, aunque es un caso atípico por tratarse de un productor “lícito” de opio para fines farmacéuticos, tanto para su consumo interno, como para su exportación.
Por el lado de la coca, el liderazgo lo mantiene Colombia: es número uno en el cultivo de la planta de coca y principal productor de cocaína a nivel mundial. No obstante en los últimos años ha explorado otras áreas como el cultivo de opio y del cannabis.
 Perú ocupa el segundo sitio en los cultivos de coca. Desde los noventa, parte de  la producción de cocaína se ha trasladado a Colombia por cuestión de costos; a su vez permanece una triangulación comercial entre Perú y Colombia para el envío de cocaína hacia Brasil, Bolivia o diversos destinos de Europa.
 Bolivia es el tercer cultivador  de coca y es un punto de traslado de la cocaína colombiana, peruana y también boliviana hacia Brasil, Argentina y Chile.
 Por el lado de las drogas químicas o sintéticas, hay una disputa por el liderazgo en la producción de metanfetaminas entre Los Países Bajos y México.
 Los Países Bajos son los mayores productores de éxtasis, metanfetaminas y otras drogas sintéticas en Europa, y son la puerta de entrada de la  cocaína, la heroína y el hashis, para distribución hacia otras partes del continente.
 Para redondear le comento que la CIA tiene a 134 países relacionados con el narcotráfico, bien porque cultivan, producen, venden o consumen algún tipo de droga o varios tipos de ésta.   
 Por esta razón resulta ridículo minimizar la presencia del narcotráfico a nivel mundial, regional o nacional, dado que es una fuerza económica con amplio picaporte político.
El asunto qué será muy difícil de corroborar es, hasta qué punto el narcotráfico promovió la globalización para beneficio propio tras acumular tanto dinero que no había manera de ocultarlo más que por medio de las grandes transnacionales. Haga usted sus propias suspicacias.
El dinero multimillonario del narco tiene qué estar en algún lado, no acabe abajo del colchón. Sin lugar a dudas decimos que el que tiene el poder económico… o más bien la “mano que mece la cuna, es la mano que rige al mundo”.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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