Seguro popular: privatización disfrazada
En México el derecho a la salud está garantizado por la Constitución, pero fuera del papel, la realidad demográfica indica que no alcanza gratuitamente para todos bajo la tendencia de un Estado más proclive a las finanzas en números negros.
En 1998 la población derechohabiente del Sistema Nacional de Salud llegó a 54 millones de personas, el 57% de la población total (96 millones de mexicanos), de acuerdo con cifras obtenidas en el Almanaque Mexicano.
Para 2004, la Conapo informó de la existencia de 104.8 millones de mexicanos, de este universo, el 54% con cobertura del Sistema Nacional de Salud (56 millones 592 mil mexicanos), el resto, 48 millones 208 mil personas se quedaron al margen.
En los últimos seis años la población aumentó pero la cobertura por salud no lo hizo en la misma proporción por eso redujo el grado de alcance del Sistema Nacional de Salud.
El gobierno neoliberal ha pretendido hacerle frente al problema por medio de la privatización de los servicios básicos, lo que implica “que aquél que lo quiera qué lo pague”, lo que se combina con otro tipo de problemas como el de la pobreza y la insuficiencia de ingreso.
Si bien las privatizaciones en el sector salud no han prosperado ante la resistencia alrededor del tema, el gobierno del presidente Vicente Fox ha buscado alternativas posibles que implican una semi-privatización de los servicios.
En 2001 el presidente Fox puso en marcha el seguro popular que depende de la Oficina del Comisionado Nacional de Protección Social en Salud, de la Secretaría de Salud. El seguro es público y voluntario, una parte está subsidiada por el gobierno federal y la otra la absorbe la persona que contrata el seguro para cobertura personal o familiar, en una serie de clínicas, hospitales y sanatorios públicos.
La idea surgió como una prueba piloto en cinco estados: Aguascalientes, Campeche, Colima, Jalisco y Tabasco. Para 2002, se extendió hasta 20 estados; en 2003 hasta 24; y en 2004, el Distrito Federal fue el único que faltó de incluirse en la aplicación del seguro popular.
En los 31 estados se han logrado afiliar a un millón 563 mil 572 familias para la cobertura del seguro.
Para el caso del Distrito Federal la politización de los temas entre Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, y el presidente Fox han dejado un lastre negativo, principalmente para la población de la Ciudad de México que ha pagado la erosión entre los gobiernos por medio de más desempleo y boletas de subsidios utilizadas para fines político-electorales.
En el Distrito Federal, López Obrador aplica un Programa de Apoyo Alimentario y Medicamentos Gratuitos para Adultos Mayores. Los beneficiarios del subsidio reciben una tarjeta electrónica para obtener alimentos y medicamentos del cuadro geriátrico por un valor de hasta 650 pesos.
Entre uno y otro programa, el de Fox y el de López Obrador, las diferencias son sustanciales: Fox considera que el gobierno no puede seguir con déficits derivados de subsidiar todos los servicios, su filosofía es que le cueste lo menos posible al Estado y que la gente pague en la medida de sus posibilidades. En cambio, López Obrador actúa como un clásico priísta de la década de los sesenta y setenta a favor de los subsidios del gobierno en programas que dan de a poquito con resultados que sólo “marean” la problemática.
En tanto López Obrador persiste con su actitud de revanchismo y politización mediática, millones de personas ambulantes, en la economía informal, en el autoempleo y subempleo en el Distrito Federal no podrán participar del seguro popular.
A COLACIÓN
El seguro popular ofrece una protección unipersonal y familiar. Funciona por medio de un pago proporcional al ingreso de la persona y un subsidio del gobierno federal que complementa la cuota real.
La persona tiene tres facilidades de pago: trimestral, semestral y anual. Una vez cubierta la cuota obtiene una credencial por medio de la que recibirá atención médica en clínicas y hospitales de los servicios federales, estatales y municipales de salud, con base en un Catálogo de Beneficios Médicos y un Cuadro Básico de Medicamentos.
El costo del seguro depende de la capacidad de pago de cada una de las familias interesadas en adquirirlo. Dicha capacidad queda establecida con base en diversos estudios socioeconómicos segmentados en los siguientes perfiles: 1) Primer decil: ingreso corriente trimestral por hogar que oscila en un rango de los mil 808 a los 5 mil 170 pesos. La cuota anual es de 260 pesos por el seguro popular. 2) Segundo decil: ingreso corriente trimestral por hogar desde 5 mil 171 hasta 7 mil 154 pesos. La cuota anual es de 380 pesos. 3) Tercer decil: ingreso corriente trimestral por hogar desde 7 mil 156 hasta 9 mil 296 pesos. El seguro popular tiene una cuota anual de 640 pesos. 4) Cuarto decil: de 9 mil 297 a 11 mil 689 pesos de ingreso trimestral por hogar, la cuota es de mil 140 pesos. 5) Quinto decil: de 11 mil 690 a 14 mil 520 pesos el pago anual es de mil 900 pesos. 6) Sexto decil: de 14 mil 521 a 18 mil 035 pesos el pago anual del seguro es de dos mil 400 pesos. 7) Séptimo decil: parte de un ingreso trimestral por hogar desde 18 mil 036 hasta 22 mil 699 pesos. El pago es de tres mil 160 pesos. 8) Octavo decil: desde 22 mil 700 hasta 29 mil 396 pesos. La cuota anual es de tres mil 780 pesos. 9) Noveno decil: desde 29 mil 397 a 44 mil 689 pesos de ingreso familiar trimestral lo que daría como resultado una cuota de cinco mil 40 pesos. 10) Décimo decil: desde 77 mil 593 hasta 102 mil 855 pesos de ingreso trimestral. El seguro popular cuesta seis mil 300 pesos al año.
Los requisitos para la afiliación al seguro popular son los siguientes: 1) Ser mexicano. 2) No ser derechohabiente de alguna institución de seguridad social, ejemplo: IMSS o el ISSSTE. 3) Vivir en alguno de los municipios incorporados al seguro popular. 4) Cubrir la aportación familiar.
P.D. El pasado 5 de febrero, el Hospital General de México cumplió cien años. Esta obra importante fue construida durante el gobierno del general Porfirio Díaz como sucedió con tanta otra infraestructura. En 1905 la capacidad del hospital fue de 800 camas para una población de 12 millones de habitantes.
Sobra decir que en la actualidad el hospital está rebasado por la demanda, a lo que debemos añadir, que si el servicio de salud pública nos cuesta, el gobierno debe responder construyendo más hospitales y fomentando parámetros de calidad y eficiencia. Estamos hablando de preservar el derecho a la vida.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com