El desarrollo sostenible: vital para todos

Gro Harlem Burndtland, ex primera ministra de Noruega, ex presidente de la OMS, y activista en pro del medio ambiente, acuñó una definición precisa para el desarrollo sostenible: "Es la capacidad de satisfacer las necesidades sociales de hoy sin poner en riesgo de cumplir con las mismas en el futuro".
            El desarrollo sostenible es conocido como desarrollo sustentable, una expresión comúnmente utilizada en América Latina  como una traducción del inglés de "sustainable development".  También se utiliza  otro sinónimo como es el desarrollo humano sustentable.
            En cualquiera de las tres expresiones  lo que se aborda es la imperiosa necesidad de implementar cambios que contengan el deterioro del medio ambiente ocasionado por una combinación de factores, algunos  derivados del  propio proceso  productivo mundial.
            José María Vidal Villa, investigador, catedrático y autor mexicano escribió con una gran precisión que para lograr la marcha de los procesos de desarrollo sostenible había que en la práctica aplicar en todo el mundo una considerable mutación estructural basada, ni más menos, en  el cambio del modelo energético y tecnológico del capitalismo global.
            Suena bastante ambicioso y casi  imposible de lograr sobre todo si consideramos  que el proceso de industrialización capitalista a escala mundial (altamente depredador del medio ambiente)  se mueve a partir de intereses creados en los que las  grandes corporaciones no están del todo dispuestas a sacrificar beneficios en aras de cuidar el medio ambiente de los países que les sirven de huéspedes.
            El punto es dramático y preocupante, tanto para el presente que vivimos como para el escenario futuro, en el que la polución, el cambio climático y el daño ambiental, determinarán la seguridad natural del planeta; y en el que, se anticipan guerras, invasiones entre países, por el petróleo pero también por el agua uno de los bienes más preciados para la vida.
            El mundo perdió el cauce y el orden natural a partir de los últimos cincuenta años en que aumentó el crecimiento demográfico;  subió en promedio  la esperanza de vida; la tensión demográfica y económica se convirtió en un foco de presión para las grandes urbes; se acrecentó la brecha entre pobres y ricos en la humanidad; y  la distribución de la riqueza siguió bajo márgenes de inequidad.  A esta lista, somera, le faltan más elementos que han erosionado al planeta, al medio ambiente, como resultado de los procesos  económicos, industriales, militares, nucleares, espaciales, demográficos y sociales. 
A COLACIÓN
            La empresa regiomontana Vitro  S.A. de C.V, líder en la fabricación de vidrio, es un ejemplo de una empresa preocupada en que la simbiosis de la producción con el medio ambiente genere el menor costo ecológico y humano posible.
Desde hace varios años la empresa que dirige Federico Sada González, forma parte del Consejo Mundial de Negocios para el Desarrollo Sustentable (World Business Council for Sustainable Development) un aspecto que ha motivado la implementación de modelos de calidad con el compromiso de cuidar el  aire, suelo y agua en las comunidades donde opera.
            Este 2005,  Vitro que dirige Federico Sada González dará otro paso importante: la empresa se prepara para levantar el inventario de gases de efecto invernadero que generan sus instalaciones productivas.
            El inventario de gases de efecto invernadero es una iniciativa  impulsada por el Foro Económico Mundial (WEF) con objeto de establecer un  registro global de gases en los diferentes países y con ello aplicar medidas que permitan reducir sus efectos nocivos en el medio ambiente global.
De esta forma Vitro incorporará una nueva y valiosa herramienta dentro de su Sistema Ambiental (SAV) mediante el cual logrará eficientar sus procesos productivos al llevar acabo acciones que le permitan disminuir la emisión de gases que contribuyen al calentamiento global del planeta.
Otra buena medida es la que implementó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales con la  NOM-144, en vigor desde el 19 de enero pasado. La norma tiene doble propósito: uno que coadyuva al combate de la tala ilegal; y otro que exige una legal procedencia de la madera usada para  embalajes (tarimas, cajas, recubrimientos para equipos y productos varios) lo que beneficiará  la demanda de esta materia prima forestal a los productores que operan en bosques certificados.
A nivel internacional, esta medida permite prevenir el ingreso de plagas que pudieran poner en riesgo la salud de bosques y plantas. En México aún se padecen las consecuencias ambientales y económicas por la muerte de eucaliptos debido a una  plaga procedente de Australia, que afectó a especies en todo el país.
            Además de la Semarnat, también encontramos acciones importantes por parte de algunos gobernantes interesados en el tema del desarrollo sostenible.
            El lunes pasado, Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal, presentó "El Proyecto de Retroadaptación de Sistemas de Control de Emisiones en Vehículos a Diesel en la Ciudad de México".
Retrofit es un esfuerzo conjunto del Gobierno Federal y del Distrito Federal, así como de la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos, ligado al  Centro de Transportes Sustentable, dirigido por Adriana Lobo.
            El proyecto se encuentra en una fase experimental con pruebas en 20 unidades de transporte público que utilizarán una novedosa tecnología de combustión y  un diesel de mínimo nivel de contaminación. Este proyecto, su resultado, puede abrir una ventana de posibilidades para el transporte público para una de las  urbes más pobladas del mundo y ampliamente afectada por la polución del aire.
            En suma, todos son esfuerzos de diversas índoles encaminados hacia un noble  objetivo que es el de restaurar el daño ecológico que el ser humano le ha ocasionado al planeta y así mismo, porque por principio de cuentas formamos parte de una cadena vital que puede funcionar como un círculo vicioso o como un círculo virtuoso. En cualquiera de los dos casos el ser humano es un eslabón de la cadena, la diferencia sustancial es que en el primero recibe  efectos negativos y en el segundo positivos.
            Les pido amigos lectores que hagamos tareas concretas, esfuerzos pequeños para cambiar nuestros hábitos,  para que en conjunto tengamos grandes resultados. Lo merece el presente y también el futuro. ¿Aceptamos el reto?
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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