Crecen 51.5% exportaciones de vehículos hechos en México

La industria automotriz, la maquiladora, la construcción y las manufacturas forman parte sensible de un termómetro que mide la intensidad de la economía. Además la contribución de estas cuatro importantes ramas es determinante dentro del Producto Interno Bruto del país.
            Si bien sabemos que será hasta febrero cuando el INEGI hará oficial el  PIB que se logró en el 2004, todo apunta a un crecimiento del  4%, factor que explica la recuperación de una parte del mercado interno, dado que todavía existen algunas ramas con cifras negativas o marginales.
            Después de tres años, la economía mexicana rompió la resistencia al crecimiento impulsada en buena medida por el componente de la recuperación económica de Estados Unidos cuyo PIB subió 4.4% el año pasado (según cifras preliminares), y que es el principal socio y mercado de la industria automotriz, de las manufacturas y de la maquila mexicana.
            El crecimiento seguirá muy ligado al grado de desempeño de la economía estadounidense, y aunque las cifras originales de la Secretaría de Hacienda estiman para 2005 un PIB de 3.8% para México y de 3.7% para Estados Unidos, se han dado algunas correcciones a la baja a partir de análisis privados que consideran que el crecimiento de Estados Unidos será mucho menor. De ser así, en México seguiremos rectificando a la baja.
GALIMATÍAS
            La industria automotriz es un sector muy importante para la economía mexicana que tiene en el mercado interno un soporte base y otro en el mercado externo, principalmente  en Estados Unidos.
            El año pasado, tanto la producción y las ventas globales del sector fabricante de vehículos industriales presentaron un record histórico, con incrementos de 30.7% y de 31.2%, respectivamente en comparación con los datos de 2003.
            La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) que dirige Juan José Guerra Abud, condensa que  en 2004 la manufactura de camiones en el país fue de 63 mil 298 transportes, estamos hablando de  seis mil 212 unidades más respecto al año pico de 1999, cuando se produjeron 57 mil 086 transportes. Si lo comparamos con 2003 tenemos un incremento de 14 mil 852 unidades. Es un buen resultado porque implica el recuperar los niveles de producción que se tenían previos al sexenio del presidente Vicente Fox.
            En cuestión de exportaciones de vehículos industriales, la ANPACT señala un crecimiento del 51.5% al colocar en el exterior a 37 mil 916 vehículos ensamblados.
            En el mercado interno, se comercializaron 28 mil 271 vehículos industriales de transporte pesados, un alza de 11.3% en comparación con 2003.
Las ventas globales de la industria mexicana constituyeron la mejor cifra en toda su historia. De acuerdo con la ANPACT  por cada camión vendido en el país se exportan  alrededor de 1.5 unidades.
            En cuanto a la producción de autos y camiones ligeros en México, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reporta que la producción de autos y camiones ligeros ascendió a 102 mil 749 unidades en diciembre pasado. A lo  largo de 2004 se produjeron un millón 507 mil 175 unidades, cifra 2.2% menor a la que se logró en 2003.
En cuanto a las exportaciones, en diciembre se vendieron al exterior 73 mil 496 vehículos y en total a lo largo del año un millón 094 mil 831 unidades de autos y camiones ligeros. Las exportaciones en este rubro se han ido reactivando de manera lenta porque el mercado estadounidense debe absorber el stock acumulado.
Según la AMIA, en diciembre que es un mes estacional donde existe liquidez y disponibilidad por parte de la gente para comprar un auto y para dar un enganche, las agencias vendieron al público  la cifra de 146 mil 607 vehículos. En todo 2004 se vendieron al público un millón 096 mil 796 unidades.
A COLACIÓN
            Desde el  primero de enero de 2004  es permitido que los consumidores mexicanos realicen la importación directa de autos nuevos procedentes tanto de  Estados Unidos como de Canadá. 
            Esta opción, la del arancel 0% para la importación,  aplica únicamente en los coches en los que el 62.5% de sus piezas son de fabricación estadounidense, lo que deja afuera del arancel a las marcas Mercedes, Citroên o Ferrari.
            La industria automotriz nacional  no ha recibido ninguna afectación real por las nuevas reglas para la importación directa de autos, dado que el consumidor mexicano encuentra en el mercado doméstico una amplia variedad de marcas; una enorme oferta y disponibilidad de vehículos; y precios tanto en pesos  como en dólares.
            En la parte de los beneficios reales por la competencia extranjera, tenemos que el precio de los autos seminuevos y usados ha bajado en promedio un 35% debido a la enorme oferta y disponibilidad en el segmento de los autos nuevos.
            En los últimos ocho meses los enganches que solicitan las agencias se han reducido  hasta un 50%, lo mismo que las mensualidades; y la respuesta para un financiamiento se puede obtener en 48 horas,  con  todos los papeles en regla y un buen reporte del  Buró de Crédito.
            El consumidor mexicano prefiere comprar un auto nuevo en el mercado nacional que traerlo importado desde Estados Unidos y Canadá. Por ello consideramos que el cambio en el arancel a partir de 2004 ha generado más beneficios que perjuicios.
Todo lo contrario está sucediendo con la incidencia de los "autos chocolates" cuya tendencia sigue creciendo sin freno, constituyendo una amenaza real para la industria.
            En los primeros días de enero, la AMIA denunció ante Hacienda que en el país circulan  dos millones  de vehículos usados, irregulares, de procedencia estadounidense, en calidad de contrabando que llegan al  territorio mexicano por paisanos, migrantes y coyotes.
            Ni las aduanas y  las garitas pueden controlar la permanencia de esos vehículos en territorio mexicano y muchos se quedan esperando presionar para que Hacienda implemente programas de regularización y  legalización.
            El problema del contrabando y paso de los "autos chocolate", es una amenaza potencial para un mercado que coloca a la venta doméstica cifras mucho menores a los dos millones de autos.
            Si observamos todo el contexto presentado en la columna, tenemos que el sector automotriz está en la misma encrucijada que otros sectores pilares del empleo en México: por un lado depende de las exportaciones de Estados Unidos, en segundo lugar del mercado interno y enfrenta la competencia del contrabando y la informalidad.  Total que todos los días es una lucha constante contra las resistencias.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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