“El Castillo” de Chichén Itzá, crea sonidos que impresionan a los científicos

El Castillo de Chichén Itzá,
asombra a los investigadores

10 de enero del 2005.- (Science).- Algunos de los rasgos distintivos de la cultura maya se encuentran en su arquitectura y su avanzado conocimiento de astronomía y matemáticas. Una de estas maravillas arquitectónicas, conocida como El Castillo, ubicado en Chichén Itzá, es quizás uno de los ejemplos más sorprendentes del caso, pues estudios recientes le adjudican singulares propiedades acústicas.

Un análisis efectuado por científicos belgas señaló que el templo transforma el eco en sonidos de la naturaleza, con lo cual se comprobó la teoría de que esta pirámide fue construida como un resonador gigante.

El análisis acústico efectuado por Nico Declercq, de la Universidad de Ghent, y su equipo de trabajo, mostró cómo las ondas sonoras rebotan alrededor de los escalones de la pirámide y crean sonidos que imitan el gorjeo de pájaros, así como el de gotas de lluvia al caer en un estanque.

El sonido de gorjeo de pájaros, que recuerda el trino de un quetzal, un animal sagrado para los mayas, fue identificado por David Lubman en 1998, y detona con un simple aplauso en la base de la escalera de la pirámide. En relación al sonido de la lluvia, tampoco es coincidencial, puesto que este elemento jugó un papel importante en la cultura maya.

Declercq quedó impresionado cuando escuchó por sí mismo el eco en cuestión durante una conferencia sobre acústica en el 2002: "En verdad recuerda el gorjeo de un pájaro, pero habría que preguntarse si los constructores de la pirámide sabían con precisión lo que estaban haciendo", dijo.

Los cálculos del investigador mostraron que aun cuando hay evidencia de que la ingeniería de la pirámide fue concebida para producir sonidos sorprendentes, con seguridad no era capaz de predecir lo que los mismos recordarían a los escuchas.

Lubman fue el primero en convencerse de que los constructores de El Castillo crearon el efecto del gorjeo de manera intencional, pero Declercq y sus colegas argumentan que ello no es necesariamente cierto, dado que el sonido que devuelve el eco en la pirámide depende de la fuente original con que se excita.

El Castillo, construido entre los años 300 y 450 d.C., cuenta con cuatro escalinatas con 91 escalones cada una, que junto con el de la cúspide suman 365 en total: el mismo número de días del año solar. Chichén Itzá alcanzó su esplendor durante los siglos XI al XIII, con un periodo de decadencia y abandono a partir del XV.

Leave a Reply