“Pedro Páramo”, la mejor novela mexicana: Carlos Fuentes

Pedro Páramo, ha sido traducida
a infinidad de idiomas

El Universal

Ciudad de México.- Viernes 07 de enero de 2005.- La mejor novela jamás escrita en México es "Pedro Páramo", afirmó hoy a EFE el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien fue uno de los pocos que la recibió con una ovación hace medio siglo cuando Juan Rulfo la publicó por primera vez.

"'Pedro Páramo' es la mejor novela que se haya escrito jamás en México, no es una novela mexicana, es hispanoamericana, es una gran novela de la lengua española y es universal", dijo Fuentes en una entrevista con EFE con ocasión del 19 aniversario de la muerte de Rulfo.

La obra se editó por primera vez en marzo de 1955, por lo que Fuentes recordó que él fue uno de los pocos que la recibieron con una ovación.

"Hubo muchas malas interpretaciones de la novela en aquel momento, ataques bastante severos, la novela no fue bien comprendida", recordó el autor de "La muerte de Artemio Cruz".

"Fue un pequeño grupo de personas quienes vimos de verdad el extraordinario valor de la obra y así lo proclamamos, preparamos el camino para la traducción, entre otras cosas", dijo.

Para el autor de obras como "Terra Nostra", la novela de Rulfo "queda como una obra insuperable de la novelística mexicana, desde luego, no hay otra novela nuestra que se compare a la belleza, la profundidad, la emoción y la sabiduría literaria de 'Pedro Páramo'".

Entre los actos programados para celebrar el 50 aniversario de la novela en México, se encuentra la publicación del libro "La recepción inicial de Pedro Páramo", en el que se recopilan las críticas iniciales que se escribieron sobre la obra.

Al respecto, Fuentes señaló que una de las primeras personas que alabó "Pedro Páramo" fue la reconocida escritora y traductora mexicana Mariana Frenk.

"Ella fue una de las primeras que hizo una gran defensa del libro y lo promovió internacionalmente. Yo también colaboré a hacerlo al escribir una crítica en una revista francesa literaria", dijo Fuentes, premio Príncipe de Asturias de 1994 y Cervantes de 1987.

No obstante, para Fuentes fue el escritor Carlos Blanco Aguinaga quien escribió el texto más importante en 1955.

"Blanco Aguinaga escribió un ensayo de cuarenta páginas exhaustivo y brillantísimo, para mí fue el ensayo de recepción más importante que se escribió", agregó.

Recordó que a Rulfo no le importaban las críticas, pues "trascendía todas las cosas menudas, iba mucho más allá de eso. Era un hombre muy callado, muy ensimismado, muy consciente de su propio valor y no tenía que proclamarlo".

"Siempre corrió una especie de falso mito de un Rulfo rural, casi pétreo, pero eso no era cierto, él tenía una de las culturas literarias más grandes que yo he conocido", agregó el autor de "Aura".

"Por ejemplo, algunos dijeron que 'Pedro Páramo' tenía influencias de Faulkner y él siempre me dijo: 'La influencia es de la literatura islandesa, viene de la novela 'Gente independiente', de Halldor Laxness, entre otras novelas de este autor islandés'", señaló.

Fuentes comentó que tuvo la oportunidad de participar en las sesiones que se organizaban en el Centro Mexicano de Escritores para discutir sobre la obra de Rulfo.

"Cuando lo leí por primera vez me fascinó, me resultó una lectura verdaderamente conmovedora y sentí que estaba leyendo una obra maestra, algo insólito en la literatura en lengua española", señaló.

"El tenía una cultura literaria sumamente vasta, era impresionante sentarse con Rulfo y descubrir todo lo que había leído, y descubrir a través de él, la literatura poco conocida en América Latina como es la de los países escandinavos", dijo.

El escritor considera que después de Rulfo es imposible escribir una novela sobre la revolución mexicana, y comparó a "Pedro Páramo" con "un árbol seco" del cual penden "manzanas de oro".

"Hoy existe una consagración unánime de la obra en todo el mundo, de manera que sería vergonzoso que saliera alguien a criticar a 'Pedro Páramo', como se hizo entonces, cuando decían que no había trama, ni personajes, que no era una novela, sino un poema lírico, y que no se entendían los tiempos; en fin, se le echaron encima todas las frutas imaginables", concluyó.

 

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