Dos rabos en una sola tarde, solo Lorenzo Garza Manuel dos Santos

El 59 aniversario de la Plaza México
está próximo a cumplirse

El Universal

Hazaña sólo lograda por el regiomontano Lorenzo Garza y el portugués Manuel dos Santos, en casi 59 años de historia de la Monumental Plaza México, la catedral de América

El historial de la Monumental Plaza México se enriquece conforme transita el tiempo.

Su 59 aniversario está próximo a cumplirse, pues la catedral del toreo en Latinoamérica estará de plácemes en febrero.

Tantos años transcurridos en el coso de más tradición, jerarquía e importancia en nuestro continente.

Y también tantos recuerdos imborrables, infinidad de historias, proezas alcanzadas y encumbramientos.

Pero no todo ha sido felicidad en la Plaza México, conceptuada entre las primeras en el universo de tauro, quizá sólo abajo de las dos españolas, la Monumental de Las Ventas de Madrid y la Real Maestranza de la barroca Sevilla.

En efecto, también el fracaso, la desilusión y la amargura han partido plaza en el famoso embudo capitalino.

Sin embargo, han sido más momentos de heroicidad que de tragedia, como la gesta de cortar cuatro orejas y dos rabos en una sola tarde por sendas figuras del toreo como el regiomontano Lorenzo Garza El Magnífico y el lusitano Manuel Dos Santos, al que se le conocía como El Lobo portugués .

Ya ha pasado más de medio siglo de la epopeya de estos ases de reconocida prosapia, que enriquece la fiesta brava en el mundo.

No cumplía un año de vida el gran escenario capitalino, cuando el maestro Lorenzo Garza escribió con letras de oro la hazaña: cortó dos rabos en tarde inolvidable el 11 de diciembre de 1946, en la primera temporada oficial que se ofrecía en la Plaza México.

Pasaron más de cuatro años para que el luso Dos Santos emulara al regiomontano.

Fue la tarde del 29 de enero de 1950.

En ambas corridas tan significativas se lidiaron ejemplares del hierro mexiquense de Pastejé, propiedad en ese entonces de don Eduardo Yturbide, hato ganadero que fundó junto con el taurino español Antonio Algara, empresario en la plaza "El Toreo" de la Condesa y, por supuesto en la Plaza México.

Pastejé, que debutó en "El Toreo" el 31 de enero de 1943, con otra tarde inmortal, la alternativa del leones Antonio Velázquez de manos del maestro Fermín Espinosa Armillita y del admirado Compadre Silverio Pérez.

El momento permanece imborrable.

El maestro Fermín cuajó al toro "Clarinero" y Silverio bordó a "Tanguito". Pastejé de golpe y porrazo se colocó en la cumbre de la ganadería mexicana y en la preferencia de los matadores de toros.

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