Esculturas en acero en “San Lázaro”
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El autor posa junto a su obra
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 16 de noviembre del 2004. “Bienvenidos a su casa para ver convertido un sueño en realidad, de acuerdo con una plática previa que sostuvimos hace algunos meses. Es un enorme privilegio recibir en la Explanada de San Lázaro al "Congreso Internacional de Escultura en Acero Tultepec 2004", único en México y el más importante a nivel internacional en su género”, afirmó Filemón Arco Suárez, presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, en representación de Emilio Chuayffet Chemor, al inaugurar hoy al mediodía la exposición integrada por 20 esculturas.
Añadió que “El acero es un material aparentemente muy rígido, sin embargo de éste surgen distintas formas que lo transfiguran en una extensión de la inteligencia y la sensibilidad. Los felicito por su arte”. Informó que en dicho Congreso de Escultura participan artistas provenientes de diversos países, como Alemania, Canadá, Italia, Estados Unidos, Perú, Venezuela, entre otros, y resaltó el importante apoyo que ha obtenido de los Gobiernos del Estado de México y el de San Luis Potosí, el Ayuntamiento de Tultepec, la Universidad Autónoma Metropolitana, Universidad Autónoma de Hidalgo, Universidad Autónoma del Estado de México, el Instituto Mexiquense de Cultura, entre otras instituciones.
Asimismo, destacó la labor realizada por Miguel Hernández Urbán, artista anfitrión y organizador del Congreso desde hace más de diez años, quien a su vez manifestó: “Gracias a ustedes por la aceptación y la promoción de esta exposición. Para los escultores, el Congreso es una actividad anual, por lo que también les solicitamos más apoyo y recursos para su realización. Gracias también a los escultores por su participación”.
Entre los asistentes a la ceremonia de inauguración, además del maestro Hernández Urbán, estuvieron los escultores Jesús Rosas Aguilar, Jorge de Santiago, Ernesto Mallard y Luis Aguilar, quienes participaron en el Congreso de Tultepec 2004 y ahora ven cómo sus obras engalanan el aspecto panorámico del recinto legislativo.
Las 20 esculturas dominan la explanada y su fulgurante belleza atrae irresistiblemente la mirada de los cientos de personas que diariamente caminan por ahí. Se detienen a observarlas con detenimiento y no son pocas las que incluso se acercan a tocarlas, a palpar la brillante textura del acero.
Una de las que más llama la atención es una enorme mano, obra de Jesús Rosas Aguilar, con quien platicamos brevemente acerca de su escultura y de la exposición. “Denominé a mi obra ‘Extensión de la inteligencia’ porque la mano es la máquina jamás inventada, es el concepto de una máquina perfecta. Sin la mano no hay desarrollo, no hay creación.
“La máquina es el instrumento para plasmar lo que concibe tu mente, para dar forma a lo que tú quieras; sin una mano el artista ya no es lo mismo, sin una mano, por ejemplo, el escritor ya no puede escribir. Mi escultura mide 2.5 metros de altura y tiene un peso aproximado a los 75 kilogramos. Es un collage de metales, pues utilicé trozos y la armé como si fuera un rompecabezas. Fue una tarea muy pesada —me llevó siete días, con 18 horas diarias de trabajo—, pero también muy enriquecedora, ya que aprendes a tratar el acero y descubres que es un material noble, propicio para la creación artística.
“La idea surgió a partir de las experiencias que he tenido con personas discapacitadas. Ellos me hicieron comprender el valor de una mano, su papel indispensable para la vida. Con ellos sentí que una mano es como si fuera parte de su alma, algo más valioso de lo que solemos creer.
“Además, el tacto es un sentido que nos permite entrar en relación con diversos materiales, apreciar el latir de cada material, séase madera, metal… Es un sentido que, en cierto modo, nos facilita sentir el alma interna de los materiales con los que trabajamos.
“Para mí es una gran satisfacción el hecho de que esta exposición sea exhibida en este espacio, ya que por aquí pasan muchas personas diariamente, de todo tipo y posición económica, lo que posibilita que nuestras esculturas puedan ser apreciadas ampliamente.
“Hace unos meses la llevamos a la Plaza municipal de Melchor Ocampo, en el Estado de México, donde la respuesta de la gente fue muy positiva, pues se sentaban en las bancas de la Plaza, las observaban y expresaban lo que les parecían las esculturas.
“Creo que ahora la respuesta también será muy buena, ya que el arte sólo se cumple en la medida en que el espectador, las personas, entran en contacto con él y pueden hacer su propia lectura de la obra artística. En esta Explanada tenemos una afluencia constante de público y la exposición estará abierta hasta mediados de enero de 2005, lo que nos permite suponer que miles de personas podrán admirarla, y eso es lo que buscamos: que la gente conozca nuestro arte, que aprecie la escultura en acero como una forma de crear arte contemporáneo”, concluyó Rosas Aguilar.