Pedro Infante a 87 años de su natalicio

José Pedro Infante Cruz

Notimex

Entre sus inumerables filmes destacan: "Tizoc", "A toda máquina", "Pepe el toro" y "Nosotros los pobres"

Pedro Infante, quien triunfó como cantante y actor, protagonista de películas como "Tizoc", "A toda máquina", "Pepe el toro" y "Nosotros los pobres", las cuales aún se proyectan en televisión, nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa, bajo el nombre de José Pedro Infante Cruz.

Cuando era niño fue llevado por su familia a Guamúchil y a los 11 años estuvo enfermo de poliomielitis y cuando recobró su salud trabajó como aprendiz de carpintero, porque no tuvo oportunidad de ir a la escuela. Ahí construyó una guitarra que luego aprendió a tocar.

De los 16 a los 22 años, y siendo el segundo de nueve hijos de una familia muy humilde, cantó en un conjunto en Guasave, Sinaloa, y en 1939, ya radicado en la capital del país, ingresó como cantante a la estación de radio XEB.

En 1943 comenzó a grabar sus primeros discos, los cuales fueron todo un éxito, "pues su voz era inigualable y muy pura", según los críticos.

Las primeras grabaciones que realizó Pedro Infante fueron los boleros "Guajirita", "Te estoy queriendo", "El durazno" y "Soldado raso", para al menos 322 en 14 años de vida artística. Sus últimas grabaciones fueron "Ni el dinero ni nada" y "Corazón apasionado".

Inició su carrera en el cine, para lo que tuvo que aprender a leer y escribir, con la cinta "La feria de las flores", la cual se estrenó en 1943. El cineasta Ismael Rodríguez fue quien le dio el impulso definitivo a Infante en su carrera como actor.

Luego vinieron infinidad de filmes, de los que sobresale "Tizoc", con el que ganó premios en México (Ariel), en Berlín (el Oso de Plata), y en el que trabajó al lado de María Félix.

Fue nominado en 1947 por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México como Mejor Actor con la película "Cuando lloran los valientes", un año después por "Los tres huastecos" y en 1953 por "Un rincón cerca del cielo".

Finalmente logró el premio de Mejor Actor por su actuación en la película "La vida no vale nada", el 15 de junio de 1956.

Entre sus innumerables filmes destacan: "En un burro tres baturros", "El organillero", "Puedes irte de mi", "La feria de las flores", "Jesusita en Chihuahua", "La razón de la culpa", "Arriba las mujeres", "Cuando habla el corazón", "El ametralladora", "Viva mi desgracia" y "Mexicanos al grito de guerra".

Además, "Escándalo de estrellas", "Cuando lloran los valientes", "Si me han de matar mañana", "Los tres García", "Vuelven los García", "La barca de oro", "Soy charro de rancho grande", "Nosotros los pobres", "Cartas marcadas", "Los tres huastecos", "Angelitos negros" y "Ustedes los ricos".

Sin olvidar "Dicen que soy mujeriego", "El seminarista", "La mujer que yo perdí", "Qué te ha dado esa mujer", "Un rincón cerca del cielo", "Sobre las olas", "También de dolor se canta", "Islas Marías" y "El gavilán pollero", entre muchas más no menos importantes.

Hizo una gran fortuna, la que quiso compartir con su familia pobre. Construyó una pequeña ciudad en la carretera a Toluca, la Ciudad Infante, en donde albergó a un verdadero ejército de parientes.

Por ello, sus gastos eran exorbitantes, firmando en los años 50 cerca de medio centenar de cheques al mes para sus familiares y gastos personales.

Su gran debilidad fue entonces el aprender a volar, llegando a tener su propio avión en 1951, obteniendo para el año de 1957 una compañía de aviación compuesta por 12 aparatos.

Su debilidad hacia el sexo femenino lo llevó a ser padre de unos 20 hijos, según los datos que daba su madre. Sus grandes amores fueron Lupita Torrentera e Irma Dorantes, con quien contrajo matrimonio, mismo que fue anulado dada la legalidad que existía aun con el primero con María Luisa León.

Cuando la Suprema Corte falló en contra de la anulación de esta unión, Pedro tomó la determinación de viajar de Mérida a México para negociar con María Luisa el divorcio.

No consiguiendo cupo en las empresas aéreas, decidió viajar como copiloto en un avión carguero de la empresa TAMSA, de la cual era socio. Al alcanzar el avión el despegue, se fue a tierra y Pedro, "El ídolo de Guamúchil", pereció junto con varias personas más, el 15 de abril de 1957.

Sus restos fueron llevados de inmediato a la Ciudad de México por vía aérea, donde fue homenajeado por familiares, amigos y gente del pueblo.

A partir de entonces, el 15 de abril de cada año acuden miles de personas de forma espontánea a su tumba, en el panteón Jardín de esta ciudad, para ponerle flores e interpretar las melodías que hizo famosas y que todavía se escuchan en algunas estaciones de radio.

Precisamente el día que Infante fue sepultado, Javier Solís comenzó a interpretar varias de las canciones que el sinaloense popularizó.

Redacción Azteca 21

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