Nuevos datos sobre Gilberto Owen
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Los ponentes Espinasa, Herrera y Sheridan
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Ciudad de México. 15 de agosto de 2004. El pasado miércoles 11 se llevó a cabo la sesión dedicada a Gilberto Owen dentro del ciclo "Homenaje nacional a Salvador Novo, Gilberto Owen y Celestino Gorostiza", en la que participaron José María Espinasa y Guillermo Sheridan, con Juan Manuel Herrera como moderador, en la "Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada", ubicada en la calle de República de El Salvador 49, Centro Histórico.
El ciclo lo organizó la Dirección General de Promoción Cultural, Obra Pública y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como un homenaje a uno de los más importantes poetas del grupo sin grupo: los Contemporáneos. El próximo miércoles 18 concluye con la sesión dedicada a Celestino Gorostiza, en la que estarán Rodolfo Obregón y Fernando de Ita.
"Todos los Contemporáneos dejaron regada una obra que, desde la lectura actual, está perfectamente estructurada y es arquitectónica. Pienso que nos sigue haciendo falta una especie de Biblioteca de Contemporáneos", afirmó José María Espinasa durante su intervención.
Comentó que él encuentra muy claras las referencias tanto a Xavier Villaurrutia y a José Gorostiza en los poemas "Laberinto del ciego" y "Regaño de viejo", de Gilberto Owen, respectivamente. "Considero que, a pesar de lo que existe, me hace falta una biografía de Owen", finalizó.
Por su parte, Guillermo Sheridan, uno de los investigadores más importantes de los Contemporáneos, señaló que recientemente se encontró el acta de nacimiento de Owen en Toluca, Estado de México, y este hecho ofrece nuevos datos sobre la vida del poeta y, en consecuencia, sobre su obra, especialmente sobre la lectura de algunos poemas.
El investigador literario indicó que le parecía raro que hace 75 años los Contemporáneos -no era el caso de Owen, por cierto- eran un estorbo para el Estado mexicano que los asedió, los persiguió, los estigmatizó, porque no eran nacionalistas, porque eran homosexuales, por cualquier cosa, y 75 años después les organiza homenajes, "ahora resulta que son el patrimonio cultural de México. En fin, no sé si esto sea bueno o no; creo que abrir un libro y leer un poema es más importante que todo esto…", enfatizó.
Agregó que está preparando un libro sobre Owen y que el problema con éste es que convierte su vida en unos cuantos poemas. "Un tema reiterado en su obra es la búsqueda de su nombre, búsqueda también presente en ‘Sinbad el varado’. Owen es ‘una huella en la arena que borran las olas’; paradójicamente su nombre le quita su nombre, que lo descubre como bastardo. Esto le genera un infierno de identidad quebradiza", aseguró.
"Leer a Owen lleva a sus lectores a ser una especie de de criptólogos, toda la poesía estaba dedicada a cifrar y descifrar el alma de sus acciones. La poesía nos puede quitar la identidad y, al mismo tiempo, nos la otorga con mayor certeza. Así, la cantidad de poemas en los que no habla Owen, sino su papá, es asombrosa. Un pequeño drama familiar está contado una y otra vez en su obra desde diferentes puntos de vista -el padre ebrio que pelea en la calle y queda muerto a media calle-", añadió Sheridan.
Por último, refirió que hace años le tocó vivir una situación extraordinaria "en uno de estos homenajes baladíes, en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde Juan García Ponce leyó sólo poemas de Owen, incluso leyó ocho veces uno mismo. "Supongo que estaba convencido de que con el poema bastaba. Así, quisiera terminar con la lectura de ‘Booz canta su amor’, un poema conservador, conociendo de lo que Owen era capaz. El amor es así, sólo produce lugares comunes, Owen lo sabía y se burla de ello", dijo antes de leer en voz alta ese poema, como el mejor homenaje a uno de los mejores poetas de Contemporáneos, forjadores, para muchos, de la cultura moderna en México.