Salvador Novo, vigente a 100 años de su nacimiento
![]() |
Novo fue un estudioso
de la lengua náhuatl
|
MÉXICO, JULIO 27, 2004 (NOTIMEX).- A 100 años de su nacimiento, Salvador Novo, fundador del periodismo moderno, pocas veces igualado y casi nunca superado, sigue siendo recordado como una de las más destacadas plumas de este país.
A lo largo de su prolífica vida, Novo (1904-1974) fue académico, poeta de primer orden, personaje público captado a través de la sorna y la admiración, director y autor de teatro, publicista, epigramista, historiador, traductor, ensayista y novelista.
De 1937 a diciembre de 1973, poco antes de su muerte, Novo ejerció una forma original de crítica social y política, que suponía la simultánea autocrítica del escritor y fue activo participante en la renovación de la literatura mexicana, que le valieron diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Literatura (1967).
Tan destacada figura literaria, cronista de la Ciudad de México, nació en esta metrópoli el 30 de julio de 1904 y en ella falleció el 13 de enero de 1974.
Al cumplirse 100 años de su nacimiento, el 30 de este mes, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) pondrá en marcha el homenaje nacional a Novo con un acto que se realizará en el Palacio de Bellas Artes, donde el escritor Carlos Monsiváis hablará sobre el polígrafo.
Además, Radio Educación transmitirá un programa especial, en el que diversas personalidades hablarán sobre el llamado "Cronista del Siglo XX", mientras que en la explanada del Palacio de Bellas Artes se representará en lectura dramatizada la obra "Return ticket".
También se emitirá un sello postal con la efigie de Novo, para honrar al escritor, y la Compañía Nacional de Teatro hará una lectura dramatizada de "El Espejo".
En las ciudades de Toluca, Estado de México, y Chetumal, Quintana Roo, también se llevarán a cabo diversos actos para recordar a Don Salvador, como también le decían sus allegados.
Novo fue miembro del grupo "Contemporáneos" (1928-31), formado por destacados intelectuales como Jaime Torres Bodet, Carlos Pellicer, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, Gilberto Owen y Octavio G. Barreda.
Junto a Villaurrutia, fundó las revistas Ulises (1927) y Contemporáneos (1928), y colaboró en diversas revistas y fue uno de los redactores de las lecturas clásicas para niños.
Fue el primer poeta mexicano del que se tradujo un libro completo en inglés, en 1953. Para entonces ya había sido traducido al francés y al portugués.
Al inscribirse en la Escuela Nacional Preparatoria, entra en contacto con otros jóvenes, con los que a partir de entonces ha de convivir, entre ellos, su entrañable amigo Villaurrutia.
Novo, Villaurrutia y la escritora Antonieta Rivas Mercado crearon el Teatro Experimental, al que denominaron "Ulises". Allí, los tres escribían, traducían, actuaban y dirigían las obras puestas en escena.
Cuando Novo dirigió el Departamento de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), organizó con mucho éxito artístico y de público una puesta en escena de "El Quijote".
Lo novedoso de esta representación fue que estaba dirigida al público infantil y los compositores Blas Galindo, Jesús Bal y Gay y Carlos Chávez fueron los encargados de la música.
Sus detractores no lograban ofender a Novo, porque éste hacía públicos sus defectos y debilidades, y en pulcros sonetos y epigramas de fina ironía respondía los ataques de los que era objeto.
También reflejó aspectos más humanos y mundanos y los expresó con franqueza: su pesadumbre por no haber tenido un hijo, su temor a la muerte, su afán por disimular la edad y mantenerse joven.
Novo fue profesor de la Escuela Nacional Preparatoria, del Conservatorio Nacional de Música y de la Escuela de Arte Dramático, del INBA.
También ocupó las jefaturas del Departamento de Publicidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores y del Departamento Editorial de la Secretaría de Educación.
Sus amplios conocimientos relacionados con la historia, geografía y evolución social de la capital del país le valieron el nombramiento de Cronista de la Ciudad de México, en sustitución de su gran amigo Artemio de Valle Arizpe, muerto en 1961.
El 12 de junio de 1953 ingresó en la Academia Mexicana de la Lengua como numerario y la silla que ocupó fue la 32. Ese mismo año abrió en Coyoacán el Teatro de la Capilla, que en cuatro años representó más de 12 obras.
Novo, de los seis a los 12 años vivió en la ciudad de Torreón, Coahuila, donde pasó la tormenta de la Revolución Mexicana y comenzó a escribir versos.
De nuevo en la capital mexicana, cursó la Preparatoria e inició la carrera de Derecho, la cual abandonó por la profesión literaria.
Fue un hombre de agudeza singular, dispuesto siempre a percibir en los otros, aquellos rasgos que muestren posibilidades de burla o de diatriba.
Novo no desaprovechaba ocasión para probar las armas de su ingenio. Célebres fueron sus sátiras -algunas desmedidas, otras discretas- con que distribuyó abundantes vejaciones entre sus contemporáneos.
En personalidades de significación artística, política o científica solía descubrir o imaginar defectos sumamente propicios para desatender sus cualidades y, en cambio, hacer evidente lo que haría disminuir sus méritos.
Esa actitud, cultivada diestramente, se correspondía con un humorismo que invadió casi la totalidad de su trabajo.
En todos ellos se deslizaba con frecuencia esa intención de buscar el aspecto gracioso, cuando no el ridículo, del mundo en que le tocó vivir.
Bajo el velo agitado del humorismo, escondía una sensibilidad que naufragaba en la zozobra, temeroso de aparecer ante los demás como quien descubre su juego y pierde de pronto el pudor de sus sentimientos.
Entre su prosa destacan: "Ensayos", "Return ticket", "El joven", "Canto a Teresa", "Continente vacío", "En defensa de lo usado", "Nueva Grandeza Mexicana", "Este y otros viajes", "Las aves en la poesía castellana" y "Letras vencidas".
En poesía: "XX Poemas", "Nuevo amor", "Espejo", "Seamen rhymes", "Décimas en el mar", "Romance de Angelillo y Adela", "Dueño mío", "Florido laude" y "VIII Sonetos"; en teatro: "Le troisiéme Faust", "Astucia", "La culta dama", "Diálogos", "A ocho columnas", "Ha vuelto Ulises", "Cuauhtémoc", "Adán y Eva" y "La Guerra y las gordas".
También realizó diversas traducciones y prologó infinidad de libros.